Eclesiástico 47 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 25 versitos |
1 ° Después de él surgió Natán | que profetizó en tiempos de David ° .
2 Como se separa la grasa en el sacrificio de comunión, | así David fue separado de entre los hijos de Israel.
3 Jugó con los leones como si fueran cabritos, | y con los osos como si fueran corderos.
4 ¿Acaso no mató de joven al gigante, | y quitó el oprobio del pueblo, | lanzando la piedra con la honda | y abatiendo la arrogancia de Goliat?
5 Porque invocó al Señor altísimo, | quien dio vigor a su diestra, | para aniquilar al potente guerrero | y reafirmar el poder de su pueblo.
6 Por eso lo glorificaron por los diez mil | y lo alabaron por las bendiciones del Señor, | ofreciéndole la diadema de gloria.
7 Pues él aplastó a los enemigos del contorno, | aniquiló a los filisteos, sus adversarios, | para siempre quebrantó su poder.
8 Por todas sus acciones daba gracias | al Altísimo, el Santo, proclamando su gloria. | Con todo su corazón entonó himnos, | demostrando el amor por su Creador.
9 Organizó coros de salmistas ante el altar, | y con sus voces armonizó los cantos; | y cada día tocarán su música.
10 Dio esplendor a las fiestas, | embelleció las solemnidades a la perfección, | haciendo que alabaran el santo nombre del Señor, | llenando de cánticos el santuario desde la aurora.
11 El Señor le perdonó sus pecados | y exaltó su poder para siempre: | le otorgó una alianza real | y un trono de gloria en Israel.
12 Le sucedió en el trono un hijo sabio, | que, gracias a él, vivió holgadamente.
13 Salomón reinó en tiempo de paz, | y Dios le dio tranquilidad en sus fronteras, | para que levantara un templo en su nombre | y edificara un santuario eterno.
14 ¡Qué sabio fuiste en tu juventud, | lleno de inteligencia como un río!
15 Tu espíritu cubrió la tierra, | la llenaste con enigmáticos proverbios.
16 Tu nombre llegó hasta las islas lejanas, | y fuiste amado por la paz que infundías.
17 De tus cantos, tus sentencias, tus proverbios | y tus interpretaciones se admiraron las naciones.
18 En nombre del Señor Dios, | que es llamado Dios de Israel, | amontonaste el oro como estaño, | como plomo multiplicaste la plata.
19 Pero entregaste tu cuerpo a las mujeres | y te dejaste dominar por ellas.
20 Profanaste así tu gloria | y deshonraste tu linaje, | acarreando la ira sobre tus hijos | y afligiéndolos con tu locura.
21 Por eso tu dinastía se dividió en dos, | y de Efraín surgió un reino rebelde.
22 Pero el Señor jamás retiró su misericordia, | no dejó que sus palabras se perdieran, | ni que se borrase la descendencia de su elegido, | ni que desapareciese el linaje del que fue su amado. | Por eso dio a Jacob un resto, | y a David un retoño nacido de él.
23 Descansó Salomón con sus padres | y dejó en el trono a uno de su linaje, | lo más loco del pueblo, falto de inteligencia: | Roboán, que pervirtió al pueblo con su consejo.
24 También Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel | e indicó a Efraín el camino del pecado. | Desde entonces el pueblo cometió tantos pecados | que fueron expulsados de su tierra.
25 Hicieron toda clase de maldades, | hasta que el castigo cayó sobre ellos.

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Introducción a Eclesiástico

ECLESIÁSTICO

Este libro, también conocido como Sirácida o de Ben Sira, fue tan leído en la Iglesia antigua que recibió el nombre de Eclesiástico, es decir, libro de la asamblea (ekklesia). Es el único libro del Antiguo Testamento que lleva la firma de su autor (Sir 50:27); fue escrito originalmente en hebreo por un maestro de sabiduría conocido como Jesús Ben Eleazar Ben Sira, hacia el 180 a.C. en Jerusalén. Ben Sira fue un sabio, un escriba profesional enamorado de la ley y de la sabiduría. Su pretensión fue transmitir el patrimonio religioso de Israel a las nuevas generaciones que, sin duda, sentían la atracción del mundo griego y de su cultura. Sin rechazar por principio las nuevas ideas que se iban infiltrando en la sociedad judía, el sabio supo inculcar a los jóvenes el valor de sus tradiciones y, sobre todo, su fe incondicional en Dios

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Eclesiástico 47,1-25*44:1-50:21 Inspirándose en los textos de las Escrituras, Ben Sira presenta una galería de personajes importantes de su pueblo que va desde el patriarca antediluviano Henoc hasta su contemporáneo, el sumo sacerdote Simón. Este himno canta la sabiduría creadora de Dios que se manifiesta en la historia de Israel (véase Sir 24:1-34). Es de notar que lo más original de esta composición es su presencia en una obra típicamente sapiencial. De este modo, el sabio establece un estrecho vínculo entre sabiduría, creación e historia.


Eclesiástico 47,1*47:1 A través del profeta Natán, Ben Sira vincula a David con Samuel. El sabio presenta la historia de David silenciando los aspectos más negativos de su conducta y resaltando por encima de todo sus cualidades poéticas y su contribución a la organización del culto (véase 1Cr 11:1-47; 1Cr 12:1-40; 1Cr 13:1-14; 1Cr 14:1-17; 1Cr 15:1-29; 1Cr 16:1-43; 1Cr 17:1-27; 1Cr 18:1-17; 1Cr 19:1-19; 1Cr 20:1-8; 1Cr 21:1-30; 1Cr 22:1-19; 1Cr 23:1-32; 1Cr 24:1-31; 1Cr 25:1-31; 1Cr 26:1-32; 1Cr 27:1-34; 1Cr 28:1-21; 1Cr 29:1-30).