Numeros  21 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 35 versitos |
1 Cuando el rey cananeo de Arad, que ocupaba el Negueb, se enteró de que llegaba Israel por el camino de Atarín, atacó a Israel y le hizo algunos prisioneros.
2 Entonces Israel formuló este voto al Señor: «Si entregas a ese pueblo en mi poder, consagraré al exterminio sus ciudades».
3 El Señor escuchó la voz de Israel y entregó en su poder a aquellos cananeos. Los consagraron al exterminio a ellos y a sus ciudades. Por eso se llamó aquel lugar Jormá.
4 Desde el monte Hor se encaminaron hacia el mar de Suf, rodeando el territorio de Edón. El pueblo se cansó de caminar
5 y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia».
6 El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
7 Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes». Moisés rezó al Señor por el pueblo
8 y el Señor le respondió: «Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».
9 Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.
10 Los hijos de Israel partieron y acamparon en Obot.
11 Partieron de Obot y acamparon en las ruinas de Abarín, en el desierto que limita al este con Moab.
12 Partieron de allí y acamparon en el torrente Zered.
13 De allí partieron y acamparon al otro lado del río Arnón, que está en el desierto y sale del territorio de los amorreos, pues el Arnón es la frontera entre moabitas y amorreos.
14 Por eso se dice en el libro de las Guerras del Señor: «Vaheb en Sufá y los torrentes del río Arnón,
15 y la ladera de los torrentes que corren hacia la región de Ar, confinando con la frontera de Moab».
16 Y de allí fueron a Beer. Este es el pozo del que dijo el Señor a Moisés: «Reúne al pueblo y les daré agua».
17 Entonces Israel entonó este cántico: «¡Brota, pozo! Cantadle. |
18 Pozo que cavaron príncipes, | que excavaron jefes del pueblo, | con sus cetros, con sus bastones». Y del desierto fueron a Mataná,
19 de Mataná a Najaliel, de Najaliel a Bamot,
20 y de Bamot al valle que está en la campiña de Moab, hacia la cumbre del Fasga, que mira hacia el desierto.
21 Israel envió mensajeros a decir a Sijón, rey de los amorreos:
22 «Quisiera pasar por tu tierra. No me apartaré del camino ni por campos ni por viñedos, ni beberé agua de pozo. Seguiremos el camino real hasta que crucemos otra vez tus fronteras».
23 Pero Sijón no permitió a Israel pasar por su territorio, sino que reunió toda su tropa y salió contra Israel al desierto. Llegado a Yahás, atacó a Israel.
24 Pero Israel lo derrotó a filo de espada y se apoderó de su tierra, desde el Arnón al Yaboc, y hasta los límites de los amonitas, porque Yacer estaba en la frontera de los amonitas.
25 Israel conquistó todas aquellas ciudades y ocupó todos los pueblos de los amorreos, Jesbón y todas sus aldeas.
26 Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los amorreos. Este había combatido contra el anterior rey de Moab y le había arrebatado toda su tierra hasta el Arnón.
27 Por eso dicen los trovadores: «¡Venid a Jesbón, | que sea edificada, fortificada, | la ciudad de Sijón!
28 Porque fuego ha salido de Jesbón, | llamarada de la ciudad de Sijón: | ha devorado Ar Moab, | se ha tragado los cerros del Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab!, | estás perdido, pueblo de Camós. | Ha entregado a sus hijos a la fuga | y a sus hijas al cautiverio, | en manos de Sijón, el rey amorreo.
30 Su posteridad ha perecido, | desde Jesbón hasta Dibón, | y hemos asolado | desde Nofaj hasta Mádaba».
31 Israel se estableció así en la tierra de los amorreos.
32 Moisés mandó espías a explorar Yacer y la tomaron junto con sus aldeas, expulsando a los amorreos que vivían allí.
33 Luego cambiaron de dirección y subieron camino de Basán. Og, rey de Basán, les salió al encuentro con toda su tropa, para presentarles batalla en Edreí.
34 El Señor dijo a Moisés: «No le temas, porque lo he entregado en tu mano con todo su pueblo y su tierra. Harás con él como hiciste con Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón».
35 Y lo derrotaron a él, a sus hijos y a toda su tropa, hasta que no quedó nadie con vida. Y se apoderaron de su tierra.

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Introducción a Numeros 

NÚMEROS

Éxodo y Levítico habían dejado a los israelitas al pie de la montaña sagrada. Allí el Señor había entregado la Alianza y la Ley al pueblo, había sido construido el Santuario, había sido consagrado sacerdote Aarón y se había inaugurado el culto. Con esos elementos y el liderazgo de Moisés, el Israel de las doce tribus podía ya ponerse en marcha rumbo a la tierra prometida. Ahí es donde retoma Números el hilo de la historia; lo dejará cuando, al cabo de cuarenta años por el desierto, Israel se encuentre a las puertas de la tierra prometida.

Números contiene temas de honda significación para el pueblo de Dios:

1) Israel es el pueblo elegido y bendito;

2) este pueblo es también la morada del Señor;

3) Dios es, por el ministerio de Moisés, el único rey de su pueblo;

4) Aarón se presenta, sin tener la importancia de Moisés, como figura relevante, epónimo de la clase sacerdotal jerosolimitana;

5) se alude a la sucesión de los líderes que guiarán al pueblo;

6) Israel se presenta también como pueblo infiel; y

7) se ve cómo el castigo no es la última palabra de Dios, pues del desierto se espera que saldrá el verdadero pueblo de Israel.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Numeros  21,1-35*20:1-25:18 Esta nueva sección la componen relatos procedentes de tradiciones antiguas; tratan principalmente del avance del pueblo hacia la meseta de Moab, a un paso de la tierra prometida, superando las dificultades creadas por los reyes de naciones que luego serán enemigas de Israel, opuestos a dejarlos pasar.