Lucas 17 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 37 versitos | Lucas 17 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 37 versitos
1

Instrucciones a los discípulos
Mt 18,6s.21s; Mc 9,42

A sus discípulos les dijo:
– Es inevitable que haya escándalos; pero, ¡ay del que los provoca!
1
El escándalo.
Dijo a sus discípulos: «Es imposible que no haya escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!
2 Más le valdría que le ataran en el cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.2 Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y le arrojen al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños.
3 Estén en guardia: si tu hermano peca, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo.3 Andad, pues, con cuidado.

Corrección fraterna.
«Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
4 Si siete veces al día te ofende y siete veces vuelve a ti diciendo que se arrepiente, perdónalo.4 Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: “Me arrepiento”, le perdonarás.»
5 Los apóstoles dijeron al Señor:
– Auméntanos la fe.
5
Poder de la fe.
Dijeron los apóstoles al Señor: «Auméntanos la fe.»
6 El Señor dijo:
– Si tuvieran fe como una semilla de mostaza, dirían a [esta] morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y les obedecería.
6 El Señor dijo: «Si tuvierais una fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: “Arráncate y plántate en el mar”, y os habría obedecido.»
7

El deber del discípulo

Supongamos que uno de ustedes tiene un sirviente arando o cuidando los animales, cuando éste vuelva del campo, ¿le dirá que pase en seguida y se ponga a la mesa?
7
Servir con humildad.
«¿Quién de vosotros que tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: “Pasa al momento y ponte a la mesa?”
8 ¿No le dirá más bien: prepárame de comer, ponte el delantal y sírveme mientras como y bebo, después comerás y beberás tú?8 ¿No le dirá más bien: “Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme y luego que yo haya comido y bebido comerás y beberás tú?”
9 ¿Tendrá aquel señor que agradecer al sirviente que haya hecho lo mandado?9 ¿Acaso tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron?
10 Así también ustedes: cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: Somos simples sirvientes, solamente hemos cumplido nuestro deber.10 De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os mandaron, decid: No somos más que unos pobres siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
11

Sana a diez leprosos

Yendo él de camino hacia Jerusalén, atravesaba Galilea y Samaría.
11
Los diez leprosos.
De camino a Jerusalén, pasó por los confines entre Samaría y Galilea.
12 Al entrar en un pueblo, le salieron al encuentro diez leprosos, que se pararon a cierta distancia12 Al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia
13 y alzando la voz, dijeron:
– Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros.
13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»
14 Al verlos, les dijo:
– Vayan a presentarse a los sacerdotes.
Mientras iban, quedaron sanos.
14 Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.
15 Uno de ellos, viéndose sano, volvió glorificando a Dios en voz alta,15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz,
16 y cayó a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Era samaritano.16 y, postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano.
17 Jesús tomó la palabra y dijo:
–¿No recobraron la salud los diez? ¿Y los otros nueve dónde están?
17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?
18 ¿Ninguno volvió a dar gloria a Dios, sino este extranjero?18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?»
19 Y le dijo:
– Ponte de pie y vete, tu fe te ha salvado.
19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»
20

La llegada del reino de Dios
Mt 24,23-28.37-41

Los fariseos le preguntaron cuándo iba a llegar el reino de Dios y él les respondió:
– La llegada del reino de Dios no está sujeta a cálculos;
20
La venida del Reino de Dios.
Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «La venida del Reino de Dios no se producirá aparatosamente,
21 ni dirán: míralo aquí, míralo allí. Pues está entre ustedes.21 ni se dirá: “Vedlo aquí o allá”, porque, mirad, el Reino de Dios ya está entre vosotros.»
22 Después dijo a los discípulos:
– Llegarán días en que ustedes desearán ver uno de los días del Hijo del Hombre y no lo verán.
22
El Día del Hijo del hombre.
Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
23 Si les dicen: Míralo aquí, míralo allá, no vayan ni les sigan.23 Y os dirán: “Vedlo aquí, vedlo allá.” No vayáis, ni corráis detrás.
24 Porque así como el relámpago brilla desde un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del Hombre [cuando llegue su día].24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día.
25 Pero primero tiene que padecer mucho y ser rechazado por esta generación.25 Pero antes tendrá que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.
26 Lo que sucedió en tiempo de Noé sucederá en tiempo del Hijo del Hombre:26 «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre.
27 comían, bebían, se casaban, hasta que Noé entró en el arca, vino el diluvio y acabó con todos.27 Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos.
28 O como sucedió en tiempo de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban.28 Lo mismo sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;
29 Pero, cuando Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.29 pero el día que salió Lot de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo que los hizo perecer a todos.
30 Así será el día en que se revele el Hijo del Hombre.30 Así sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste.
31 Aquel día, si uno está en la azotea y tiene sus cosas en la casa, no baje a buscarlas; lo mismo, si uno está en el campo, no vuelva atrás.31 «Aquel Día, el que esté en el terrado y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y, de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás.
32 Acuérdense de la mujer de Lot.32 Acordaos de la mujer de Lot.
33 Quien trate de conservar la vida la perderá, pero quien la pierda la conservará.33 Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
34 Les aseguro: esa noche estarán dos en una cama: a uno lo arrebatarán, al otro lo dejarán;34 Yo os lo digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: al uno tomarán y al otro le dejarán;
35 habrá dos mujeres moliendo juntas: a una la arrebatarán, a la otra la dejarán.35 habrá dos mujeres moliendo juntas: a una la tomarán y a la otra la dejarán.»
36 [[Estarán dos en el campo: a uno lo arrebatarán, al otro lo dejarán.]]36 --
37 Le preguntaron:
–¿Dónde, Señor?
Jesús les contestó:
– Donde está el cadáver se reúnen los buitres.
37 Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» Él les respondió: «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.»

Patrocinio

 
 

Introducción a Lucas

Lucas

Contexto histórico. La obra de Lucas nos sitúa en la segunda generación cristiana. Los cristianos se van asentando y expandiendo cada vez más dentro del mundo romano, aunque son vistos frecuentemente con recelo y sospecha. Urge, pues, presentar el ideal cristiano como un ideal apto e inofensivo para la sociedad romana, como una práctica religiosa que puede subvertir el mundo no con la violencia de las armas ni de las guerras, sino con la fuerza del Espíritu que ya está actuando y que va convirtiendo muchos corazones al Señor Jesús. Por otro lado, en la medida que se radicaliza la ruptura entre la Iglesia cristiana y la Sinagoga judía, va surgiendo en las comunidades cristianas cierto rechazo a la historia de salvación precedente, y es necesario resaltar que une el cristianismo con el judaísmo. Este es, quizás, el contexto en que Lucas escribe su evangelio.

Destinatarios.
Por los datos que nos brinda el evangelio, se trataría de una comunidad de cristianos mayoritariamente de origen pagano y geográficamente distante de Palestina. Ella estaría llamada a ser testigo del plan liberador de Dios en el mundo, plan liberador que difiere en todo al plan del imperio, pues no se basa en las armas, sino en el poder de Dios que actúa en la Iglesia. Plan que ya estaba presente en la historia a través de los profetas del Antiguo Testamento y que ahora por medio del Espíritu de Jesús se va realizando en la Iglesia, nuevo pueblo de Dios.

Autor, fecha y lugar de composición.
La tradición lo ha titulado «según san Lucas», dando así su autoría al «médico querido» de Pablo ( Col_4:14 ), que también aparece en Flm_1:24 . En cuanto a la fecha de su composición, el autor tiene noticia de la destrucción de Jerusalén (año 70), pero no de la persecución de Domiciano (año 90-95), y también parece vivir el rechazo oficial de la sinagoga a los cristianos (entre el año 85 y 90); por eso muchos biblistas sugieren como fecha probable la década de los 80. En cuanto al lugar de su composición hay mucha conjetura. La tradición habla tanto de Cesarea, Alejandría como del sur de Grecia, entre otros lugares.

Un evangelio que forma parte de una gran obra singular.
A pesar de su fuerte dependencia de Marcos y del hipotético documento Q, Lucas presenta un evangelio muy peculiar que le distingue notablemente de los demás.
Parte de un plan más amplio
. . Constituye la primera parte de una obra mayor que continúa con los Hechos de los Apóstoles, y ocupa una posición intermedia en el gran arco de la historia de la salvación, que comprende: el tiempo de las promesas del Antiguo Testamento; el tiempo de Jesús, realización de las promesas del Antiguo Testamento; y el tiempo de la Iglesia, el tiempo de la acción del Espíritu Santo. La conexión entre estos «tres tiempos» de la historia de la salvación es esencial para conocer la misión de Jesús tal como nos la presenta Lucas en su evangelio. Los personajes de la infancia, especialmente Simeón, encarnan esa tensión entre el pasado y el momento culminante que ha llegado. No menos importante es la continuación de la obra de Jesús: la expansión de la Iglesia. Como el Antiguo Testamento profetiza y prefigura a Jesús, así Jesús profetiza y prefigura la misión de los apóstoles. Los forma a su lado, los instruye, los previene, les da su Espíritu. Después, al contar sus «Hechos», Lucas se complace en establecer paralelos, en ver en esos pioneros de la primera evangelización el modelo de Jesús que sigue presente y actuando en su Iglesia y en el mundo.
Visión histórica.
Lucas se presenta como un historiador al mejor estilo griego: cuidadoso en consultar sus fuentes y exponer los hechos. Sabe recoger y ordenar los datos de los acontecimientos que le interesa narrar. Sin dejar de proclamar la fe, intenta hacer una obra de historiador. Entrelaza su relato con fechas de la historiografía secular, colocando así la misión de Jesús en el amplio marco de los acontecimientos del imperio. En su evangelio una comunidad de creyentes, autónoma y consolidada vuelve la mirada hacia sus orígenes, hacia la vida de Jesús, desde sus inicios hasta su ascensión al cielo. Y a la vez, una comunidad, sanada ya de aguardar una parusía inminente, toma conciencia de su ser y de su vocación histórica en el seno de la ordenación política y cultural de su tiempo.

Jerusalén
. Es el centro geográfico y teológico de su obra. Allí comienza y concluye el itinerario de Jesús. De allí arranca la evangelización, en alas del Espíritu, hasta el confín del mundo.

Jesús, movido por el Espíritu, anuncia la liberación. Los «tres tiempos» de la historia de la salvación se mueven en Lucas a impulso del Espíritu Santo. Es Él el que inspira y guía a los profetas y las profetisas del Antiguo Testamento hasta sus dos últimos representantes, Simeón y Ana ( Col_2:25-38 ). Es Él el que desciende plena y definitivamente sobre Jesús de Nazaret ( Col_3:21 s). Y es Él el que, siendo ya el Espíritu del resucitado, inaugura el tiempo de la Iglesia en Pentecostés, llevando la palabra de vida y liberación del Evangelio hasta los confines del mundo y hasta el final de los tiempos. El tema dominante de su evangelio arranca de la escena programática en la que Jesús, movido por el Espíritu, da inicio a su ministerio: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres... la libertad a los cautivos... a los oprimidos... para proclamar el año de gracia del Señor» ( Col_4:18 s). Después vendrá el viaje ascencional hacia Jerusalén ( Col_9:51 ), que llevará a Jesús junto a sus discípulos hacia la cruz, hacia el cielo.
Por el camino va derramando la misericordia y el perdón, acogiendo a los pecadores, buscando a los extraviados y ayudando a los pobres y necesitados. Su predicación se abre a los paganos -incluso procura dejar bien parados a varios personajes romanos-, a la vez que registra una creciente oposición de las autoridades judías. Las mujeres, minusvaloradas y despreciadas en su cultura, desempeñan un papel sobresaliente en su ministerio. Como fruto de la liberación, va dejando tras de sí una estela de gozo y de alegría. El Espíritu comienza a actuar, preparando su acción dominante en los Hechos.
Con otra escena programática cierra Lucas su evangelio: Jesús resucitado, en viaje hacia Emaús, propone la clave pascual del cumplimiento de la profecía y la sella con una eucaristía ( Col_24:13-35 ).

Sinopsis. Empieza con una doble introducción, notable por su construcción en bloques paralelos: infancia de Juan y de Jesús (1s). Continúa con el bautismo y las tentaciones ( Col_3:1-4 , 13). El ministerio en Galilea se abre con la fuerza del Espíritu ( Col_4:14 ) y se cierra con el poder del nombre de Jesús actuando más allá del círculo de sus discípulos ( Col_9:49 s). Sigue el gran viaje a Jerusalén como cuadro narrativo (,28) y concluye toda la obra en esta ciudad: confrontación, pasión, muerte, resurrección y ascensión (,53).

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Patrocinio

Notas

Lucas 17,1-10Instrucciones a los discípulos - El deber del discípulo. Estas tres instrucciones tienen un denominador común: el servicio al reino que sólo es posible desde la fe. En el servicio al reino , que es la búsqueda e instauración de una sociedad justa, solidaria, fraterna e igualitaria, nadie está exento de desviarse del camino y asumir actitudes contrarias a los valores del reino. Eso ocasiona escándalo y desánimo en unos; escepticismo y rechazo a esta nueva realidad, en otros. En todo caso, siempre se ha de emplear el recurso a la corrección fraterna, al arrepentimiento y al perdón.


Lucas 17,11-19Sana a diez leprosos. Nos encontramos aquí con la manera como Lucas presenta cuál debe ser la actitud del creyente respecto al modo antiguo de entender la Ley y el modo de acoger la novedad que Jesús está anunciando e instaurando. Aparentemente, la desproporción uno contra diez es exagerada, pero refleja el comportamiento que una falsa interpretación de la Ley, y por tanto de una falsa imagen de Dios, lleva a asumir al creyente. Los diez leprosos han recibido todos un mismo beneficio, pero sólo uno, aquel de quien menos se esperaba, reacciona conforme al reconocimiento de una acción gratuita, generosa y misericordiosa de Dios: un samaritano. Los otros nueve, que representan a la mayoría del pueblo de la elección, no son capaces de percibir en este signo la cercanía de Dios y por tanto no hay un gesto de alabanza y gratitud para ellos, Dios sigue siendo alguien que sólo se limita a exigir el cumplimiento de la Ley.
Lucas 17,20-37La llegada del reino de Dios. Los fariseos todavía no aceptan que en Jesús ya se esté inaugurando el tiempo del reinado de Dios; ellos mantienen la expectativa de un mesías glorioso, investido con todo poder. Jesús no sólo declara que el reino ya está actuando, sino también que el Hijo del Hombre es quien ha inaugurado ya este advenimiento del reino. La plenitud de este advenimiento, sin embargo, no se dará antes de que el Hijo del Hombre padezca la persecución y el rechazo a manos de los enemigos del proyecto de Dios. Otra idea que se subraya aquí es la advertencia contra los falsos mesianismos. Muchos podrán incitar a la gente con falsas alarmas de la llegada del Hijo; el fiel seguidor no debe ni puede alimentar esas falsas alarmas, cada uno deberá estar empeñado en experimentar y ayudar a experimentar a otros la acción del reino que ya está actuando, tal como lo hace la levadura en la masa.