Isaías 41 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 29 versitos |
1 ° Callad ante mí, islas; | cobren fuerza las naciones, | que se acerquen a hablar, | comparezcamos juntos a juicio.
2 ¿Quién lo ha suscitado desde Oriente? | ¿Quién convoca la victoria a su paso, | le entrega los pueblos, le somete los reyes? | Su espada los reduce a polvo, | su arco los dispersa como paja,
3 los persigue y avanza seguro, | sus pasos no tocan el camino.
4 ¿Quién ha actuado, quién lo ha hecho? | Aquel que convoca | las generaciones desde el comienzo, | yo, Señor desde el principio, | y siempre el mismo, hasta con los últimos.
5 Las islas lo han visto y temen, | se estremecen los confines de la tierra, | se acercan y se presentan las islas y naciones.
6 Se ayudan uno a otro; | uno dice a su compañero: «¡Ánimo!».
7 Anima el artesano al orfebre, | el que forja con el martillo, al que golpea el yunque, | diciendo: «¡Buena soldadura!»; | y lo sujetan con clavos para que no se mueva.
8 Y tú, Israel, siervo mío; | Jacob, mi escogido; | estirpe de Abrahán, mi amigo,
9 a quien escogí de los extremos de la tierra, | a quien llamé desde sus confines, diciendo: | «Tú eres mi siervo, | te he elegido y no te he rechazado»,
10 no temas, porque yo estoy contigo; | no te angusties, porque yo soy tu Dios. | Te fortalezco, te auxilio, | te sostengo con mi diestra victoriosa.
11 Se avergonzarán humillados | los que se enfurecían contra ti; | serán aniquilados y perecerán | los que pleiteaban contra ti.
12 Buscarás a tus adversarios, | y no podrás encontrarlos: | serán aniquilados, como nada, | los que te combaten.
13 Porque yo, el Señor, tu Dios, | te tomo por tu diestra y te digo: | «No temas, yo mismo te auxilio».
14 No temas, gusanillo de Jacob, | oruga de Israel, | yo mismo te auxilio | —oráculo del Señor—, | tu libertador es el Santo de Israel.
15 Mira, te convierto en trillo nuevo, | aguzado, de doble filo: | trillarás los montes hasta molerlos; | reducirás a paja las colinas;
16 los aventarás y el viento se los llevará, | el vendaval los dispersará. | Pero tú te alegrarás en el Señor, | te gloriarás en el Santo de Israel.
17 Los pobres y los indigentes | buscan agua, y no la encuentran; | su lengua está reseca por la sed. | Yo, el Señor, les responderé; | yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
18 Haré brotar ríos en cumbres desoladas, | en medio de los valles, manantiales; | transformaré el desierto en marisma | y el yermo en fuentes de agua.
19 Pondré en el desierto cedros, | acacias, mirtos y olivares; | plantaré en la estepa cipreses, | junto con olmos y alerces,
20 para que vean y sepan, | reflexionen y aprendan de una vez, | que la mano del Señor lo ha hecho, | que el Santo de Israel lo ha creado.
21 Presentad vuestro pleito, | dice el Señor; | aducid vuestras pruebas, | dice el rey de Jacob.
22 Que se acerquen | y nos anuncien lo que va a suceder. | Decidnos cuáles fueron las cosas primeras | y prestaremos atención. | O bien, anunciadnos lo que va a suceder | y sabremos el desenlace.
23 Manifestad lo que vendrá después, | y sabremos que sois dioses. | Haced al menos algo, bueno o malo, | para que nos sorprendamos y lo veamos juntos.
24 En fin, vosotros sois nada, | y nada son vuestras obras. | Elegiros es abominable.
25 Yo lo he suscitado desde el Norte, y él viene, | desde Oriente, y él me invoca por mi nombre, | pisotea a los gobernantes como barro, | como apisona la arcilla el alfarero.
26 ¿Quién lo anunció desde el comienzo | para que lo supiéramos, | y de antemano, | para que dijéramos: «Es así»? | Pero no: ninguno anuncia, | ninguno proclama | y ninguno escucha vuestras palabras.
27 Yo fui el primero en anunciarlo en Sión: | «Mirad, helo aquí», | y envié un heraldo a Jerusalén.
28 Miré en torno, pero no había nadie, | nadie a quien pedir consejo | y que pudiera responder.
29 Todos ellos no son nada, | vacías son sus obras, | viento y caos sus estatuas.

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Introducción a Isaías

ISAÍAS

El libro de Isaías es uno de los más citados en el Nuevo Testamento, y, exceptuados los Salmos, es el texto del Antiguo Testamento más usado en la liturgia católica. La presencia de más de una copia entre los manuscritos encontrados en el lugar de Qumrán demuestra igualmente que ocupaba un lugar de primer orden en el judaísmo de tiempos de Jesús. Se presenta dividido en tres grandes secciones, designadas frecuentemente como libros del Primer Isaías (caps. Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8), del Segundo Isaías (caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13) y del Tercer Isaías (caps. Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24). Cada una de estas partes, en particular la primera, no son en sí mismas homogéneas y no se puede afirmar que provengan todas ellas de la misma mano. En todo caso, la parte correspondiente al Primer Isaías (también llamado Protoisaías) contiene los textos atribuidos al gran profeta Isaías que desarrolló su actividad en el siglo viii a.C. en Jerusalén; aunque hay excepciones, como el llamado «Apocalipsis de Isaías» (caps. Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13), que es posexílico. Los capítulos atribuidos al Segundo Isaías (o Deuteroisaías) ofrecen, en cambio, un texto fuertemente homogéneo, compuesto tal vez en un breve período de tiempo por un mismo autor durante el exilio. Finalmente Los textos que se subsumen bajo el nombre de Tercer Isaías (o Tritoisaías) tienen rasgos que permiten situarlos en circunstancias diversas o atribuirlos a diferentes autores.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Isaías 41,1-7*41:1-7 El Segundo Isaías imagina un proceso en el cual el mismo Señor comparece frente a los ídolos, o, como aquí, frente a las naciones, y defiende su propia causa. Presenta como «testigo» a «alguien», probablemente Ciro de Persia, que actúa como instrumento suyo para liberar a su pueblo.