Proverbios 13 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 25 versitos |
1 Hijo sabio ama la disciplina, | hijo insolente rechaza la corrección.
2 Hombre de bien se nutre de lo que dice, | hombre malvado se alimenta de violencia.
3 Guarda su vida quien vigila sus palabras, | busca su ruina quien habla sin sentido.
4 Anhela el perezoso y no logra nada, | desea el diligente y queda satisfecho.
5 El honrado odia la mentira, | el malvado calumnia y deshonra.
6 La rectitud protege al honrado, | la maldad destruye al pecador.
7 Hay quien se hace el rico y nada tiene, | y quien pasa por pobre y tiene mucho.
8 Al rico lo protegen sus riquezas, | al pobre no le importan amenazas.
9 La luz del honrado brilla con fuerza, | la lámpara del malvado se apaga.
10 La insolencia provoca conflictos, | el sabio se deja aconsejar.
11 Riqueza repentina se esfuma, | quien reúne poco a poco se enriquece.
12 Esperanza diferida enferma el corazón, | deseo satisfecho es árbol de vida.
13 Quien desprecia la palabra se pierde, | quien respeta el mandato está a salvo.
14 La enseñanza del sabio es fuente de vida | y libra de los lazos de la muerte.
15 El buen sentido se gana favores, | la conducta retorcida atrae la desgracia.
16 El sensato actúa con reflexión, | el necio exhibe su ignorancia.
17 El mal mensajero hunde en la desgracia, | el enviado fiel procura tranquilidad.
18 Miseria y vergüenza a quien rechaza la advertencia, | quien se deja corregir se cubrirá de honor.
19 Deseo satisfecho endulza la vida, | apartarse del mal desagrada a los necios.
20 Trata con sabios y sabio te harás, | frecuenta a los necios y acabarás mal.
21 La desgracia persigue al pecador, | el bien acompaña a los honrados.
22 ° La herencia del bueno llega hasta los hijos de sus hijos, | la fortuna del impío va a parar al honrado ° .
23 En el barbecho de los pobres abunda el pan, | pero los hay que perecen por falta de justicia.
24 Quien no usa la vara odia a su hijo, | quien lo ama lo corrige a tiempo.
25 El honrado come y queda satisfecho, | el vientre del malvado padece escasez.

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Introducción a Proverbios

PROVERBIOS

La atribución del libro de los Proverbios a Salomón (Pro 1:1) responde a un convencionalismo literario cultivado con amplitud en el judaísmo y en las culturas adyacentes. En el conjunto es fácil reconocer distintas partes, que vieron la luz en diferentes momentos de la historia de Israel; la obra como tal habría quedado concluida en torno a los siglos iv-iii a.C. A partir del cap. Pro 10:1-32 aflora una temática variopinta en la que se abordan aspectos de la vida personal y social desde una perspectiva práctica: cómo habérselas con los individuos y con el colectivo social en el que uno vive para poder desarrollar una vida plena y armónica. Y, sin embargo, teniendo en cuenta que el orden sobre el que se asientan cosmos y sociedad ha sido establecido por Dios, no es justo calificar de intramundano este esfuerzo sapiencial. Del hincapié en el esfuerzo personal los sabios pasan a considerar el temor (respeto) del Señor como condición indispensable para la adquisición de una vida en plenitud. Este es fundamentalmente el mensaje de Pro 1:1-33; Pro 2:1-22; Pro 3:1-35; Pro 4:1-27; Pro 5:1-23; Pro 6:1-35; Pro 7:1-27; Pro 8:1-36; Pro 9:1-18.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Proverbios 13,1-25*10:1-22:16 Nos encontramos aquí en otro mundo literario. Si en los caps. Pro 1:1-33; Pro 2:1-22; Pro 3:1-35; Pro 4:1-27; Pro 5:1-23; Pro 6:1-35; Pro 7:1-27; Pro 8:1-36; Pro 9:1-18 predominan el discurso y la instrucción, esta parte del libro está hecha de proverbios aislados. En ocasiones pueden aparecer, a lo sumo, racimos de sentencias con variaciones sobre un mismo tema.


Proverbios 13,22*13:22 Proverbio exponente de la doctrina de la retribución. Se trata de dar respuesta a la dolorosa pregunta de la gente honrada: ¿cómo es posible que Dios permita que el pecador prospere?.