Hechos 13 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 52 versitos |
1 Había en Antioquía, en la Iglesia allí establecida, profetas y doctores: Bernabé, Simeón llamado Negro y Lucio el cirenense, Manahén, colactáneo de Herodes el tetrarca, y Saulo. *
2 Y estando ellos celebrando el oficio en honor del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los he llamado.
3 Entonces, después de haber ayunado y orado y habiéndoles impuesto las manos, los despidieron. *
4 Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y desde allí se hicieron a la vela hacía Chipre;*
5 y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Y tenían a Juan como auxiliar. *
6 Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, encontraron a cierto hombre mago pseudo-profeta judío, cuyo nombre era Barjesús,
7 que estaba con el procónsul Sergio Paulo, hombre prudente. Este, haciéndose llamar a Bernabé y a Saldo, mostró deseos de oír la palabra de Dios; *
8 pero les hacía oposición Elimas, el Mago—pues así se interpreta su nombre—, empeñándose en desviar al procónsul de la fe. *
9 Mas Saulo, o sea Pablo, lleno del Espíritu Santo, mirándole fijamente,*
10 le dijo: ¡Oh lleno de todo fraude y de toda embustería, hijo del diablo, enemigo de toda justicia!, ¿no acallarás de torcer los caminos derechos del Señor?
11 Y ahora he aquí la mano del Señor sobre ti, y quedarás ciego, sin ver el sol hasta el tiempo señalado. Y luego al punto cayó sobre él niebla y oscuridad, y dando vueltas, andaba buscando quienes, tomándole la mano, le guiasen.
12 Entonces, viendo el procónsul lo acaecido, creyó, asombrándose de la doctrina del Señor.
13 Y habiendo zarpado de Pafos, Pablo y los que con él iban arribaron a Perge de Panfilia. Pero Juan, retirándose de ellos, se volvió a Jerusalén. *
14 Mas ellos, pasando adelante, desde Perge llegaron a Antioquía de Pisidia, y entrando en la sinagoga el día del sábado, tomaron asiento.*
15 Terminada la lectura de la Ley y de los Profetas, mandáronles recado los arquisinagogos, diciendo: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad.
16 Levantándose Pablo y haciendo señal con la mano, dijo: Varones israelitas y los que teméis a Dios, escuchad. *
17 El Dios de este pueblo de Israel se escogió a nuestros padres y exaltó al pueblo cuando eran advenedizos en la tierra de Egipto, y con el brazo en alto los sacó de ella;
18 y por el tiempo de unos cuarenta años, como al niño la madre que le cría, los llevó en el desierto; *
19 y exterminando siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia sus tierras: *
20 todo ello en el espacio de unos cuatrocientos cincuenta años. Y tras esto les dio jueces hasta Samuel profeta.
21 Y desde entonces demandaron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.
22 Y habiéndole depuesto, les suscitó por rey a David, a favor del cual dio testimonio diciendo: «Hallé a David, el hijo de Isaí, varón según mi corazón, que cumplirá todas mis voluntades» (Sal 88:20-21; 1 Sam 13:14).
23 De la descendencia de éste, Dios, según la promesa, envió a Israel un Salvador, Jesús, *
24 cuyo advenimiento había precedido Juan, predicando bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel.
25 Y cuando cumplía Juan su carrera, decía: «Lo que sospecháis que soy, no lo soy yo; pero he aquí que viene en pos de mí otro, de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies».
26 Varones hermanos, hijos del linaje de Abrahán, y los que entre vosotros temen a Dios: a nosotros fue enviada la palabra de esta salud.
27 Porque los habitantes de Jerusalén y sus jefes, desconociendo a éste y también las voces de los profetas que cada sábado se leen, al condenarle a él cumplieron éstas;
28 y con no hallar en él causa alguna de muerte, demandaron a Pilato que le hiciera matar.
29 y cuando hubieron cumplido todo lo que de él estaba escrito, bajándole del madero, le pusieron en el sepulcro.
30 Mas Dios le resucitó de entre los muertos;
31 el cual durante muchos días fue visto por los que con él habían subido de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son testigos de él ante el pueblo.
32 Y nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a los padres,
33 ésta Dios la ha cumplido con sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús como ya en el salmo segundo (Sal 2:7) está escrito: «Hijo mío eres tú, yo hoy te engendré ». *
34 y que le resucitó de entre los muertos para nunca ya volver a la corrupción, así lo tiene dicho (Is 55:3): que os daré los bienes santos de David, que no fallarán.
35 Puesto que también en otro lugar (Sal 15:10) dice: «No permitirás que tu Santo conozca la corrupción».
36 Porque David, después de haber servido en su edad a los consejos de Dios, murió y fue agregado a sus padres, y conoció la corrupción;
37 pero aquel a quien Dios resucitó, no conoció la corrupción.
38 Tened, pues, entendido, varones hermanos, que por medio de éste se os anuncia la remisión de los pecados; y de todo aquello de que en la ley de Moisés no pudisteis ser justificados,
39 en éste todo el que cree es justificado.
40 Guardaos, pues, no sobrevenga lo dicho en los profetas (Hab 1:5):
41 Mirad despreciadores, y asombraos y moríos de espanto, | pues una obra voy yo a hacer en vuestros días, | una obra que no creeréis si alguno os la contare. |
42 Y al salir ellos, rogaban que en el próximo sábado se les hablase sobre estas mismas cosas.
43 Y una vez disuelta la reunión de la sinagoga, muchos de los judíos y de los prosélitos adoradores de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, los cuales, hablando con ellos, les persuadían a que perseverasen fieles a la gracia de Dios.
44 Y al sábado siguiente casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra del Señor.
45 Viendo los judíos aquellas muchedumbres, se llenaron de envidia y contradecían a lo que Pablo decía, ultrajándole.
46 Con franca osadía entonces, Pablo y Bernabé dijeron: A vosotros antes que a los demás era necesario se anunciase la palabra de Dios; mas, puesto que la repeléis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, sabed que nos volvemos hacia los gentiles. *
47 Porque así nos lo ha ordenado el Señor (Is 49:6): Te he puesto como luz de las naciones, | a fin de que seas para salud hasta el extremo de la tierra. |
48 Oyendo esto los gentiles, se alegraban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban destinados para la vida eterna.
49 Y se esparcía la palabra del Señor por toda la región.
50 Mas los judíos incitaron a las mujeres distinguidas, que adoraban a Dios, y a los primates de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los arrojaron de su territorio.
51 Y éstos, habiendo sacudido el polvo de los pies contra ellos, se fueron a Iconio;*
52 y los discípulos se llenaban de gozo y de Espíritu Santo.

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Introducción a Hechos




HECHOS DE LOS
APOSTÓLES

AUTENTICIDAD. — El testimonio unánime y universal de los escritores eclesiásticos de los tres primeros siglos a favor de la autenticidad del libro de los Hechos como obra de San Lucas es una prueba documental cual no lo posee a su favor ningún escrito profano de la antigüedad, y que sólo puede compararse con la que acredita la autenticidad de los Evangelios o de las Epístolas de San Pablo. Y si callase la prueba testifical, bastaba la sola crítica interna para descubrir al verdadero autor de los Hechos. Los prólogos gemelos de las dos obras, y no menos la identidad de lenguaje, en la lexicografía, en la construcción, en los modismos, están diciendo a voces que el autor de los Hechos es el autor mismo del tercer Evangelio. Y los numerosos rasgos paulinos delatan la mano del fiel discípulo de San Pablo, como los frecuentes términos de medicina señala a Lucas el médico. HISTORICIDAD. — Los numerosísimos datos acumulados en la historia de los Hechos, el contacto constante con toda la vida social, política y religiosa de tantos pueblos diferentes y aun contrarios, nos permiten hoy día comprobar la verdad y fidelidad de la narración. Cuanto ha podido comprobarse, que es poco menos que todo, ha resultado rigurosamente exacto. Y es interesante que las dudas suscitadas contra algún pormenor de la narración de los Hechos han sido últimamente disipadas. Un ejemplo significativo. Habla Lucas de Sergio Pablo, procónsul de Chipre- Algunos críticos osaron atacar la exactitud de la expresión, afirmando que Sergio Pablo no fue procónsul, sino propretor. Pero las inscripciones recientemente descubiertas en Chipre hablan del procónsul Sergio Pablo. Y es tanto más admirable la exactitud de Lucas, por cuanto la provincia de Chipre sólo por breve tiempo fue senatoria (o gobernada por un procónsul), habiendo sido poco antes y poco después imperial (o regida por un propretor). Con igual precisión habla del procónsul de Acaya, de los asiarcas y del escriba de Efeso, de los pretores o estrategos de Filipos, de los politarcas de Tesalónica, del Primero de Malta. Y el largo viaje marítimo narrado en los dos últimos capítulos ha sido considerado por los técnicos como un portento de exactitud y precisión. TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN. — El año en que se escribió el libro de los Hechos es la bate o punto de referencia para conocer la cronología de los tres primeros Evangelios. De ahí su importancia. Terminan los Hechos en el bienio de la custodia libera en que estuvo San Pablo durante los años 61-63 (o 60-62), sin mencionar la sentencia judicial, que fue entonces de absolución. Al fin, por tanto, de este bienio hubo de terminarse la composición de los Hechos. Como los Hechos comienzan refiriéndose al «primer tratado» (1:1), que es el tercer Evangelio, síguese de ahí que éste hubo de escribirse anteriormente, tal vez hacia el año 60. Por otra parte, sabemos por la tradición que los Evangelios de Mateo y Marcos son anteriores al de Lucas. Fueron, por tanto, escritos antes del año 60, verosímilmente hacia los años 50 y 55, respectivamente. EL TEXTO. — Unos pocos códices, llamados occidentales, representan un tipo de texto algo más largo que el de los códices orientales. Surge, pues, el problema: ¿cuál de los dos textos es el primitivo y genuino? ¿Hay interpolaciones en el texto occidental o más bien hay o misiones en el oriental ? No es posible dar una solución simple y tajante. Sólo en general puede decirse que, si algunas veces es el texto oriental quien abrevia indebidamente el texto primitivo, las más de las veces, empero, es el occidental quien lo interpola. Algunas de estas interpolaciones parecen ser anotaciones hechas al texto de Lucas por algunos que quisieron enriquecerlo con noticias personales que parecen fidedignas.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Hechos 13,1

PROFETAS Y DOCTORES: favorecidos con los carismas de profecía (= don de hablar palabras de edificación, exhortación y consolación) y de enseñanza (= don de enseñar la doctrina cristiana). Cinco de estos profetas y doctores se nombran. De todos ellos ocupa el primer lugar Bernabé, que venía a ser como el vicario o administrador apostólico de aquella Iglesia (Hch_11:22) Saulo, recién venido, ocupa el último lugar.


Hechos 13,3

Se discute si la imposición de manos de que aquí se habla fue la consagración episcopal de Bernabé y de Saulo. Suárez opina que fue una imposición simplemente deprecativa (De Sacr ., disp.34 sect.I n.7). Y con razón, parece; porque tanto Bernabé como Saulo, poseyendo ya el carácter episcopal, no tenían que ser consagrados obispos. Bernabé era obispo, por lo menos desde que fue oficialmente enviado por los apóstoles para organizar y regir en su nombre la Iglesia de Antioquia. Saulo lo era por ser apóstol (Gál_1:1) en sentido estricto, y en el apostolado se contiene eminentemente el carácter y la potestad episcopal. Además, en la hipótesis de que Bernabé, el jefe de la Iglesia, no fuera obispo, menos lo serían los demás profetas y doctores aquí nombrados, que, por consiguiente, carecían de poder para consagrar obispos. Pero sí parece insuficiente una imposición de manos meramente deprecativa, puede explicarse de otra manera, sin apelar a la consagración sacramental: el colegio episcopal de Antioquia impuso las manos sobre los nuevos expedicionarios, enviándoles en nombre de Pedro a la evangelización de los gentiles.


Hechos 13,4

SELEUCIA: era como el puerto de Antioquia.


Hechos 13,5-6

Salamina, situada en la costa NE., distaba de Pafos unos 180 kilómetros.


Hechos 13,7

Las provincias romanas, unas eran senatoriales, gobernadas por un procónsul ; otras imperiales, gobernadas por un propretor . La provincia de Chipre, que había sido antes y fue después imperial, era en el tiempo de Sergio Paulo senatorial. La precisión con que habla Lucas es uno de tantos indicios de su exactitud histórica.


Hechos 13,8

ELIMAS era el nombre propio, que, helenizado, convirtiose en EL MAGO. BARJESÚS era su nombre patronímico, que Pablo, por reverencia al santo nombre de Jesús, sustituyó por el de «hijo del diablo» (Hch_13:10).


Hechos 13,9

SAULO, o sea PABLO: desde este momento el Apóstol deja el nombre hebreo de Saulo por el latino de Paulo . El motivo del cambio pudo ser el deseo de hacerse «todo para todos» (1Co_9:22). Al entrar en contacto con el mundo latino, quiso que latino también fuera su nombre. ¿Contribuyó también a este cambio el nombre del procónsul Sergio Paulo ? No es inverosímil.


Hechos 13,13

PABLO Y LOS QUE CON ÉL IBAN: desde este momento aparece como jefe de la expedición.

|| PANFILIA: región meridional y costera del Asia Menor, al O. de Cilicia.


Hechos 13,14

PISIDIA: región central del Asía Menor, al N. de Panfilia. Perge distaba de Antioquia unos 16 kilómetros.


Hechos 13,16-41

El discurso de Pablo puede dividirse en tres partes:
1) preparación histórica de la mesianidad de Jesús y su atestación por parte del Bautista (Hch_13:16-22):
2) demostración de la mesianidad por el hecho de la resurrección de Jesús, confirmado por las Escrituras (Hch_13:23-37);
3) exhortación a reconocer esta mesianidad (Hch_13:38-41).


Hechos 13,18

COMO AL NIÑO LA MADRE QUE LE CRÍA, LOS LLEVÓ: toda esta larga perífrasis es la traducción del verbo original, que unos códices leen etropophóresen , y otros etrophophóresen , que probablemente son un mismo verbo, con la única diferencia, meramente fonética, que etropophóresen atenúa la primera labial.


Hechos 13,19

SIETE NACIONES: son los héteos, gergeseos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos (Deu_7:1).


Hechos 13,23

SEGÚN LA PROMESA: hecha principalmente a Abrahán y a David.


Hechos 13,33-35

De los tres textos bíblicos aquí citados, el primero se refiere a la persona divina del Mesías; el segundo, a los bienes mesiánicos prometidos a David; el tercero, a la resurrección del Mesías; tres textos mesiánicos, cada uno bajo un aspecto diferente, que, juntos, demuestran la tesis de San Pablo en toda su integridad.


Hechos 13,46-47

Aquí los hechos resuelven prácticamente el problema de la reprobación de los judíos, que especulativamente trata San Pablo en su carta a los Romanos (Rom_9:1-33; Rom_10:1-21; Rom_11:1-36).


Hechos 13,51

Iconio, antiguamente ciudad de la Frigia, reunida posteriormente al distrito administrativo de Licaonia, pertenecía a la provincia romana de Galacia.