Juan  16 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 33 versitos |
1 Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis.
2 Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios.
3 Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
4 Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho. No os dije estas cosas desde el principio porque estaba con vosotros.
5 Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”.
6 Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón.
7 Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
8 Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena ° .
9 De un pecado, porque no creen en mí;
10 de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis;
11 de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado.
12 Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora;
13 cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
14 Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará.
15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará.
16 Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
17 Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
18 Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
19 Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver”?
20 En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
21 La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
22 También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría.
23 Ese día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
24 Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.
25 Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
26 Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27 pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
28 Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».
29 Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones.
30 Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
31 Les contestó Jesús: «¿Ahora creéis?
32 Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre.
33 Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

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Introducción a Juan 

JUAN

Según indica su encabezamiento, la tradición ha ligado la composición del cuarto evangelio al apóstol san Juan, hijo de Zebedeo y de Salomé, y hermano de Santiago el Mayor. Como evangelio, el de san Juan se caracteriza por la presentación de la persona de Jesucristo como enviado del Padre para salvar al mundo. El cuarto evangelista ha sido llamado «Juan el teólogo», un título que pone de relieve la profundidad teológica de su obra. Tal profundidad hunde sus raíces en la condición del discípulo amado como confidente de Jesús (Jua 13:23) y la experiencia y guía del Espíritu Santo prometido por Jesús para la comprensión de la verdad (Jua 16:13). La obra del cuarto evangelista constituye la cumbre de la revelación trinitaria. De hecho, el Padre y el Hijo, juntamente con el Espíritu Santo, son el centro del evangelio. El uso que la liturgia hace del Evangelio de Juan es amplísimo. El Prólogo se proclama en Navidad; el relato de las bodas de Caná y el bautismo de Jesús, en Epifanía; en Cuaresma, especialmente en el ciclo A, se hacen presentes algunos de sus grandes temas; en el tiempo pascual, ocupa un lugar privilegiado; ello es un signo del carácter especial de esta obra, penetrada más que cualquier otro evangelio por la gloria del misterio de la Palabra hecha carne.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Juan  16,1-33*13-20 Comienza la segunda parte del evangelio, que narra la Última Cena, la Pasión y la Resurrección. A la Última Cena se dedica Jua 13:1-38; Jua 14:1-31; Jua 15:1-27; Jua 16:1-33; Jua 17:1-26. Tras un breve prólogo, Jua 13:1-38 narra el lavatorio de los pies, el anuncio de la traición de Judas, el mandamiento nuevo y el anuncio de las negaciones de Pedro.


Juan  16,1-33*15-16 Ampliación del discurso de despedida en torno a tres centros: la alegoría de la vid y los sarmientos, en la que destaca la fructificación en el amor (Jua 15:1-17); la función del Espíritu Santo (Jua 15:18-27; Jua 16:1-15), y la despedida (Jua 16:16-33).
Juan  16,8*16:8 La acción del Paráclito, orientada a «convencer» al mundo de un pecado, de una justicia y de un juicio, es fruto del sacrificio y glorificación de Cristo, en los que ha sido derrotado Satanás (véase Jua 12:31 s).