Eclesiasté . s 12,1

Acuérdate de tu Creador en tus días mozos, antes de que lleguen los días malos y se echen encima años en que dirás: «No me agradan»;

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


NOTAS

12 Este bellísimo poema, lleno de emoción y nostalgia, evoca la vejez de una manera más o menos metafórica; pero a veces resulta difícil captar el alcance exacto de estas metáforas. Con una de las corrientes de interpretación rabínica, se ha querido a veces leer en él la evocación de las diversas partes del cuerpo (ver sobre todo Ecl_12:3, los brazos, los dientes y los ojos); pero esta interpretación fisiológica no es obligada. También puede verse en él la descripción de la vejez como el invierno de la vida, pero un invierno que, a diferencia del de la naturaleza, ya no cede su puesto a ninguna primavera.
Eclesiastés 12, 1

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