Marcos 15 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 47 versitos |
1 Y luego al amanecer, después de celebrar consejo, los sumos sacerdotes con los ancianos y los escribas, es decir, todo el sanhedrín, atando a Jesús, le llevaron de allí y le entregaron a Pilato.
2 Y le interrogó Pilato: ¿Tú eres el Rey de los judíos? El, respondiendo, le dice: Tú lo dices.*
3 Y le acusaban los sumos sacerdotes de muchas cosas.
4 Pilato de nuevo le interrogaba, diciendo: ¿No respondes nada? Mira en cuántas cosas te acusan.
5 Jesús no respondió ya cada más, hasta el punto de maravillarse Pilato.
6 Cada año por la fiesta les soltaba un preso, el que ellos demandasen.
7 Estaba en prisiones un tal llamado Barrabás junto con los amotinados, que en el motín habían perpetrado un homicidio.
8 Y subiendo la turba, comenzó a demandar, según que él solía hacer con ellos.
9 Pilato les respondió, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?
10 Pues conocía que por envidia le habían entregado los sumos sacerdotes.
11 Mas los sumos sacerdotes concitaron la turba para que más bien les soltase a Barrabás.
12 Pilato de nuevo respondiendo, les dijo: ¿Qué queréis que haga con este que llamáis el Rey de los judíos?
13 Ellos de nuevo gritaron: Crucifícale.
14 Mas Pilato les decía: Pues ¿qué mal ha hecho? Ellos más y más gritaban: Crucifícale.
15 Pilato, queriendo dar satisfacción a la turba, les soltó a Barrabás. Y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado. *
16 Los soldados se lo llevaron dentro del palacio, que es el pretorio, y convocan a toda la cohorte, *
17 y le revisten de púrpura y le ciñen una corona de espinas que habían trenzado.*
18 Y comenzaron a saludarle: ¡Salud, Rey de los judíos!
19 Y le golpeaban la cabeza con una caña, y le escupían, y doblando las rodillas, le hacían acatamiento.
20 Y cuando le hubieron mofado, le despojaron de la púrpura y le vistieron sus propios vestidos. Y le sacan para crucificarle.
21 Y a uno que por allí pasaba, cierto Simón de Cirene, que venía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, requiérenle para que lleve a cuestas su cruz. *
22 Y llevan a Jesús al lugar del Gólgota, que, traducido, es «Lugar del Cráneo». *
23 Y le daban vino mirrado; mas él no lo aceptó. *
24 Y le crucifican, y se reparten sus vestiduras, echando suertes sobre ellas, para decidir qué tocaba a cada cual.
25 Era la hora tercia, y le crucificaron.
26 Y estaba inscrita la inscripción de su causa: EL, REY DE LOS JUDÍOS.*
27 Y con él crucificaron dos ladrones, uno a la derecha y uno a la izquierda de él.
28 Y fue cumplida la Escritura que dice: «Y fue contado entre los inicuos» (Is 53:12).
29 Y los que por allí pasaban le ultrajaban moviendo sus cabezas y diciendo: ¡Ea! El que destruye el santuario y le reedifica en tres días,
30 sálvate a ti mismo bajando de la cruz.
31 De semejante manera también los sumos sacerdotes, a una con los escribas, en son de burla decían entre sí: A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse;
32 el Mesías, el Rey de Israel, baje ahora de la cruz para que lo veamos y creamos. También los que habían sido crucificados con él le ultrajaban. *
33 Y llegada la hora sexta, se produjeron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora nona. *
34 Y a la hora nona clamó Jesús con gran voz: Eloí, Eloí, lama sabakhthani, que, traducido, es: «Dios mío. Dios mío, ¿por qué me desamparaste? » (Sal 21:2).*
35 Y algunos de los presentes, al oírlo, decían: Mira, a Elías llama. *
36 Corriendo uno y empapando en vinagre una esponja, sujetándola a una caña, le daba de beber, diciendo: Dejad, veamos si viene Elías a descolgarle. *
37 Mas Jesús, lanzando una gran voz, expiró.
38 Y el velo del santuario se rasgó en dos de arriba abajo. *
39 y viendo el centurión, que allí estaba de pie frente a él, que de tal manera había expirado, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
40 Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre las cuales estaban también María Magdalena y María, la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé,
41 las cuales, cuando estaba él en Galilea, le seguían y le servían, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.
42 Y habiendo atardecido, puesto que era Parasceve, que es antesábado, *
43 viniendo José el de Arimatea, ilustre sanhedrita, que también él estaba esperando el reino de Dios, cobrando osadía, entró a la presencia de Pilato y le demandó el cuerpo de Jesús.
44 Pilato se maravilló de que ya hubiera muerto;
45 y habiendo hecho llamar al centurión, otorgó el cadáver a José.
46 Y habiendo comprado una sábana, descolgándolo, lo envolvió en la sábana y lo depositó en un monumento que había sido excavado en la peña, e hizo rodar una losa hasta la entrada del monumento.
47 María Magdalena y María la de José observaban dónde quedaba colocado.

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Introducción a Marcos




EVANGELIO DE
SAN MARCOS

EL AUTOR. — Juan, apellidado Marcos ( Hch_12:12 ; Hch_12:25 ; Hch_15:37 ), o simplemente Juan ( Hch_13:5 ; Hch_13:13 ), era más generalmente designado por el apellido romano de Marcos ( Hch_15:39 ; Col_4:10 ; 2Ti_4:11 ; Flm_1:24 ; 1Pe_5:13 ). Era primo de Bernabé ( Col_4:10 ). Su madre se llamaba María, a cuya casa se dirigió San Pedro al ser liberado de la cárcel ( Hch_12:12 ). Esta casa, según todas las probabilidades, era el cenáculo, donde se celebró la última cena ( Mar_14:15 ; Luc_22:12 ) y adonde se recogieron los discípulos después de la ascensión del Señor ( Hch_1:13 ; Hch_2:2 ), y fue como la sede de la primitiva iglesia de Jerusalén ( Hch_4:23 ; Hch_4:31 ; Hch_5:42 ; Hch_12:12 ).

Se cree, a lo que parece con razón, que el joven «envuelto en una sábana» ( Mar_14:51-52 ) que en Getsemaní fue asido por los satélites y «desnudo se escapó de ellos», no era otro que el mismo Marcos, único que refiere este episodio. Acompañó con' Bernabé a Pablo en su primera misión ( Hch_13:5 ); mas pronto se retiró ( Hch_13:13 ). En la segunda misión, Bernabé quería llevarle otra vez consigo; pero Pablo no lo consintió. Entonces Bernabé, «tomando a Marcos» y separándose de Pablo, «se embarcó para Chipre» ( Hch_15:37-39 ). Más tarde se le halla con Pablo durante su primera prisión romana ( Col_4:10-11 ; Flm_1:24 ), y poco después con Pedro, que le llama cariñosamente «su hijo» ( 1Pe_5:13 ). Sobre él escribía Pablo durante su segunda prisión romana a Timoteo: «A Marcos tómale y tráele contigo, pues me va a ser útil para el ministerio» ( 2Ti_4:11 ). Según la tradición, Marcos fue quien, enviado por Pedro, fundó la iglesia de Alejandría. La misma tradición le llama «intérprete de Pedro».

Su OBRA. — La labor literaria de San Marcos en la composición de su Evangelio fue mínima. Sería, sin duda, exagerado decir que el segundo Evangelio es el disco fonográfico de la catequesis evangélica de San Pedro; pero tampoco puede negarse que las actividades que principalmente puso en juego el intérprete de Pedro fueron su memoria y su pluma. Con todo, la labor de San Marcos no fue puramente mecánica ni ininteligente. El, que, además de Pedro, había oído frecuentemente a Bernabé y a Pablo y se había ejercitado también en la predicación evangélica, se allanó modesta y abnegadamente a reproducir la predicación de Pedro en su forma romana. Esta humilde fidelidad, empero, no impidió que la catequesis de Pedro se matizase aquí y allá de ciertas reminiscencias paulinas.

DESTINATARIOS Y OBJETO. — San Marcos escribió su Evangelio movido por las instancias de los fieles de Roma, en su mayoría gentiles, que vivamente se lo rogaron, deseosos de conservar por escrito la predicación oral de San Pedro. Los frecuentes latinismos, además de otros indicios, confirman este origen romano del segundo Evangelio. Dirigido principalmente a gentiles, pone de relieve, más que la mesianidad la divina filiación de Jesús. De ahí la cabida que en él se da a la narración de los milagros, y singularmente a la expulsión de los demonios.

PLAN. — Ya los antiguos advirtieron la sencillez del plan seguido por San Marcos, ajeno enteramente a aquellas ordenaciones o composiciones sistemáticas que pusieron de su parte Mateo y Lucas. El plan de Marcos es puramente itinerario y, consiguientemente, cronológico. En esta fidelidad cronológica consiste en gran parte el valor que para nosotros tiene el segundo Evangelio. Marcos, combinado con Juan, ha de ser la base de la ordenación cronológica de los Evangelios.

INTEGRIDAD. — Algunos críticos han dudado de la autenticidad del llamado final de Marcos. La diferencia de estilo de los últimos versículos (16:9-20), que ha dado pie a estas dudas, se explica perfectamente. Hasta 16:8, Marcos reproduce la predicación de Pedro con su estilo popular, vivo y dramático; desde 16:9 escribe ya por su cuenta y con su estilo propio, que no es el de Pedro. Como la predicación oral no incluía el relato de la resurrección, San Marcos quiso añadirlo, para no dejar incompleto su Evangelio.

NOTA. — El comentario y notas al segundo Evangelio son más breves. Ulteriores explicaciones podrán hallarse en el lugar paralelo de San Mateo.




Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Marcos 15,2-5

El interrogatorio del v. Mar_15:2 es secreto; el de los vv. Mar_15:3-5, público.


Marcos 15,15

Con dos palabras, «azotar», «crucificar», a cuál más terrible para los contemporáneos, expresa el evangelista el suplicio del Señor.


Marcos 15,16

EL PALACIO era la Torre Antonia, que era EL PRETORIO, donde entonces se hallaba el gobernador.


Marcos 15,17-20

Si la flagelación pudo considerarse como suplicio legal, la coronación de espinas fue un desahogo brutal de la soldadesca.


Marcos 15,21

RUFO parece ser el mencionado por San Pablo en su carta a los Romanos (Rom_16:13): indicio del origen romano del segundo Evangelio.

|| REQUIÉRENLE: imposición autoritaria de un servicio personal.


Marcos 15,22

GÓLGOTA o Calvario equivale a CRÁNEO. Recibió probablemente tal denominación por ser una prominencia roqueña y pelada.


Marcos 15,23

EL VINO MIRRADO era un anestésico, que Jesús no quiso aceptar. Su paciencia sobrehumana no había de atribuirse al embotamiento de la sensibilidad.


Marcos 15,25

LA HORA TERCIA, el espacio comprendido entre las nueve y las doce, no había terminado aún, aunque ya estaba cerca de su fin cuando crucificaron a Jesús.


Marcos 15,26

EL REY DE LOS JUDÍOS: San Marcos sólo reproduce las palabras sustanciales de la inscripción, únicas invariables en las varias redacciones de los evangelistas. El Mesías en cruz: acoplamiento de ideas, que los judíos rechazaban obstinadamente.


Marcos 15,32

LOS…CRUCIFICADOS: plural de categoría. De hecho, uno solo de los dos ladrones le ultrajó; el otro reconoció su realeza.


Marcos 15,33

SE PRODUJERON TINIEBLAS: no consta la naturaleza ni el origen de estas tinieblas.

|| TODA LA TIERRA: toda Palestina, o todo el horizonte visible.


Marcos 15,34

El Señor quiso expresar los sentimientos de su Corazón con las palabras del Sal_21:1-13, que recitó en arameo; y es de creer que no se limitaría a solas las primeras palabras, reproducidas por San Mateo y San Marcos.


Marcos 15,35

La afinidad o parecido de las palabras ELOÍ (O «Eli») y «Elías» hicieron creer (o fingir que fe creía) que Jesús llamaba en su auxilio al gran profeta.


Marcos 15,36

Este hecho, que no tiene conexión con la supuesta invocación de Elías, se explica por la palabra que, según San Juan (Jua_19:28), pronunció Jesús: «Tengo sed».


Marcos 15,38

EL VELO: fue seguramente el segundo velo, que separaba el lugar Santo (o primera estancia) del lugar Santísimo (segunda estancia).


Marcos 15,42

PARASCEVE: palabra griega que significa preparación , y se decía del viernes, en que debían hacerse los preparativos para el sábado.