Numeros  15 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 41 versitos |
1 ° El Señor habló a Moisés:
2 «Di a los hijos de Israel: “Cuando entréis en la tierra que os voy a dar para que la habitéis
3 y ofrezcáis al Señor manjares al fuego en holocausto o sacrificio de comunión, para cumplir un voto, o como ofrenda voluntaria, o con ocasión de vuestras fiestas, ofreciendo así, de vuestros bueyes u ovejas, aroma que aplaca al Señor,
4 el oferente presentará, para su ofrenda al Señor, una oblación de una décima de flor de harina amasada con unos dos litros de aceite.
5 Harás una libación de unos dos litros de vino por cada cordero, junto con el holocausto o sacrificio de comunión.
6 Si es un carnero, la oblación será de dos décimas de flor de harina amasada con unos dos litros y medio de aceite,
7 y la libación, de unos dos litros y medio de vino, que ofrecerás como aroma que aplaca al Señor.
8 Y si ofreces al Señor un novillo en holocausto o sacrificio, para cumplir un voto, o como sacrificio de comunión,
9 ofrecerás, además del novillo, una oblación de tres décimas de flor de harina amasada con unos tres litros y medio de aceite,
10 y una libación de unos tres litros y medio de vino, como manjar al fuego de aroma que aplaca Señor.
11 Así se hará con cada novillo o carnero, y con las reses menores, cordero o cabrito.
12 Haréis así con cada uno de los que inmoléis, tantos como sean.
13 Así hará todo hombre de vuestro pueblo, cuando ofrezca un manjar al fuego como aroma que aplaca al Señor.
14 Y si reside entre vosotros o entre vuestros descendientes un emigrante, y quiere ofrecer un manjar al fuego como aroma que aplaca al Señor, hará lo mismo que vosotros.
15 Una misma es la norma para vosotros y para el emigrante residente. Es ley perpetua para vuestros descendientes. Ante el Señor el emigrante es igual que vosotros.
16 Una misma ley y una misma norma regirá para vosotros y para el emigrante que reside entre vosotros”».
17 El Señor habló a Moisés:
18 «Di a los hijos de Israel: “Cuando entréis en la tierra a la que os llevo
19 y comáis el pan del país, reservaréis primero la ofrenda para el Señor.
20 Como primicias de vuestra molienda, reservaréis una torta como ofrenda; la reservaréis como reserva de la era.
21 Reservaréis para el Señor una ofrenda de las primicias de vuestra molienda, por todas vuestras generaciones.
22 Cuando dejéis de cumplir por ignorancia alguno de estos preceptos que el Señor ha comunicado a Moisés,
23 algo de lo que el Señor os ha mandado por medio de Moisés, desde que el Señor lo ordenó en adelante, por todas vuestras generaciones,
24 en el caso de que la ignorancia se haya cometido por descuido de toda la comunidad, toda la comunidad ofrecerá en holocausto, como aroma que aplaca al Señor, un novillo, con su oblación y libación según el ritual, y un macho cabrío en sacrificio expiatorio.
25 El sacerdote hará la expiación por toda la comunidad de los hijos de Israel, y se les perdonará, porque fue un descuido, y han presentado sus ofrendas, como manjar al fuego para el Señor, y su sacrificio expiatorio delante del Señor por su descuido.
26 Se le perdonará a la comunidad de los hijos de Israel y al emigrante que reside entre ellos, pues el pueblo entero lo ha hecho por ignorancia.
27 En el caso de que sea una sola persona la que ha pecado por ignorancia, ofrecerá una cabrita de un año en sacrificio expiatorio.
28 El sacerdote hará la expiación delante del Señor por la persona que se ha descuidado con ese pecado de ignorancia y se le perdonará,
29 lo mismo al ciudadano israelita que al emigrante residente entre vosotros: no tendréis más que una sola ley para el que obra por ignorancia.
30 Pero el que lo hace a conciencia, sea ciudadano o emigrante, ultraja al Señor. Tal individuo será excluido de su pueblo,
31 por haber despreciado la palabra del Señor y quebrantado su mandato. Tal individuo será excluido: su pecado pesa sobre él”».
32 Estando los hijos de Israel en el desierto, se sorprendió a un hombre que andaba buscando leña en día de sábado.
33 Los que lo sorprendieron buscando leña lo presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad.
34 Lo arrestaron, porque no estaba determinado lo que había que hacer con él.
35 El Señor dijo a Moisés: «Que muera ese hombre. Que lo apedree toda la comunidad fuera del campamento».
36 Toda la comunidad lo sacó fuera del campamento y lo apedrearon hasta que murió, según había mandado el Señor a Moisés.
37 El Señor habló a Moisés:
38 «Di a los hijos de Israel que, tanto ellos como sus descendientes, se hagan flecos en los bordes de sus vestidos y pongan en el fleco de sus vestidos un hilo violeta.
39 Llevaréis esos flecos para que, cuando los veáis, os acordéis de todos los preceptos del Señor. Así los cumpliréis y no seguiréis los caprichos de vuestros corazones y de vuestros ojos, que os suelen seducir.
40 Así os acordaréis de todos mis mandamientos y los cumpliréis, y seréis hombres consagrados a vuestro Dios.
41 Yo soy el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios».

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Introducción a Numeros 

NÚMEROS

Éxodo y Levítico habían dejado a los israelitas al pie de la montaña sagrada. Allí el Señor había entregado la Alianza y la Ley al pueblo, había sido construido el Santuario, había sido consagrado sacerdote Aarón y se había inaugurado el culto. Con esos elementos y el liderazgo de Moisés, el Israel de las doce tribus podía ya ponerse en marcha rumbo a la tierra prometida. Ahí es donde retoma Números el hilo de la historia; lo dejará cuando, al cabo de cuarenta años por el desierto, Israel se encuentre a las puertas de la tierra prometida.

Números contiene temas de honda significación para el pueblo de Dios:

1) Israel es el pueblo elegido y bendito;

2) este pueblo es también la morada del Señor;

3) Dios es, por el ministerio de Moisés, el único rey de su pueblo;

4) Aarón se presenta, sin tener la importancia de Moisés, como figura relevante, epónimo de la clase sacerdotal jerosolimitana;

5) se alude a la sucesión de los líderes que guiarán al pueblo;

6) Israel se presenta también como pueblo infiel; y

7) se ve cómo el castigo no es la última palabra de Dios, pues del desierto se espera que saldrá el verdadero pueblo de Israel.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Numeros  15,1-41*15:1-19:22 Se subraya en esta sección el origen divino de la potestad sacerdotal y la preeminencia de Aarón y sus descendientes. Se añaden leyes y episodios más o menos relacionados.