II Tesalonicenses  1 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 12 versitos |
1 Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses en Dios, nuestro Padre, y en el Señor Jesucristo.
2 A vosotros gracia y paz de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
3 Debemos dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente y sigue aumentando el amor mutuo de todos y cada uno de vosotros.
4 Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las iglesias de Dios por vuestra paciencia y vuestra fe en medio de todas las persecuciones y tribulaciones que estáis soportando.
5 Así se pone de manifiesto el justo juicio divino, de manera que lleguéis a ser dignos del reino de Dios, por el cual padecéis;
6 pues es justo a los ojos de Dios retribuir con tribulaciones a los que os atribulan;
7 en cambio, concederos a vosotros, los que pasáis tribulación, el debido descanso, juntamente con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles,
8 en medio de un fuego llameante, para hacer justicia contra los que se niegan a reconocer a Dios y contra los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús;
9 estos sufrirán el castigo de una ruina definitiva, lejos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
10 cuando, en aquel día, venga a manifestar su gloria entre sus santos y a provocar la admiración entre todos los creyentes; pues vosotros creísteis nuestro testimonio.
11 Por esto, oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe.
12 De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.

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Introducción a II Tesalonicenses 

2 TESALONICENSES

La redacción de 2 Tesalonicenses habría que situarla en el año 50, unos meses después de 1 Tesalonicenses. Pablo sigue en Corinto. La nueva carta dirigida a los cristianos de Tesalónica transcurre en un tono más impersonal que la primera y está dedicada casi enteramente a aclarar algunas ideas sobre la venida del Señor (parusía), a corregir falsas interpretaciones de ciertas enseñanzas del Apóstol sobre este tema, y a hacer frente, quizá, a alguna otra carta (¿perdida?) que había sido presentada como de Pablo (2Ts 2:2) y había sembrado la confusión entre aquellos cristianos.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas