Baruc 4 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 37 versitos |
1 Es el libro de los mandatos de Dios, | la ley de validez eterna ° : | los que la guarden vivirán; | los que la abandonen morirán.
2 Vuélvete, Jacob, a recibirla, | camina al resplandor de su luz;
3 no entregues a otros tu gloria, | ni tu dignidad a un pueblo extranjero.
4 ¡Dichosos nosotros, Israel, | que conocemos lo que agrada al Señor!
5 ¡Ánimo, pueblo mío ° , | que llevas el nombre de Israel!
6 Os vendieron a naciones extranjeras, | pero no para ser aniquilados. | Por la cólera de Dios contra vosotros, | os entregaron en poder del enemigo,
7 porque irritasteis a vuestro Creador, | sacrificando a demonios, no a Dios;
8 os olvidasteis del Señor eterno, | del Señor que os había alimentado, | y afligisteis a Jerusalén que os criaba.
9 Cuando ella vio que el castigo | de Dios se avecinaba, dijo: | Escuchad, habitantes de Sión, | Dios me ha cubierto de aflicción.
10 He visto que el Eterno ha mandado | cautivos a mis hijos y a mis hijas;
11 los había criado con alegría, | los despedí con lágrimas de pena.
12 Que nadie se alegre cuando vea | a esta viuda abandonada de todos. | Si ahora me encuentro desierta, | es por los pecados de mis hijos, | que se apartaron de la ley de Dios.
13 No reconocieron sus mandatos, | no siguieron la senda de sus preceptos, | se resistieron a caminar rectamente.
14 Acercaos, vecinas de Sión, | recordad que el Eterno decidió | desterrar a mis hijos y a mis hijas.
15 El Eterno envió contra ellos | a un pueblo lejano y despiadado, | a un pueblo de extraño lenguaje, | que no respetaba a los ancianos | ni tenía piedad de los niños.
16 A pesar de que era yo viuda, | se llevaron a mis hijos queridos, | me dejaron sola y sin hijas.
17 ¿Y qué puedo hacer por vosotros?
18 El que os causó semejante desgracia | os librará del poder del enemigo.
19 Marchad, hijos míos, marchad, | que aquí quedo yo abandonada.
20 Me he quitado el vestido de la paz | y me he puesto el sayal de suplicante | para clamar ante el Eterno mientras viva.
21 ¡Ánimo, hijos! Gritad a Dios | que os libre del poder enemigo.
22 Yo espero que el Eterno os salvará, | el Santo ya me llena de alegría, | pues muy pronto el Eterno, vuestro Salvador, | tendrá misericordia de vosotros.
23 Os despedí entre llantos y duelo, | pero Dios os devolverá a mí, | me colmará de alegría para siempre.
24 Si las vecinas de Sión hace poco | os vieron caminar al destierro, | muy pronto verán la salvación | que Dios os va a conceder, | pues va a venir acompañada | de la gloria y el esplendor del Eterno.
25 Hijos míos, llevad con paciencia | el castigo enviado por Dios. | Si te ha perseguido el enemigo, | pronto lo verás derrotado, | con el cuello sometido a tu pie.
26 Mis hijos delicados recorrieron | duros y ásperos caminos, | como rebaño que robó el enemigo.
27 ¡Ánimo, hijos! Gritad a Dios, | os castigó pero se acordará de vosotros.
28 Si un día os empeñasteis en alejaros de Dios, | volveos a buscarlo con redoblado empeño.
29 El mismo que os mandó las desgracias | os mandará el gozo eterno de vuestra salvación.
30 ¡Ánimo, Jerusalén! El Señor | que te dio su nombre te consolará.
31 ¡Malditos los que te han hecho daño, | los que se han alegrado de tu caída!
32 ¡Malditas las ciudades que esclavizaron a tus hijos! | ¡Maldita la ciudad donde fueron a parar!
33 Si se alegró al verte caer, | si contempló regocijada tu catástrofe, | se lamentará cuando sea devastada.
34 Le arrancaré el orgullo de ciudad populosa, | su altivez quedará reducida a duelo.
35 El fuego inextinguible del Eterno la devorará, | durante años será habitada por demonios.
36 Vuelve la mirada hacia oriente, Jerusalén; | contempla la alegría que Dios te envía.
37 Ahí llegan los hijos que viste marchar, | la palabra del Santo los ha convocado; | ya van viniendo de oriente a occidente, | llegan celebrando la gloria de Dios.

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Introducción a Baruc

BARUC

Este librito es una obra pseudoepigráfica, atribuida al escriba que aparece en el libro de Jeremías (Jer 32:12-16; Jer 36:4 ss; Jer 43:3 s; Jer 45:1). No se conoce el original hebreo, sino solo una versión griega. La Iglesia católica y las iglesias ortodoxas reconocen su canonicidad, no así los judíos y protestantes. El marco narrativo sitúa la obra en el período posexílico, pero es probable que su composición final se haya hecho entre los siglos iii y ii a.C. Siguiendo el criterio de algunos manuscritos griegos y de la Vulgata, se incluye la Carta de Jeremías como capítulo Bar 6:1-73 del libro.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Baruc 4,1*4:1 Probable identificación de la sabiduría divina con la ley mosaica, como puede verse también en Sir 24:23.


Baruc 4,5*4:5 Este primer grito de ánimo, que resuena hasta Bar 4:20, arrastra consigo una serie de expresiones de dolor y de abandono que recuerdan muy de cerca al libro de las Lamentaciones.