Hechos 14 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 28 versitos |
1 Y aconteció en Iconio, según su proceder habitual, entrar ellos en la sinagoga de los judíos y hablar de tal manera que creyó gran multitud, así de judíos como de griegos.
2 Mas los judíos contumaces excitaron y malearon los ánimos de los gentiles contra los hermanos.
3 Detuviéronse, pues, allí bastante tiempo, actuando animosa y confiadamente en el Señor, que con su testimonio acreditaba la palabra de su gracia, otorgando que por manos de ellos se obrasen señales y prodigios.
4 Y se dividió en bandos la muchedumbre de la ciudad, y unos estaban por los judíos, otros por los apóstoles.
5 Y como se produjeran conatos de violencia tanto de los gentiles como de los judíos, que, a una con sus jefes, intentaban ultrajarlos y apedrearlos,
6 ellos, dándose cuenta de la situación, se refugiaron con la huida en las ciudades de Licaonia, Listra y Derbe y su comarca.*
7 Y allí iban anunciando la buena nueva.
8 Había en Listra un hombre impedido de los pies, sin moverse de su asiento; cojo desde el seno de su madre, jamás había andado.
9 Este escuchaba a Pablo mientras hablaba: el cual, fijando en él la vista y viendo que tenía fe de obtener la salud,
10 dijo con voz fuerte: Levántate sobre tus pies derecho. Y dio un salto y se puso a andar.
11 Y las turbas, al ver lo que Pablo había hecho, levantaron la voz, diciendo en licaonio: Los dioses, tomando figura de hombres, bajaron a nosotros.
12 Y llamaban a Bernabé Zeus y a Pablo Hermes, por ser éste quien llevaba la dirección de la palabra. *
13 Y el sacerdote del Zeus que estaba delante de la ciudad, habiendo traído toros y coronas a las puertas, juntamente con las turbas quería ofrecer sacrificio. *
14 Al enterarse de esto, los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgando sus vestiduras, se lanzaron en medio de la turba, gritando
15 y diciendo: Hombres, ¿qué es eso que hacéis? También nosotros somos hombres de igual condición que vosotros, que os predicamos que, dejadas esas cosas vanas, os volváis al Dios viviente, el que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo cuanto existe en ellos.
16 El cual en las pasadas edades dejó a todas las gentes andar cada cual por su camino,
17 si bien no dejó de dar testimonio de sí mismo, derramando bienes, dándoos desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, llenando de sustento y de alegría vuestros corazones.
18 Y diciendo esto, a duras penas lograron que las turbas desistiesen de ofrecerles sacrificios.
19 Pero sobrevinieron de Antioquía y de Iconio unos judíos, y, habiendo persuadido a las turbas, apedrearon a Pablo y le arrastraron a las afueras de la ciudad, dándole ya por muerto.
20 Mas, habiéndole rodeado los discípulos, levantándose entró en la ciudad. Y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe. *
21 Y habiendo evangelizado aquella ciudad y hecho numerosos discípulos, se tornaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, *
22 confortando las almas de los discípulos, animándoles a perseverar en la fe, y que «por muchas tribulaciones hemos de entrar en el reino de Dios».
23 Y habiéndoles puesto de su mano presbíteros en cada Iglesia, hecha oración acompañada de ayunos, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. *
24 Y atravesando la Pisidia, llegaron a Panfilia;
25 y habiendo hablado en Perge la palabra, bajaron a Atalía. *
26 Y de allí se embarcaron para Antioquía, desde donde habían sido entregados a la gracia de Dios para la obra a que habían dado remate.
27 y habiendo llegado y congregado la Iglesia, referían cuanto Dios había hecho con ellos, y que había abierto a los gentiles la puerta de la fe. *
28 Y demoraron no poco tiempo con los discípulos.

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Introducción a Hechos




HECHOS DE LOS
APOSTÓLES

AUTENTICIDAD. — El testimonio unánime y universal de los escritores eclesiásticos de los tres primeros siglos a favor de la autenticidad del libro de los Hechos como obra de San Lucas es una prueba documental cual no lo posee a su favor ningún escrito profano de la antigüedad, y que sólo puede compararse con la que acredita la autenticidad de los Evangelios o de las Epístolas de San Pablo. Y si callase la prueba testifical, bastaba la sola crítica interna para descubrir al verdadero autor de los Hechos. Los prólogos gemelos de las dos obras, y no menos la identidad de lenguaje, en la lexicografía, en la construcción, en los modismos, están diciendo a voces que el autor de los Hechos es el autor mismo del tercer Evangelio. Y los numerosos rasgos paulinos delatan la mano del fiel discípulo de San Pablo, como los frecuentes términos de medicina señala a Lucas el médico. HISTORICIDAD. — Los numerosísimos datos acumulados en la historia de los Hechos, el contacto constante con toda la vida social, política y religiosa de tantos pueblos diferentes y aun contrarios, nos permiten hoy día comprobar la verdad y fidelidad de la narración. Cuanto ha podido comprobarse, que es poco menos que todo, ha resultado rigurosamente exacto. Y es interesante que las dudas suscitadas contra algún pormenor de la narración de los Hechos han sido últimamente disipadas. Un ejemplo significativo. Habla Lucas de Sergio Pablo, procónsul de Chipre- Algunos críticos osaron atacar la exactitud de la expresión, afirmando que Sergio Pablo no fue procónsul, sino propretor. Pero las inscripciones recientemente descubiertas en Chipre hablan del procónsul Sergio Pablo. Y es tanto más admirable la exactitud de Lucas, por cuanto la provincia de Chipre sólo por breve tiempo fue senatoria (o gobernada por un procónsul), habiendo sido poco antes y poco después imperial (o regida por un propretor). Con igual precisión habla del procónsul de Acaya, de los asiarcas y del escriba de Efeso, de los pretores o estrategos de Filipos, de los politarcas de Tesalónica, del Primero de Malta. Y el largo viaje marítimo narrado en los dos últimos capítulos ha sido considerado por los técnicos como un portento de exactitud y precisión. TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN. — El año en que se escribió el libro de los Hechos es la bate o punto de referencia para conocer la cronología de los tres primeros Evangelios. De ahí su importancia. Terminan los Hechos en el bienio de la custodia libera en que estuvo San Pablo durante los años 61-63 (o 60-62), sin mencionar la sentencia judicial, que fue entonces de absolución. Al fin, por tanto, de este bienio hubo de terminarse la composición de los Hechos. Como los Hechos comienzan refiriéndose al «primer tratado» (1:1), que es el tercer Evangelio, síguese de ahí que éste hubo de escribirse anteriormente, tal vez hacia el año 60. Por otra parte, sabemos por la tradición que los Evangelios de Mateo y Marcos son anteriores al de Lucas. Fueron, por tanto, escritos antes del año 60, verosímilmente hacia los años 50 y 55, respectivamente. EL TEXTO. — Unos pocos códices, llamados occidentales, representan un tipo de texto algo más largo que el de los códices orientales. Surge, pues, el problema: ¿cuál de los dos textos es el primitivo y genuino? ¿Hay interpolaciones en el texto occidental o más bien hay o misiones en el oriental ? No es posible dar una solución simple y tajante. Sólo en general puede decirse que, si algunas veces es el texto oriental quien abrevia indebidamente el texto primitivo, las más de las veces, empero, es el occidental quien lo interpola. Algunas de estas interpolaciones parecen ser anotaciones hechas al texto de Lucas por algunos que quisieron enriquecerlo con noticias personales que parecen fidedignas.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Hechos 14,6

Listra y Derbe, pertenecientes a la Licaonia propiamente dicha, se hallaban al S. y al SE., respectivamente, de Iconio.


Hechos 14,12

Acaso la buena presencia de Bernabé contribuyó a que lo identificasen con Zeus o Júpiter.


Hechos 14,13

CORONAS: propiamente las cintas para entretejer las guirnaldas con que se coronaban las víctimas y los sacerdotes.


Hechos 14,20

Derbe distaba de Listra unos 27 kilómetros en la dirección ESE. Parece que en Derbe dejaron predicar en paz a los apóstoles. A lo menos, al mencionar más tarde Pablo las persecuciones padecidas «en Antioquia, Iconio y Listra» (2Ti_3:11), nada dice de Derbe.


Hechos 14,21-25

Recorren en sentido inverso el mismo itinerario. Su objeto era consolidar su obra y organizar las Iglesias.


Hechos 14,23

El verbo griego kheirotonésantes (= habiendo puesto de su mano), que posteriormente vino a ser el término para significar la ordenación sagrada, significa aquí consagrar y colocar al frente, es decir, dar la doble potestad de orden y de jurisdicción. Los aquí llamados PRESBÍTEROS bien pudieron ser obispos.


Hechos 14,25

Predican ahora el Evangelio en la ciudad de Perge, en que antes sólo habían estado de paso. Atalía era el puerto de Panfilia.


Hechos 14,27

DIOS HABÍA ABIERTO A LOS GENTILES LA PUERTA DE LA FE: ésta es la significación y la trascendencia del primer viaje apostólico de Pablo y Bernabé: la admisión de la gentilidad en el cristianismo sin pasar por la circuncisión.