Hebreos 10 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 39 versitos |
1 Porque la ley, habiendo tenido en sí misma la sombra de las cosas buenas venideras, no era la sustancia misma de las cosas. Por lo cual, aunque eran ofrecidos los mismos sacrificios año tras año, nunca pudieron perfeccionar a los que los ofrecían,
2 porque si los hubieran perfeccionado, sin duda entonces hubieran desistido de sus sacrificios, por cuanto ya no los acosaría más su conciencia por los pecados de los cuales una vez fueron purificados,
3 sino que por medio de los sacrificios hacían memoria de sus pecados año tras año,
4 porque la sangre de los toros y de los cabritos no puede limpiar los pecados.
5 Por lo que, al entrar Él al mundo, dijo:
“EN SACRIFICIOS Y OFRENDAS NO TE HAS COMPLACIDO, PERO ME HAS VESTIDO CON UN CUERPO;
6 HOLOCAUSTOS COMPLETOS POR LOS PECADOS NO HAS DEMANDADO.
7 “ENTONCES DIJE: ‘HE AQUÍ, YO VENGO PARA HACER TU VOLUNTAD, oh DIOS, PORQUE EN EL PRINCIPIO DE LOS LIBROS ESTÁ ESCRITO DE MÍ ’”.
8 Lo citado dice: SACRIFICIOS, OFRENDAS Y HOLOCAUSTOS COMPLETOS POR LOS PECADOS NO HAS DEMANDADO, los cuales eran ofrecidos conforme a la ley.
9 Y enseguida Él dice: “HE AQUÍ, YO VENGO PARA HACER TU VOLUNTAD, OH DIOS”. Por este medio, anula lo primero para establecer lo segundo,
10 y por esta voluntad suya somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una sola vez.
11 Porque todo sumo sacerdote que estaba constituido y servía día tras día en el culto, ofrecía los mismos sacrificios que nunca podían limpiar los pecados.
12 Pero Éste, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, SE SENTÓ A LA DIESTRA DE DIOS PARA SIEMPRE,
13 y espera desde entonces HASTA QUE SUS ADVERSARIOS SEAN PUESTOS POR ESTRADO DEBAJO DE SUS PIES,
14 porque con una sola ofrenda ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados por Él.
15 Además, también el Espíritu Santo nos es testigo, porque dijo:
16 “ÉSTE ES EL PACTO QUE LES DARÉ DESPUÉS DE AQUELLOS DÍAS, DECLARA YAHWEH: ‘PONDRÉ MI LEY EN SUS MENTES, Y LA ESCRIBIRÉ EN SUS CORAZONES,
17 Y NO RECORDARÉ SUS INIQUIDADES NI SUS PECADOS’”.
18 Así que, donde hay perdón de pecados, no se requiere ofrenda por los pecados.
19 Puesto que tenemos, hermanos míos, libertad de acceso al Santuario por la sangre de Jesús,
20 por una senda de vida que ahora inauguró para nosotros mediante el velo, es decir, su carne,
21 y por cuanto tenemos un Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos, entonces, con un corazón genuino y en la confianza de la fe, habiendo sido rociados y purificados nuestros corazones de mala conciencia, y lavado nuestro cuerpo con agua pura,
23 asiéndonos firmemente de la confesión de nuestra esperanza, sin fluctuar, porque fiel es el que nos prometió.
24 Considerémonos, pues, unos a otros, para estimularnos al amor y a las buenas obras,
25 y no dejemos de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino intercedamos unos por otros, con mayor razón cuando vemos que aquel día se acerca,
26 porque si alguno peca deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no hay sacrificio que pueda ofrecerse por los pecados,
27 sino que un terrible juicio está preparado, y el celo de un fuego que consumirá a los adversarios.
28 Porque si aquel que transgredía la ley de Moisés moría sin misericordia por la declaración de dos o tres testigos,
29 ¿cuánto mayor castigo creen ustedes que recibirá el que pisotee al Hijo de Dios, al considerar como la de un hombre común la sangre de su pacto, por la cual fue santificado, y afrente al Espíritu de gracia?
30 Conocemos al que dijo: “MÍA ES LA VENGANZA, YO DARÉ LA RETRIBUCIÓN”; y otra vez: “YAHWEH JUZGARÁ A SU PUEBLO”.
31 ¡Muy horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
32 Acuérdense, pues, de los días pasados en los cuales, habiendo recibido el bautismo, soportaron una gran lucha de padecimientos,
33 siendo espectáculo en injurias y angustias, tomando también parte con los que soportaron estas cosas.
34 También se compadecieron de los presos, y el despojo de sus bienes sobrellevaron con gozo, porque ustedes saben que tienen una mejor y perdurable posesión en el Cielo.
35 Por tanto, no pierdan la confianza que tienen, porque está preparada para ella una gran recompensa,
36 por cuanto les es necesaria la perseverancia para que hagan la voluntad de Dios y obtengan la promesa,
37 porque el tiempo es poco, y muy corto, porque el que ha de venir vendrá, y no tardará.
38 Mas EL JUSTO VIVIRÁ POR MI FE, pero si retrocede, mi alma no se agradará de él.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para dirigirse a la perdición, sino de la fe que preserva nuestra alma.

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Introducción a Hebreos

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