Hechos 16 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 40 versitos |
1 Y siguió adelante hasta llegar a Derbe y a Listra. Y se encontró allí con un discípulo por nombre Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre gentil,
2 que tenía a su favor el testimonio de los hermanos que había en Listra y en Iconio.
3 Este quiso Pablo que viniese con él; y tomándole, lo circuncidó a causa de los judíos que había en aquellos lugares, pues sabían todos que su padre era gentil.
4 Y como iban pasando por las ciudades, les entregaban, para que las observasen, las decisiones decretadas por los apóstoles y presbíteros que estaban en Jerusalén.
5 Y las Iglesias se robustecían en la fe y crecían en número de día en día.
6 Y atravesaron la Frigia y la región de Galacia, impedidos por el veto del Espíritu Santo de anunciar la palabra en el Asia. *
7 Y como llegaron cerca de la Misia, intentaban dirigirse a la Bitinia, y no se lo consintió el Espíritu de Jesús;
8 y dejando a un lado la Misia, bajaron a Tróade.
9 Y una visión durante la noche se le mostró a Pablo: un hombre macedonio estaba allí de pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y socórrenos.
10 En cuanto hubo visto esta visión, al punto tratamos de salir para Macedonia, coligiendo que Dios nos había llamado a evangelizarles. *
11 Dándonos, pues, a la vela, desde Tróade nos fuimos con rumbo directo a Samotracia, y al día siguiente a la Ciudad Nueva, *
12 y de allí a Filipos, que es la primera ciudad del distrito de Macedonia, colonia romana. Y nos detuvimos en esta ciudad durante algunos días. *
13 Y al llegar el día del sábado, salimos fuera de la ciudad a la orilla de una corriente, donde pensábamos habría un lugar de oración, y sentándonos hablábamos a las mujeres que habían concurrido. *
14 Y cierta mujer por nombre Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba escuchando; cuyo corazón abrió Dios para que prestase atención a lo que Pablo decía. *
15 Y así que fue bautizada, lo mismo que su familia, nos instó diciendo: Si habéis juzgado que tengo de veras fe en el Señor, entrad en mi casa y posad en ella. Y nos forzó a ello.
16 Y aconteció que, yendo nosotros al lugar de oración, vino a nuestro encuentro una muchacha que tenía un espíritu pitón, la cual, ejerciendo la adivinación, proporcionaba a sus amos muchas ganancias. *
17 Esta, siguiendo tras Pablo y tras de nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, los cuales os anuncian el camino de la salud.
18 Y esto hacía durante muchos días. Incomodado, por fin, Pablo y vuelto al espíritu, dijo: Te intimo en el nombre de Jesu-Cristo que salgas de ella. Y salió en el mismo instante.
19 Al ver sus amos que se les había ido la esperanza de su ganancia, asiendo a Pablo y a Silas, los arrastraron al foro ante los magistrados;
20 y presentándolos a los pretores, dijeron: Estos hombres revuelven nuestra ciudad, judíos como son, *
21 y predican usanzas que no nos es lícito aceptar ni practicar, romanos como somos.
22 Y se amotinó la turba contra ellos; y los pretores, habiéndoles arrancado las vestiduras, dieron orden de apalearlos;
23 y después de haberles cargado de golpes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero los guardase bien asegurados;
24 el cual, recibida semejante orden, los metió en el calabozo interior y sujetó sus pies metiéndolos en el cepo.
25 Mas hacia la media noche, Pablo y Silas, haciendo oración, cantaban himnos a Dios, y los escuchaban los presos. *
26 De improviso vino un gran terremoto, tal que se conmovieron los cimientos de la cárcel; y abriéronse en un instante todas las puertas, y las prisiones de todos se soltaron.
27 Despertado el carcelero y viendo abiertas las puertas de la cárcel, tirando de la espada, iba ya a matarse imaginándose que se habían fugado los presos.
28 Gritó Pablo a grandes voces, diciendo: No te hagas mal alguno, que todos estamos aquí.
29 Y habiendo pedido luz, entró de un salto, y todo temblando se echó a los pies de Pablo y de Silas;
30 y sacándolos afuera dijo: Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo tú y tu casa.
32 Y le hablaron la palabra del Señor, y con él a todos los de su casa.
33 Y tomándolos consigo en aquella misma hora de la noche, lavó sus heridas, y fue bautizado él y todos los suyos inmediatamente.
34 Y habiéndolos hecho subir a su casa, les puso la mesa, y se regocijó con toda su familia de haber creído en Dios.
35 Y cuando se hizo de día, enviaron lo pretores a los lictores, diciendo: Pon en libertad a aquellos hombres.
36 Comunicó el carcelero estas órdenes a Pablo: que han enviado a decir los pretores que se os ponga en libertad. Ahora, pues, salid e idos en paz.
37 Mas Pablo les dijo: Después de azotarnos públicamente, sin sentencia judicial, con ser hombres romanos, nos echaron en la cárcel, y ahora ¿secretamente nos echan fuera? No tal, sino vengan ellos mismos y sáquennos.
38 Refirieron los lictores a los pretores estas palabras. Y temieron al oír que eran romanos.
39 Y viniendo, les dieron satisfacción, y habiéndolos sacado, les rogaban que se partiesen de la ciudad.
40 En saliendo de la cárcel entraron en casa de Lidia, y viniendo a los hermanos los animaron, y salieron. *

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Introducción a Hechos




HECHOS DE LOS
APOSTÓLES

AUTENTICIDAD. — El testimonio unánime y universal de los escritores eclesiásticos de los tres primeros siglos a favor de la autenticidad del libro de los Hechos como obra de San Lucas es una prueba documental cual no lo posee a su favor ningún escrito profano de la antigüedad, y que sólo puede compararse con la que acredita la autenticidad de los Evangelios o de las Epístolas de San Pablo. Y si callase la prueba testifical, bastaba la sola crítica interna para descubrir al verdadero autor de los Hechos. Los prólogos gemelos de las dos obras, y no menos la identidad de lenguaje, en la lexicografía, en la construcción, en los modismos, están diciendo a voces que el autor de los Hechos es el autor mismo del tercer Evangelio. Y los numerosos rasgos paulinos delatan la mano del fiel discípulo de San Pablo, como los frecuentes términos de medicina señala a Lucas el médico. HISTORICIDAD. — Los numerosísimos datos acumulados en la historia de los Hechos, el contacto constante con toda la vida social, política y religiosa de tantos pueblos diferentes y aun contrarios, nos permiten hoy día comprobar la verdad y fidelidad de la narración. Cuanto ha podido comprobarse, que es poco menos que todo, ha resultado rigurosamente exacto. Y es interesante que las dudas suscitadas contra algún pormenor de la narración de los Hechos han sido últimamente disipadas. Un ejemplo significativo. Habla Lucas de Sergio Pablo, procónsul de Chipre- Algunos críticos osaron atacar la exactitud de la expresión, afirmando que Sergio Pablo no fue procónsul, sino propretor. Pero las inscripciones recientemente descubiertas en Chipre hablan del procónsul Sergio Pablo. Y es tanto más admirable la exactitud de Lucas, por cuanto la provincia de Chipre sólo por breve tiempo fue senatoria (o gobernada por un procónsul), habiendo sido poco antes y poco después imperial (o regida por un propretor). Con igual precisión habla del procónsul de Acaya, de los asiarcas y del escriba de Efeso, de los pretores o estrategos de Filipos, de los politarcas de Tesalónica, del Primero de Malta. Y el largo viaje marítimo narrado en los dos últimos capítulos ha sido considerado por los técnicos como un portento de exactitud y precisión. TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN. — El año en que se escribió el libro de los Hechos es la bate o punto de referencia para conocer la cronología de los tres primeros Evangelios. De ahí su importancia. Terminan los Hechos en el bienio de la custodia libera en que estuvo San Pablo durante los años 61-63 (o 60-62), sin mencionar la sentencia judicial, que fue entonces de absolución. Al fin, por tanto, de este bienio hubo de terminarse la composición de los Hechos. Como los Hechos comienzan refiriéndose al «primer tratado» (1:1), que es el tercer Evangelio, síguese de ahí que éste hubo de escribirse anteriormente, tal vez hacia el año 60. Por otra parte, sabemos por la tradición que los Evangelios de Mateo y Marcos son anteriores al de Lucas. Fueron, por tanto, escritos antes del año 60, verosímilmente hacia los años 50 y 55, respectivamente. EL TEXTO. — Unos pocos códices, llamados occidentales, representan un tipo de texto algo más largo que el de los códices orientales. Surge, pues, el problema: ¿cuál de los dos textos es el primitivo y genuino? ¿Hay interpolaciones en el texto occidental o más bien hay o misiones en el oriental ? No es posible dar una solución simple y tajante. Sólo en general puede decirse que, si algunas veces es el texto oriental quien abrevia indebidamente el texto primitivo, las más de las veces, empero, es el occidental quien lo interpola. Algunas de estas interpolaciones parecen ser anotaciones hechas al texto de Lucas por algunos que quisieron enriquecerlo con noticias personales que parecen fidedignas.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Hechos 16,6

LA FRIGIA Y LA REGIÓN DE GALACIA: esta expresión ha dado lugar a vivas controversias, importantes por su repercusión en la interpretación de la Epístola a los Gálatas. El punto principal del problema es: ¿LA REGIÓN DE GALACIA es la Galacia propiamente dicha (septentrional), o bien la provincia romana de Galacia ? La opinión hoy más común, y más probable, es que la Galacia debe aquí entenderse en sentido etnográfico y no en sentido político. Prescindiendo de otros argumentos, la expresión misma de «la región de Galacia» favorece esta opinión. En este supuesto, el itineraria de San Pablo parece debe reconstruirse de esta manera: una vez recorridas las ciudades antes evangelizadas (Derbe, Listra, Iconio y Antioquia de Pisidia), se proponía seguir adelante en dirección O., hacia Efeso, capital del Asia proconsular; pero el veto del Espíritu Santo les obliga a modificar sus planes, y piensan en Bitinia; tomando la dirección N. y NO., ATRAVESARON LA FRIGIA Y LA REGIÓN DE GALACIA, sin intención de evangelizar estas regiones: pero una enfermedad obliga a Pablo a detenerse, detención que él aprovecha para evangelizar a los gálatas (Gál_4:13); una vez restablecido, retrocede hacia el O., y al llegar a la frontera de Misia o cerca, otro veto del Espíritu Santo les impide entrar en Bitinia; entonces, siguiendo adelante Y DEJANDO A UN LADO LA MISIA (o atravesándola por su parte septentrional), BAJARON A TRÓADE.


Hechos 16,10

TRATAMOS: es la primera vez que el autor de los Hechos habla en primera persona, como testigo ocular de los hechos que refiere. Aunque, según el códice D y otros documentos occidentales, ya antes, en Hch_11:28, emplea San Lucas la primera persona. Si Lucas, «el médico querido» (Col_4:14), se asoció a Pablo por primera vez en Tróade o le había acompañado desde Antioquia, no consta con certeza. Pablo, pues, cuenta con tres excelentes auxiliares: Sila (o Silvano), Timoteo y Lucas.


Hechos 16,11

TRÓADE: ciudad edificada a 18 kilómetros al S. de la Troya homérica.

|| SAMOTRACIA: pequeña isla en el N. del mar Egeo, casi a medio camino entre Tróade y la Ciudad Nueva.

|| CIUDAD NUEVA ( Nea Polis ): puerto al N. del Egeo, hoy Kavala.


Hechos 16,12

FILIPOS: a unos 12 kilómetros al NO. de Nea Polis . La expresión LA PRIMERA CIUDAD DEL DISTRITO DE MACEDONIA (literalmente «la primera de la parte de Macedonia») es interpretada de diferentes maneras. La más sencilla sería que para quien entraba en Macedonia por Nea Polis (que por entonces pertenecía a la Tracía), la primera ciudad que se encontraba era Filipos. Otros, en vez de «la primera ciudad del distrito», leen «ciudad del primero de los (cuatro) distritos» en que estaba dividida Macedonia; interpretación enteramente satisfactoria si no careciese de base documental.

|| COLONIA romana: a consecuencia de la victoria de Filipos (42 a. de C), Octavio (Augusto) elevó la ciudad a la categoría de colonia, donde estableció a numerosos veteranos de sus tropas, con todos los privilegios del Ius Italicum .


Hechos 16,13

LUGAR DE ORACIÓN: sinagoga, o que hacía sus veces.


Hechos 16,14

TIATIRA, ciudad del Asia proconsular, una de las siete a las cuales van dirigidas las cartas preliminares del Apocalipsis.

|| ADORABA A DIOS: adherida al monoteísmo de Israel.


Hechos 16,16

PITÓN: así se llamó al dragón fabuloso (muerto por Apolo) cuya piel recubría el trípode en que se sentaba la adivina (pitonisa) de Delfos para pronunciar los oráculos. De ahí vino a significar espíritu de adivinación .


Hechos 16,20

PRETORES: literalmente estrategos o generales: así se llamaban, a lo menos en el lenguaje corriente, los duuinviros o supremos magistrados de las colonias .


Hechos 16,25

CANTABAN HIMNOS: era para sorprender y asombrar el que dos presos, en el calabozo, a media noche, en vez de echar imprecaciones, prorrumpiesen en dulces himnos, que, en el profundo silencio de las sombras, parecerían ecos de otro mundo.


Hechos 16,40

SALIERON: Pablo y Silas. Los otros dos compañeros, Timoteo y Lucas, parece quedaron todavía algún tiempo en Filipos.