Efesios  6 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 24 versitos |
1 Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque eso es justo.
2 Honra a tu padre y a tu madre es el primer mandamiento al que se añade una promesa:
3 Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.
4 Padres, no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos según el Señor.
5 ° Esclavos, obedeced a vuestros amos de la tierra con respeto y temor, con la sencillez de vuestro corazón, como a Cristo.
6 No por las apariencias, para quedar bien ante los hombres, sino como esclavos de Cristo que hacen, de corazón, lo que Dios quiere,
7 de buena gana, como quien sirve al Señor y no a hombres.
8 Sabed que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre, se lo pagará el Señor.
9 Amos, comportaos también vosotros del mismo modo, dejándoos de amenazas; sabéis que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ese no es parcial con nadie.
10 Por lo demás, buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder.
11 Poneos las armas de Dios, para poder afrontar las asechanzas del diablo,
12 porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos del aire.
13 Por eso, tomad las armas de Dios para poder resistir en el día malo y manteneros firmes después de haber superado todas las pruebas.
14 Estad firmes; ceñid la cintura con la verdad, y revestid la coraza de la justicia;
15 calzad los pies con la prontitud para el evangelio de la paz.
16 Embrazad el escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del maligno.
17 Poneos el casco de la salvación y empuñad la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.
18 Siempre en oración y súplica, orad en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con constancia, y suplicando por todos los santos.
19 Pedid también por mí, para que cuando abra mi boca, se me conceda el don de la palabra, y anuncie con valentía el misterio del Evangelio,
20 del que soy embajador en cadenas, y tenga valor para hablar de él como debo.
21 Tíquico, hermano querido y ministro fiel del Señor, os informará de todo para que sepáis cómo me va y lo que hago.
22 Para ello os lo envío, para que tengáis noticias mías y para que os dé ánimos.
23 A los hermanos, paz, amor y fe de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
24 La gracia para todos los que aman al Señor Jesucristo con amor incorruptible.

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Introducción a Efesios 

EFESIOS

La carta a los Efesios forma parte del grupo de las cartas de la cautividad llamadas así por la mención de la prisión o de las cadenas en que se encontraba Pablo cuando las escribió (Efe 3:1; Efe 4:1; Efe 6:20; véase Flp 1:7; Flp 1:12-17; Col 4:3; Col 4:10; Col 4:18; Flm 1:9-10; Flm 1:13; Flm 1:23). Cronológicamente se sitúan en una época posterior a las grandes cartas (1-2 Corintios, Gálatas, Romanos), tal vez en la primera cautividad romana (61-63). Pero en la hipótesis de una autoría paulina mediata, la fecha podría retrasarse a los años ochenta. Lo mismo que Romanos es la cima de las grandes cartas, Efesios lo es del grupo de cartas de la cautividad. De ella se ha dicho que es una de las más elevadas creaciones de la mente humana, toda centrada en la eternidad: la carta teológica por antonomasia, y la corona de los escritos de Pablo.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Efesios  6,5-9*6:5-9 Sin pronunciarse sobre la realidad social de la esclavitud, Pablo señala aquí las motivaciones nuevas que deben animar las relaciones entre esclavos y amos cristianos: ante todo, hay una reciprocidad de deberes entre ellos; en segundo lugar, por encima de todos está el Amo.