Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
44 (d) El tema ilustrado: en el AT, Abra(-)hán fue justificado por la fe (4,1-25). Para de(-)mostrar que la justificación de todos los seres humanos por gracia mediante la fe confirma la ley, Pablo sostiene que este principio ya es(-)taba en vigor en el AT. Se pone como ejemplo a Abrahán: fue considerado justo debido a su fe (4,1-8); no debido a su circuncisión (4,9-12), ni en dependencia de la ley, sino en virtud de una promesa (4,13-17). Como resultado de ello, es nuestro padre; su fe es el «tipo» de la fe cristiana (4,18-25).
4 51.
¿qué diremos, pues, de Abrahán?: El texto gr. no es seguro. Muchos comentaristas (Leenhardt, Lyonnet) y versiones (Goodspeed,
RSV, NEB) leen el texto así, omitiendo el pro(-)blemático infin.
heurékenai (de los mss. B, 6, 1739).
La lectura más difícil (de los mss. K, A, C,D, E, F, G) conserva el infin.: «¿Qué diremos que encontró Abrahán?», es decir, ¿qué tipo de rectitud fue la suya? (así Cranfield, Káse-mann, Wilckens). Otro grupo de mss. (K, L, P) vincula el infin. con
kata sarka: «¿Qué diremos que Abrahán... encontró según la carne?», es decir, ¿qué consiguió con sus facultades natu(-)rales? Esta última lectura, además de contar con escasos testimonios en su favor, no es co(-)herente con la enseñanza paulina. Mucho es lo que se podría decir en favor de cualquiera de las otras dos.
nuestro antepasado biológico: Lit., «según la carne» (véase 4 1,3). Descender de Abrahán era fuente de orgullo para los ju(-)díos (Mt 3,9; Lc 3,8). 2.
por las obras: El ju(-)daismo de aquella época presentaba a Abra(-)hán como un observante anticipado de la ley (Eclo 44,20 [midrás sobre Gn 26,5];
Jub 6,19), e incluso en un sentido más amplio hablaba de sus «obras» (la derrota que infligió a los reyes [Gn 14]; su prueba [Gn 22,9-10]) como fuente de su rectitud (1 Mac 2,52; Sab 10,5; cf. Sant 2,21). Pero, al decir sólo
ex ergén, Pablo quiere decir «obras de la ley» (véase el comentario a 2,15); éste es el único sentido que se ajusta a este contexto. De hecho, Pablo rechaza la opi(-)nión judía de la época, según la cual Abrahán fue un observante de la ley.
razón para gloriar(-)se: Ante los seres humanos. 3.
creyó en Dios y le fue acreditado como rectitud: Gn 15,6 (cf. Gál 3,6). Abrahán creyó en la promesa que Yahvé le hizo de una progenie numerosa, y esta fe «se le anotó en su haber». La cita no procede del TM (Abrán creyó a Yahvé, quien se lo acreditó como rectitud), sino de los LXX (con el vb. pas.). Por «fe» se entiende la aceptación de Yahvé por parte de Abrahán ante la mera pa(-)labra divina, y la disposición de éste a acatar(-)la. Entrañaba confianza personal por su parte e incluía la esperanza en una promesa que nadie meramente humano podía garantizar (4,18). El texto del AT prueba, en opinión de Pablo, que Abrahán fue justificado al margen de las obras y no tenía razón alguna para glo(-)riarse. El vb.
elogisthé, «fue acreditado», es un término contable aplicado en sentido figurado a la conducta humana (Dt 24,13; Sal 106,31); se pensaba que las obras buenas y malas que(-)daban registradas en libros (Est 6,1; Dn 7,10). Para Pablo, la fe de Abrahán contó como rec(-)titud, porque Dios ve las cosas tal como son. La manifestación de la fe de Abrahán fue de suyo justificante (? Teología paulina, 82:70).
4.
no como don, sino como algo a él debido: El obrero que trabaja por una paga tiene estricto derecho a ella. Pablo introduce esta compara(-)ción para ilustrar el v. 2. Dios no fue nunca deudor de Abrahán, y la justificación de éste no fue algo debido.
5.
cree en él, que justifica al impío: Esto no es una expresión teórica de la fe de Abrahán, ni significa que éste fuera
asebés, «impío», antes de creer en Yahvé. La tradición judía consideraba a Abrahán un
ger, «forastero», «extranjero» (Gn 23,4), llamado del paganismo. Puesto que en el momento de creer en Yahvé, momento del que habla Pablo, Abrahán ya había sido llamado y no era ni mu(-)cho menos «impío», la frase «que justifica al impío» es una genérica descripción paulina de Dios.
4 66.
David: Como sus contemporáneos judíos, Pablo consideraba a David autor de Salmos, aun cuando el salmo que va a citar a continuación se suele considerar tardío (de ac(-)ción de gracias individual). En el TM lleva el título antiguo «De David»,
sin contar con obras: Estas importantes palabras están situa(-)das en la posición enfática final de la senten(-)cia y preceden inmediatamente a las palabras del salmo en cuestión. 7.
dichosos aquellos...: Sal 32,1-2 (LXX). El texto prolonga el argu(-)mento que Pablo inició con Gal 15,6. Lo mis(-)mo que Dios le acreditó a Abrahán rectitud independientemente de cualquier obra meri(-)toria, también un ser humano puede ser acep(-)to a Dios aun sin tales obras. En el primer ca(-)so, Pablo argumentaba prescindiendo de las obras; ahora argumenta demostrando que la ausencia de obras de mérito no es un obstácu(-)lo para la justificación por parte de Dios. Los vbs. del salmo citado, «perdonar», «cubrir», «tomar en cuenta», son modos de expresar la eliminación del pecado, el obstáculo para la rectitud humana ante Dios. Expresan, por de(-)cirlo así, el lado negativo de la experiencia cristiana. Pero el salmo también hace hincapié en la gratuidad de la misericordia divina; sólo el Señor (Yahvé; cf. 9,28) puede producir estos efectos, y los seres humanos deben confiar en él y dejarse rodear por su bondad (Sal 32,10). Las palabras del salmo no significan necesa(-)riamente que los pecados permanezcan, de manera que la benevolencia de Dios se limite a cubrirlos. Son metáforas de la remisión de los pecados. Así, ambos testigos, Abrahán y David, demuestran que el AT como tal apoya la tesis de Pablo de una justificación de gracia por medio de la fe. De este modo, su enseñan(-)za «consolida» la ley (3,31).
47 9-12. Abrahán fue justificado antes de su circuncisión; por tanto, independientemen(-)te de ella.
9.
también sobre los incircuncisos: La bienaventuranza pronunciada por David no estaba reservada exclusivamente para el ju(-)dío circuncidado, pese a la enseñanza de algu(-)nos rabinos (Str-B 3.203). Para demostrar esta idea, Pablo emplea un principio exegético ju(-)dío,
gézérd sáwá (palabras idénticas, que apa(-)recen en dos lugares diferentes de la Escritura, sirven de base a una interpretación recíproca). El vb.
logizesthai se encuentra en Sal 32 y en Gn 15,6, dicho de Abrahán cuando aún era in(-)circunciso. De ahí que la «bendición» de Sal 32 se pueda aplicar también a los pecadores incircuncisos (véase J. Jeremías,
Studia pauli(-)na [Fest. J. de Zwaan, Haarlem 1953] 149-51).
10.
antes de que fuera circuncidado: Pablo ar(-)gumenta desde el orden en que sucedieron los hechos según Gn mismo: en Gn 15 la fe de Abrahán fue computada como rectitud, pero él no fue circuncidado hasta Gn 17. Por tanto, la circuncisión nada tiene que ver con su jus(-)tificación.
11.
el sello de la rectitud: En Gn 17,11se llama a la circuncisión el «signo de la alianza» entre Yahvé y la familia de Abrahán (cf. Hch 7,8). Más tarde, los rabinos la consi(-)deraron como el signo de la alianza mosaica, pues servía para distinguir a Israel de las na(-)ciones (Jue 14,3; 1 Sm 14,6). Resulta significa(-)tivo que Pablo evite toda mención de la alian(-)za, y que el «signo de la alianza» se convierta para él en el «sello de la rectitud». Parece ha(-)ber identificado demasiado la alianza con la ley; en este texto insinúa que la verdadera alianza de Dios se hizo con personas de fe.
padre de todos los creyentes: Cuando Abrahán creyó en Dios y fue justificado, era tan incir(-)cunciso como cualquier gentil. Queda así esta(-)blecida su paternidad espiritual respecto a to(-)dos los gentiles creyentes (Gál 3,7). 12. Los judíos también deben seguir los pasos de su antepasado, imitando su fe, si quieren ser con(-)siderados en lo sucesivo sus hijos. La paterni(-)dad espiritual de Abrahán es un aspecto im(-)portante del plan salvífico de Dios para todos. De ahí la expresión final en la conclusión del v. 11
(eis to + infin.; véase BDF 402.2).
48 13-17. Abrahán recibió una promesa independientemente de la ley.
13.
la. promesa: La promesa de que de Sara nacería un herede(-)ro (Gn 15,4; 17,16.19) y de que él tendría una descendencia numerosa (Gn 12,2; 13,14-17; 17,8; 22,16-18) se amplió en la tradición judía, basándose en la universalidad de «todas las fa(-)milias de la tierra» (Gn 12,3), hasta significar que «el mundo entero» era herencia de Abra(-)hán (véase Str-B 3. 209).
no por medio de la ley: Es decir, la ley mosaica (véase el comentario a 2,12); Pablo ataca implícitamente la opinión judaizante de que todas las bendiciones le lle(-)garon a Abrahán debido a su mérito en guar(-)dar esa ley que conoció por adelantado (véase el comentario a 4,2).
por medio de la rectitud de la fe: Es decir, la basada en la fe. En 4,11 Pablo había contrapuesto este principio fundamen(-)tal a la pretensión de la circuncisión; ahora lo enfrenta a la ley mosaica misma.
14.
si los adeptos de la ley son los herederos: Si la única condición para tal herencia fuera la observan(-)cia de la ley, la fe no significaría nada; la pro(-)mesa de Dios no sería una promesa, pues se habría introducido una condición extrínseca, ajena a la índole propia de las promesas (cf. Gál 3,15-20).
15.
la ley trae ira: Este versículo es parentético, pero expresa una profunda convicción de Pablo. Las prescripciones de la ley se respetan más con su quebrantamiento que con su observancia; al fomentar así las transgresiones (Gál 3,19), la ley promueve el reinado del pecado. Provoca así el castigo des(-)crito en Rom 2-3 (véase 7,7-11; -> Teología paulina, 82:94).
donde no hay ley no hay in(-)fracción: Sin ley, una maldad se puede perci(-)bir, sí (sólo vagamente), pero no como
parabasis, «transgresión» (cf. 3,20; 5,13). Puesto que la transgresión, que atrae sobre sí la ira divina, surge únicamente en un contexto legal, Pablo concluye implícitamente que el mundo necesi(-)ta una dispensación independiente de la ley.
16.
por esta razón todo depende de la fe: Esta críptica declaración vuelve sobre el pensa(-)miento de 4,13. Puesto que la ley y la promesa no pueden coexistir, ha de ceder la ley. La fe es el elemento más importante de todos, ya que entraña la benevolente promesa de Dios. Quien vive por la fe vive por gracia, y la pro(-)mesa es válida no sólo para el judío, sino para todos lo que comparten la fe de Abrahán, co(-)mo enseña el AT.
17.
el padre de muchas na(-)ciones: Gn 17,5 (LXX). En Gn, el nombre del patriarca aparece primero como
Abrán, «ele(-)vado en cuanto a su padre», es decir, el padre de este hijo es grande. La fuente P conservó el relato del cambio de Abrán en Abrahán y su etimología popular:
Abráhám significa «padre de multitud de naciones»
(ab hámón góyim, que saca provecho de la
h pero hace caso omi(-)so de la r).
Las «muchas naciones» hacen refe(-)rencia a los descendientes de Isaac, Ismael y los hijos de Queturá (Gn 25,1-2). Pablo, sin embargo, lo entiende de los gentiles en gene(-)ral, que son hijos de Abrahán por la fe.
a los ojos de Dios: Aunque el argumento termina con la cita del AT, Pablo añade un pensamien(-)to que alude al coloquio de Abrahán con Dios (Gn 17,15-21).
que da vida a los muertos: Esta frase y la siguiente pueden proceder en última instancia de una fórmula litúrgica judía. Esta es parecida a
Shemoneh Esreh 2: «Tú, oh Se(-)ñor, eres poderoso por siempre, tú que das vi(-)da a los muertos» (A
ITB 159). En el contexto de Pablo, sin embargo, hace referencia al po(-)der divino por el cual la estéril Sara llegó a concebir a Isaac (Gn 17,15-21). Remotamente prepara para 4,24-25.
llama a la existencia lo que no existe: Fórmula parecida a
2ApBar 48,8: «Con una palabra llamas a la vida a lo que no era, y con fuerza poderosa retienes lo que to(-)davía no ha llegado a ser»
(AOT 866). En este contexto se refiere al Isaac aún no nacido; re(-)motamente connota la influencia de Dios so(-)bre los numerosos gentiles destinados a ser hi(-)jos de Abrahán.
49 18-25. La fe de Abrahán es el «tipo» de la fe cristiana.
18.
esperando contra toda espe(-)ranza, creyó: Lit., «contra (toda) expectativa (humana), con esperanza creyó (a Dios)». Aun(-)que Abrahán tenía muchos motivos humanos para desesperar de llegar nunca a tener des(-)cendencia, creyó, confiando en lo que la pro(-)mesa divina le inspiró. Lc tomó a Dios la pala(-)bra y creyó en su poder creador para hacer lo que parecía imposible. Isaac llegó así a ser al(-)guien «nacido de una promesa» (Gál 4,23; cf. Gn 17,16.19; 18,10).
19.
su cuerpo estaba prác(-)ticamente muerto: Sin prestar atención a Gn 25,1-2, que menciona otros seis hijos que Abra(-)hán tuvo de Queturá, Pablo alude únicamente a Gn 17,1-21: Abrahán cayó rostro en tierra y rió al oír que él, un hombre de 99 años y con un cuerpo cercano a la muerte, tendría un hijo. Sara también tenía 90 años, y era estéril.
20.
no vaciló con incredulidad ante la promesa de Dios: Pablo pasa por alto el hecho de que a Abrahán le diera la risa. Más tarde, en la tradición judía ésta se convierte en su gran alegría (
Jub 16,19).
dio gloria a Dios: Una expresión veterotestamentaria (1 Sm 6,5; 1 Cr 16,28) formula la reacción de Abrahán, de reconocimiento agra(-)decido a Dios. Su rectitud se atribuye ahora a esta reacción. Pablo cita por tercera vez Gn 15,6 (véase 4,3.9).
24.
sino también por noso(-)tros: Pablo ha recordado el episodio de Abra(-)hán para aplicarlo a sus lectores. Se vale así de algo que es característico de la interpretación midrásica, la tendencia a modernizar o actua(-)lizar el AT aplicándolo a una situación nueva (R. Bloch,
DBSup 3.1263-65). Compárese el mi(-)drás posterior: «Todo lo que está escrito de Abrahán se repite en la historia de sus hijos»
(Gen. Rabb. 40,8). Véanse además 1 Cor 9,9-10; 10,6-11. La fe de Abrahán es el modelo de la fe cristiana, porque su objeto es el mismo: la con(-)fianza en Dios que da vida a los muertos,
nos será acreditada también a nosotros: La rectitud será anotada en nuestro haber en el juicio es(-)catológico, siempre y cuando tengamos la fe de Abrahán.
que resucitó a Jesús nuestro Señor de entre los muertos: La fe de Abrahán en Dios, que da vida a los muertos (4,17), prefiguraba la fe cristiana en Dios, que resucitó a Jesús en un sentido único de entre los muertos. La activi(-)dad de la resurrección se atribuye al Padre (co(-)mo es frecuente en Pablo; -> Teología paulina, 82:59). Cristo resucitado es también aclamado como
Kyrios (véase 10,9).
25.
entregado por nues(-)tros delitos y resucitado por nuestra justifica(-)ción: Es muy probable que este versículo sea un fragmento de predicación kerigmática prepaulina. Alude a Is 53,4-5.11-12 e indica el ca(-)rácter vicario del sufrimiento de Cristo en su papel de Siervo de Yahvé que quita el pecado humano y consigue la justificación para los se(-)res humanos. En Is 53,11 (LXX), pecados
(hamartias) y justificación
(dikaioun) se contras(-)tan de manera parecida, y en 53,12 el Siervo «fue entregado por los pecados de ellos». Los vbs. pas. utilizados por Pablo probablemente se han de entender como «pasivas teológicas», perífrasis referidas a Dios
(ZBG § 236). El uso doble de la misma prep.
dia deja patente el pa(-)ralelismo de Pablo. El sentido de la prep. es, sin embargo, objeto de discusión. Taylor la tradu(-)ce «debido a» en ambos casos, sin dar más ex(-)plicaciones. Michel tiene razón al rechazar en la segunda parte el significado de que Jesús fue resucitado debido a que nosotros fuimos justi(-)ficados por medio de su muerte (Schlatter). Muchos comentaristas distinguen entre un uso y otro, entendiendo el primer
dia como causal («debido a nuestros delitos») y el segundo co(-)mo final («para nuestra justificación»); así Cran(-)field, Kasemann, Kuss, Leenhardt, Michel, Wil(-)ckens. Puesto que la cruz y la resurrección son dos fases íntimamente conectadas del mismo acontecimiento salvífico, su yuxtaposición en el presente texto es el resultado de la retórica del paralelismo antitético (Kasemann,
Romans 129).
No se ha de forzar, como si la muerte de Cristo estuviera encaminada únicamente a la eliminación del pecado humano, y su resurrec(-)ción, únicamente a la justificación. Pablo no siempre relaciona de manera explícita la justi(-)ficación con la resurrección (3,24-26; 5,9-10). La afirmación del papel desempeñado por la muerte y resurre
cción de Cristo en la reden(-)ción objetiva de la humanidad constituye una conclusión adecuada de esta parte A de la sec(-)ción doctrinal de Rom. Véanse S. Lyonnet,
Greg 39 (1958) 295-318; Stanley,
Christ's Resurrection 171-73.261.
(Kasemann, E., «The Faith of Abraham in Ro(-)mans 4»,
Perspectives on Paul [Filadelfia 1971] 79-101. Oeming, M., «Ist Genesis 15,6 ein Beleg für die Anrechnung des Glaubens zur Gerechtigkeit?»,
ZAW 95 [1983] 182-97. Wilckens, U., «Die Rechtfertigung Abrahams nach Romer 4»,
Rechtfertigung ais Freiheit: Paulusstudien [Neukirchen 1974] 33-49.)