Judith 11 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 23 versitos |
1 Holofernes le dijo: «¡Ánimo, señora! No tengas miedo, porque yo no hago mal a nadie que esté dispuesto a servir a Nabucodonosor, rey de toda la tierra.
2 Tampoco habría alzado mi lanza contra los de tu pueblo, en la montaña, si ellos no me hubieran despreciado; pero ellos mismos se lo han buscado.
3 Dime ahora por qué huyes de ellos y te pasas a nosotros. Viniendo aquí has salvado tu vida. Ten confianza: no correrás peligro ni esta noche ni en el futuro.
4 Nadie te hará daño. Gozarás del trato que reciben los súbditos de mi señor, el rey Nabucodonosor».
5 Respondió Judit ° : «Señor, acoge las palabras de tu esclava, permite que tu sierva hable en tu presencia. No mentiré esta noche a mi señor.
6 Si sigues el consejo de tu sierva, Dios llevará a buen término tu empresa, y mi señor no fracasará en sus planes.
7 ¡Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y viva su poder, que te ha enviado a poner orden en todas las criaturas! Gracias a ti, no solo le servirán los hombres, sino que también, por tu fuerza, las fieras, los ganados y las aves del cielo estarán a disposición de Nabucodonosor y de su casa.
8 Hemos oído hablar de tu sabiduría y prudencia; el mundo entero comenta que sobresales en todo el reino por tu preclara inteligencia y tu singular destreza en el arte de la guerra.
9 Tenemos noticia de lo que dijo Ajior en tu consejo, pues los hombres de Betulia lo rescataron, y él les contó lo que había dicho aquí.
10 Dueño y señor, no desprecies sus palabras; tómalas en consideración, porque son verdad. Los de nuestro pueblo no sufrirán daño ni serán dominados por las armas si no pecan contra su Dios.
11 Pero ahora, señor, no debes sentirte burlado o fracasado, porque están condenados a muerte. Han caído en pecado —puesto que van a cometer una locura— y, cuando pecan, provocan la ira de su Dios.
12 Al verse faltos de alimentos y casi sin agua, han decidido echar mano de sus rebaños: están dispuestos a consumir todo lo que las leyes de su Dios les tienen prohibido comer.
13 Han decidido también consumir las primicias del trigo y los diezmos del vino y del aceite, cosas reservadas para los sacerdotes que ejercen su ministerio ante nuestro Dios en Jerusalén e intocables para nadie del pueblo.
14 Han despachado mensajeros a Jerusalén para obtener del consejo de ancianos el correspondiente permiso, puesto que la gente de allí ha hecho lo mismo.
15 Pero tan pronto como consigan el permiso y actúen en consecuencia, ese mismo día te serán entregados para que los destruyas.
16 Yo, tu sierva, al enterarme de esto, señor, escapé corriendo. Dios me envía para hacer contigo una hazaña que dejará asombrados a cuantos la oigan.
17 Porque tu sierva es una mujer piadosa que sirve día y noche al Dios del cielo. Ahora, señor, desearía quedarme a tu lado. Cada noche saldré al valle para pedir a Dios que me haga saber cuándo han cometido esos pecados.
18 Yo vendré a decírtelo; entonces tú sacarás todo el ejército y ninguno de ellos podrá resistir ante ti.
19 Te conduciré a través de Judea hasta llegar a Jerusalén y haré que te instales en medio de la ciudad. Ellos te seguirán como ovejas que han quedado sin pastor. Ni los perros te ladrarán. Todo esto me ha sido revelado y he sido enviada para comunicártelo».
20 Las palabras de Judit agradaron a Holofernes y sus servidores, los cuales, admirados de su sabiduría, comentaban:
21 «No hay en toda la tierra mujer como ella, tan hermosa y tan prudente en su hablar».
22 Holofernes le dijo: «Gracias a Dios por haberte hecho salir de tu pueblo para darnos el poder a nosotros y destruir a los que han despreciado a mi señor.
23 Eres tan hermosa como persuasiva. Si haces lo que has prometido, tu Dios será mi Dios, vivirás en el palacio del rey Nabucodonosor y serás famosa en toda la tierra».

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Introducción a Judith

JUDIT

El libro toma su nombre del de la protagonista, Judit, que significa «la judía»; ella es la israelita modelo, que tras sus hazañas llega a identificarse con el pueblo judío (Jdt 16:4; Jdt 16:11). Aunque realmente, el verdadero protagonista es Dios que salva a su pueblo por la mano de Judit. El relato tiene la apariencia de una narración histórica en la que abundan datos sobre lugares, fechas y personajes, pero muchos de sus datos nos muestran que no puede ser histórico. No es que su autor pretenda engañar al lector, ni que desconozca la historia; de hecho su intención no es hacer historia antigua, sino una teología de la historia de forma narrativa. Selecciona deliberadamente personajes y acontecimientos de diversas épocas con una finalidad religiosa: mostrar cómo Dios vence a los enemigos de su pueblo; su salvación no depende del poder militar, sino de la confianza y la fidelidad a él. La composición del libro hay que situarla entre la segunda mitad del siglo ii y principios del i.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Judith 11,1-23*8-16 Judit, que es viuda, representa la inesperada e imprevisible acción de Dios cuando, según lo narrado en Jdt 1:1-16; Jdt 2:1-28; Jdt 3:1-10; Jdt 4:1-15; Jdt 5:1-24; Jdt 6:1-21; Jdt 7:1-32, no queda ninguna esperanza. La viuda es prototipo de la debilidad y símbolo del Israel sufriente. Como en el resto de la Sagrada Escritura, la debilidad del instrumento realza la intervención de Dios.


Judith 11,5-19*11:5-19 Las palabras de Judit están llenas de equívocos, dobles sentidos e ironía, que engañan a Holofernes, dejando entrever al lector el verdadero sentido de estas afirmaciones. También las palabras de Holofernes (Jdt 11:1-4; s) contienen falsedades y dobles sentidos.