Jeremías  14 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 22 versitos |
1 Palabra que el Señor dirigió a Jeremías a propósito de la sequía:
2 Judá está de luto, | sus puertas se consumen | por tierra, ennegrecidas. | Jerusalén lanza alaridos.
3 Sus nobles envían | a sus siervos por agua; | llegan a los aljibes: | no encuentran ni gota; | regresan de vacío, | confusos, humillados, | cubierta la cabeza.
4 El campo está extenuado | por falta de lluvia en el país. | Los labradores están abatidos: | también se cubren la cabeza.
5 Incluso la cierva en el campo | pare y abandona a sus crías | por falta de pastos.
6 Los onagros están junto a las dunas, | ventean lo mismo que chacales: | tienen la mirada mortecina | por falta de hierba.
7 Aunque nuestras culpas nos acusan, | haz algo, Señor, por tu nombre. | Son numerosas nuestras rebeldías, | hemos pecado contra ti.
8 Tú, esperanza de Israel, | salvador en tiempo de infortunio, | ¿por qué habrías de portarte | como un forastero en el país, | lo mismo que hace un viajero | que solo se detiene a pernoctar?
9 ¿Por qué habrías de portarte | como un hombre aturdido, | como guerrero incapaz de salvar? | Tú estás entre nosotros, Señor, | y tu nombre es invocado sobre nosotros. | ¡No te deshagas de nosotros!
10 Esto dice el Señor de este pueblo: «¡Cómo les gusta ir de aquí para allá sin dar tregua a sus pies! Pero el Señor no se complace en ellos: ahora se acuerda de sus culpas y va a castigar sus pecados».
11 Me dijo el Señor: —No intercedas a favor de este pueblo.
12 Aunque ayunen, no pienso escuchar sus gritos. Aunque presenten holocaustos y ofrendas, no pienso complacerme en ellos. Voy a acabar con ellos mediante la espada, el hambre y la peste ° .
13 Respondí yo: —¡Ay, Señor! Es que los profetas les dicen: «No veréis la espada ni pasaréis hambre. Os concederé permanente seguridad en este lugar».
14 El Señor me contestó: —Esos profetas se valen de mi nombre para profetizar mentiras. Ni los he enviado, ni les he encargado nada; ni siquiera les he hablado. Os transmiten como profecía visiones falsas, oráculos vacíos y fantasías de su mente.
15 Por tanto, esto dice el Señor a los profetas que profetizan en mi nombre sin que yo los haya enviado, a esos que dicen que no habrá espada ni hambre en este país: «Esos profetas serán consumidos por la espada y por el hambre».
16 Y el pueblo al que profetizan aparecerá tirado por las calles de Jerusalén, víctima del hambre y de la espada. No serán enterrados, ni sus mujeres, hijos e hijas. Haré que recaiga sobre ellos su propia maldad.
17 Transmíteles esta palabra: | Mis ojos se deshacen en lágrimas, | de día y de noche no cesan: | por la terrible desgracia que padece | la doncella, hija de mi pueblo, | una herida de fuertes dolores.
18 Salgo al campo: muertos a espada; | entro en la ciudad: desfallecidos de hambre; | tanto el profeta como el sacerdote | vagan sin sentido por el país.
19 ¿Por qué has rechazado del todo a Judá? | ¿Tiene asco tu garganta de Sión? | ¿Por qué nos has herido sin remedio? | Se espera la paz, y no hay bienestar, | al tiempo de la cura sucede la turbación.
20 Reconocemos, Señor, nuestra impiedad, | la culpa de nuestros padres, | porque pecamos contra ti.
21 No nos rechaces, por tu nombre, | no desprestigies tu trono glorioso; | recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
22 ¿Tienen los gentiles ídolos de la lluvia? | ¿Dan los cielos de por sí los aguaceros? | ¿No eres tú, Señor, Dios nuestro; | tú, que eres nuestra esperanza, | porque tú lo hiciste todo?

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Introducción a Jeremías 

JEREMÍAS

En el conjunto de los libros proféticos, el de Jeremías se caracteriza, entre otras cosas, por incorporar gran cantidad de material narrativo. Llama también la atención el aparente desorden del material que compone el libro, pues no sigue una línea cronológica clara, aunque existe una cierta continuidad por los relatos biográficos que se ocupan de la vida del profeta a partir del año 608 a.C. En este contexto, todo el libro se mueve pendularmente (y paradójicamente) entre dos extremos: la irremediable destrucción, ya decretada, y la posibilidad de recuperación a partir de la conversión; los oráculos de aniquilamiento sin posibilidad de recurso, y las profecías de restauración. Anunciará con firmeza el establecimiento de una nueva alianza (Jer 31:31 ss) entre Dios y su pueblo, que se hará realidad siglos más tarde en la persona de Jesús, el Hijo de Dios.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Jeremías  14,1-22*2:1-25:14 Toda esta amplia y heterogénea sección se caracteriza, en líneas generales, por la temática del juicio. En ocasiones, la división de algunas de las secciones no es del todo segura.


Jeremías  14,12*14:12 Espada, hambre y peste, como calamidades al servicio de Dios, son mencionadas con frecuencia en el libro: Jer 21:7; Jer 24:10; Jer 27:8; Jer 29:17; Jer 32:24; Jer 34:17; Jer 38:2; Jer 42:17; Jer 44:13.