Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
112(iii) Defensa de Pablo y apelación a la ley romana (21,37-22,29). La primera de las tres
apologiae de Pablo, que aparecen en los ca(-)pítulos sobre los procesos judiciales (22,3-21; 24,10-21; 26,2-23), está enmarcada por un rela(-)to introductorio y otro conclusivo que forman una unidad literaria con ella; la mayor parte de su contenido es una creación propia del autor (Weiser,
Apg. 606-07). Una serie de revelacio(-)nes responde inicialmente a la pregunta por la identidad, al igual que el discurso responderá a la otra pregunta sobre su actividad, que el tri(-)buno ya le había hecho en el v. 33. La unión del discurso y la narración sitúan a Pablo en pie de igualdad con sus acusadores; en esta perspec(-)tiva encontramos las observaciones sobre su lengua (v. 40), el saludo «hermanos y padres» (22,1) y la afirmación tópica «yo soy judío» (22,3). Pablo afirma que pertenece plenamente a la comunidad sagrada del pueblo elegido, precisamente en este lugar, en el centro histó(-)rico del judaismo. Más aún, en cuanto judío ri(-)gorista, Pablo habla a sus iguales, y el peso de su argumentación, desarrollada en tomo al te(-)ma de la solidaridad, recae en que el aconteci(-)miento de Damasco, que se repite una segunda vez en 22,6-16, les habría llevado a la misma conclusión que a él, es decir, a la conversión y a la misión cristiana (Lóning,
Saulustradition [
? 54 supra] 174-75). 38.
el egipcio: La conclu(-)sión a la que llega el tribuno a propósito del griego utilizado por Pablo suena a una estrata(-)gema del autor. ¿Recuerda Lucas con ello otros levantamientos judíos contemporáneos para distanciarlos del cristianismo (Conzelmann)? Cf.
Ant. 20,8.6 § 169-70;
De Bell. 2,13.5 § 254-55; ? Historia, 75:179. 39.
Tarso: Una ciudad de una provincia romana que tenía el derecho de ciudadanía (? Pablo, 79:16-17). Por ahora, la ciudadanía romana de Pablo queda sin es(-)pecificar, para revelarse como clímax al final de la secuencia (22,25). 40.
en hebreo: Es decir, en ar., la lengua que se hablaba en la Palestina de esta época (cf. J. A. Fitzmyer,
WA 38-43). 22,1.
mi defensa: El término
apología (vb.
apologeisthai en 24,10; 26,1) define el género de los w. 3-21. Cf. Stolle,
Zeuge [? 54 supra] 237-41; F. Veltman, en
PerspLA 243-56.
113. Apología de Pablo (22,3-21). El discur(-)so no responde específicamente a la acusación que provocó el tumulto (21,28-29), sino que contribuye a la comprensión del lector sobre la vocación de Pablo, pues se construye sobre el relato de 9,1-19 (Dibelius,
Studies 159-60). Lu(-)cas aplica en este discurso, y en el cap. 26, su propia perspectiva al acontecimiento de Da(-)masco, transformando, resueltamente, el relato de conversión en un relato de vocación (? 53 su(-)pra). El orador es de nuevo interrumpido en el momento álgido de su intervención (v. 21; cf. 17,31), tal como lo será también en 26,23. Estas correspondencias manifiestan que el discurso del templo defiende la misión de Pablo, como el del cap. 26 lo hará de su mensaje. 3.
en esta ciu(-)dad: No obstante la opinión de M. Hengel (
Acts 81-82), este dato no parece ser muy plausible (?Pablo, 79-18).
educado: El Pablo lucano ofre(-)ce una visión «totalmente positiva» de su for(-)mación judía, en contra de las calificaciones de «inutilidad» y «basura» que hará el mismo apóstol (Flp 3,4-11; Lóning,
Saulustradition [?54 supra] 167). La razón de esta diferencia reside en que Lucas identifica ley y promesa (24,14-15; 26,5-7), mientras que Pablo las consi(-)dera contrarias (Gál 3,16-29; Rom 4,13-17).
la ley de nuestros padres: cf. Gál 1,13-14; Flp 3,6. 4-5. Sobre el papel de perseguidor (8,3; 9,1-2), cf. comentario sobre 26,9. 6-8. Cf. comentario so(-)bre 9,3-5, y nótese el típico aumento de detalles en el «retelling». 9.
vieron la luz: A los compa(-)ñeros les pasó lo contrario en 9,7; oían pero no veían. El cambio obedece a una intención: la luz tiene un carácter más revelatorio que combati(-)vo, y la voz emite un mensaje que sólo es signi(-)ficativo para Pablo. La tradición sobre Saulo se está reelaborando hábilmente como un relato del encargo directo que le dio el Cristo resucita(-)do.
11. el resplandor de aquella luz: Esta des(-)cripción disminuye, además, la importancia que el relato más antiguo daba al combate divi(-)no contra el perseguidor, al igual que elimina casi totalmente el dato de la curación (v. 13; cf. 9,17-19). 12.
Ananías: Su acreditación judía es novedosa con respecto de 9,10, y está suscitada por el foro y la audiencia del apologeta. 13. Cf. 9,17. 14.
para que veas... y oigas: Estas palabras no son una mera anticipación de la visión del templo (v. 18; así Stolle,
Zeuge [? 54 supra] 108), o solamente una interpretación de la visión de Damasco (w. 6-9; así Burchard,
Der dreizehnte Zeuge [? 50 supra] 107-08), sino que se refieren a ambos acontecimientos y establecen una co(-)nexión entre ellos. Aprendemos así el completo alcance del encargo recibido por Pablo, realiza(-)do de forma cumulativa mediante estos tres pa(-)sajes, siendo reservada la conclusión a la propia enseñanza que Pablo recibe del Señor (v. 21; así también 26,15-18).
el Justo: cf. 3,14; 7,52. 15.
testigo: Esta designación reinterpreta la frase «vasija de elección» de 9,15 en clave judicial. Es constitutivo del papel de «testigo» el status de acusado (Lc 21,12-13), en el que la contra(-)dicción y el conflicto hacen del testimonio del orador una continuación directa del propio tes(-)timonio de Jesús (Lóning,
Saulustradition [? 54 supra] 149; Stolle,
Zeuge [? 54 supra] 140-54). La frase «a todos los hombres» como destinata(-)rios del mensaje se opone al original «testigos ante el pueblo» (13,31), indicando que Pablo ex(-)tiende el testimonio apostólico a todo el mundo, que es lo que se ordenó en 1,8. 17-21. La visión de Pablo en el templo puede ser una tradición independiente (Burchard,
Der dreizehnte Zeuge [? 50 supra] 163-65), pero difícilmente puede considerarse un rival con pleno derecho a la tra(-)dición de Damasco (no
obstante Conzelmann,
Apg. 135). Más bien puede considerarse como una construcción lucana que defiende la legiti(-)midad histórica de la misión de Pablo a los gen(-)tiles mediante el mandato que recibió precisa(-)mente en el corazón religioso del judaismo (Weiser,
Apg. 411). El texto presupone 9,19b-30, pero dice algo completamente nuevo con rela(-)ción a este pasaje.
17. en el templo: El Dios a quien Pablo veneró como judío (v. 14) y aquel que dirige la misión a los gentiles es el único y el mismo (Dibelius,
Studies 161). 18.
no van a aceptar: El rechazo judío como preludio de la misión a los gentiles es un recurrente argumen(-)to lucano (13,46-48; 18,6; 28,25-28), y manifies(-)ta la mano del autor en la elaboración de esta vi(-)sión. Puesto que la misión de Pablo verificará el oráculo de Isaías sobre la ceguera de Israel (28,26-27), tal vez Lucas quiera evocar con su visión del templo la visión de Isaías (Is 6; así Betz, «Die Vision» [? 114 infra] 118-20). 19-20.
Yo dije: Esta respuesta se encuentra en el lugar de la protesta del sujeto que confiesa su indig(-)nidad ante un encargo divino (cf. Is 6,5). Sobre la debilidad que Lucas tenía por esta forma lite(-)raria, cf. T. Mullins,
JBL 95 (1976) 603-14; B. Hubbard, en
PerspLA 187-98. 20.
Esteban, tu testigo: Esta afirmación completa la repetición de 7,58-8,3, y coloca a Esteban en la «posición de testigo» en proximidad con Pablo, al igual que este último estaba en la escena del
protomartyrium. 21. a las más remotas naciones: Al igual que 13,47 ó 18,6, esta frase no implica una restricción de la audiencia de Pablo a los genti(-)les, sino que, más bien, reitera el dinamismo de una misión cada vez más impulsada hacia el ex(-)terior por el obstinado rechazo de sus primeros destinatarios.
114Apelación del prisionero a la ley ro(-)mana (vv. 22-29): 22.
hasta esta palabra: La
apología de Pablo se completa con «esta pala(-)bra»; así que la interrupción es una estrategia del historiador. El nuevo grito confirma la pa(-)labra que el Señor dirigió a Pablo (v. 18). 23.
lanzando polvo al aire: cf.
Beginnings 5.269-77. 24.
que lo sometieran a los azotes para averi(-)guar: Esta medida, con la que el tribuno que(-)ría averiguar la verdad, era legal solamente en los casos de extranjeros y esclavos, así que la declaración de Pablo de que era ciudadano ro(-)mano cancela rápidamente el procedimiento (cf.
Beginnings 4.282; 5.305). 25.
a azotar a un romano: De nuevo, Pablo apela a la
Lex Porcia (cf. comentario sobre 16,37). Entre 21,39 (pro(-)cedencia de Tarso) y 25,10, apelación al César, se produce una intensificación dramática en la que este texto funciona como baluarte in(-)termedio. 28.
yo la tengo de nacimiento: - Pa(-)blo, 79:15-17. Pablo tiene incluso una posición más alta que el tribuno en la escala social ro(-)mana. Dión Casio
(Hist. Rom. 60.17.5-6) nos da una idea del desembolso económico que implicaba comprar la ciudadanía.
(Betz, O., «Die Vision des Paulus im Tempel von Jerusalem»,
Verborum Ventas [Fest. G. Stahlin, ed. O. Bócher et. al., Wuppertal 1970] 113-23. Bur(-)chard,
Der Dreizehnte Zeuge [? 50 supra]. Jervell,
Luke and the People of God [? 85 supra] 153-83. Loning,
Saulustradition [? 54 supra], Stolle,
Zeuge [? 54 supra].)
115(iv) Pablo ante el sanedrín (22,30-23,11). En medio de un «haz de improbabili(-)dades históricas sin paralelos en el resto de la obra de Lucas» (Roloff,
Apg. 326), se nos exige aquí un gran esfuerzo para poder entender el recurso del tribuno al sanedrín, su improbable competencia para convocarlo y determinar su orden del día, el carácter de la asamblea (reu(-)nión o proceso, w. 30.6), el ataque de Pablo y su maldición, y, posteriormente, su increíble protesta de no haber reconocido al sumo sacer(-)dote y su manipulación del
odium theologicum de las distintas facciones para su propio bene(-)ficio. Cualquiera que sea su fundamento histó(-)rico, este texto es una clara referencia a los procesos ante el sanedrín que sufrieron Jesús (Lc 22,63-71), Pedro y Juan (4,5-22), los após(-)toles (5,26-40) y Esteban (6,12-7,60), y forma un
continuum histórico con ellos. De este mo(-)do, el proceso judicial contra el Jesús terreno se prolonga a través de cuatro procesos en He(-)chos, en los que el acusado es el Cristo del ke(-)rigma (Stolle,
Zeuge [? 54 supra] 234).
30. a todo el sanedrín: ? Lucas, 43:167.
23,1. una buena conciencia: cf. 24,16; 2 Cor 1,12.
he vivi(-)do: El vb. gr.
politeuesthai significa «cumplir el propio papel en la sociedad» (cf. Flp 1,27).
has(-)ta el día de hoy: Abarca la vida de Pablo como judío y como cristiano, implicando que no hay ruptura entre las dos fases (v. 6; 26,4-7). 2.
sumo sacerdote Ananías: Hijo de Nadabeo, de(-)sempeñó el cargo entre el 47 y el 59 d.C. (Jose(-)fo,
Ant. 20.5.2 § 103; 20.9.2-3 § 204-08; His(-)toria, 75:155). 3.
Dios te va a golpear a ti: ¿Se escribió esta maldición
a posteriori tras el ase(-)sinato de Ananías a comienzos de la primera rebelión judía
(De Bell. 2.17.6 § 429; 2.17.9 § 441)?
violando la ley: cf. Lv 19,15. 5.
no sabía: Esta respuesta, altamente improbable, con su cita de Éx 22,27, mantiene al héroe lucano en fidelidad a la ley incluso en su enfrentamiento contra la más alta autoridad judía. 6.
saduceos y... fariseos: cf. comentario sobre 4,1
.yo soy fa(-)riseo: Que era judío, el mismo Pablo lo dice (Flp 3,5); pero que sea ya un cristiano es una expresión lucana, que, en beneficio del argu(-)mento, llegará a su culmen en 26,5-8 (cf. J. Ziesler,
NTS 25 [1978-79] 146-48).
la esperanza y la resurrección: Es una endíadis; significa que la esperanza de Pablo es la resurrección (24,15; 26,6-8). Vuelve a ilustrar de nuevo la identifi(-)cación de ley y promesa que Lucas ha realiza(-)do, y que es contraria a la estricta separación paulina de estos dos conceptos (cf. comentario a 22,3; 24,14-25).
8. no hay resurrección, ni án(-)geles, ni espíritus: Unicamente la primera nega(-)ción tiene un fundamento en las fuentes judías
(Ant. 18,1.4 § 16;
Bell. 2.8.14 § 165); los otros elementos completan el contrapunto al argu(-)mento de los fariseos a favor de Pablo (v. 9). Puesto que Lucas no explica el fundamento del punto de vista de los saduceos sobre su con(-)cepción rigorista de la Torá, quedan caracteri(-)zados como unos racionalistas burlones (cf. Lc 20,27-33).
9. un espíritu o un ángel: Quienes apoyan a Pablo remiten a su visión de Damas(-)co (22,6-10); el reconocimiento de su realidad está en perfecto acuerdo con su teología (v. 8).
11. el Señor se le apareció: Esta consoladora vi(-)sión (cf. 18,9; 27,24) erige un mojón funda(-)mental en el relato lucano: Ha terminado el testimonio de Pablo en Jerusalén, y se deja en(-)trever la meta de su misión en Roma, contem(-)pladas ambas bajo la «necesidad» (
dei) del ver(-)dadero plan de Dios (cf. 19,21).