Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)
62(ii)
Libertad respecto al yo mediante la unión con Cristo (6,1-23). La descripción de la experiencia cristiana da un paso más. El cris(-)tiano ha sido dotado de una nueva vida por medio de Cristo (5,12-21), que ahora impera en vez del pecado y la muerte. Pero esta nueva vi(-)da significa una reestructuración de los seres humanos. Por medio del bautismo, se identifi(-)can con la muerte y resurrección de Cristo, y su mismo ser o «yo» queda transformado. La actitud de la persona recién justificada es tal, que excluye de su conducta el pecado. Como introducción a su explicación, Pablo vuelve so(-)bre una pregunta mencionada en 3,5-8: ¿por qué no hacer el mal para que de él pueda salir el bien? Si el pecado humano provoca la recti(-)tud de Dios (3,23-24), ¿por qué no dar a Dios más posibilidades para manifestarla? Si Dios lleva a cabo la salvación de la humanidad por medio de Cristo y todo ello es puro don, ¿por qué habríamos de intentar excluir el mal de nuestra propia vida? Pablo rechaza tal cosa con vehemencia: si uno está en unión con Cris(-)to, está «muerto al pecado y vivo para Dios».
63 1.
¿persistir en el pecado?: Una obje(-)ción imaginaria se hace eco de 3,5-8. Si la rec(-)titud procede de la fe, no de las obras, ¿por qué ha de preocuparse el cristiano de los actos malos?
de ninguna manera: Véase el comenta(-)rio a 3,4. 2.
los que hemos muerto al pecado: Los cristianos han muerto al pecado (5.12-21) y ya no tienen nada que ver con él. No son ellos los que viven, sino que es Cristo quien vi(-)ve en ellos (Gál 2,20). 3.
¿no sabéis?: Los cris(-)tianos de Roma, instruidos en la catequesis apostólica, debían están al tanto de los subli(-)mes efectos del bautismo,
los que fuimos bau(-)tizados: En el NT,
baptizein se refiere a las abluciones rituales judías (Mc 7,4; Lc 11,38), a la ablución de JBau o al bautismo cristiano (Jn 1,25.28; Gál 3,27). En este caso, lo que Pa(-)blo dice de este último se entiende muy fácil(-)mente de la inmersión, pero no es seguro que el primitivo bautismo cristiano fuera adminis(-)trado de ese modo (véase C. F. Rogers, «Baptism and Christian Archaeology»,
Studia bíbli(-)ca et ecclesiastica [Oxford 1903] 5.239-361; cf. E.Stommel,
JAC 2 [1959] 5-14).
en Cristo: La expresión
eis Christon no refleja simplemente la imagen de la inmersión, ni es una mera abreviación de una expresión contable
(eis to onoma Christou, «a nombre, en la cuenta, de Cristo»), como si el bautismo estableciera la condición de propietario respecto a la persona bautizada. Como otras locuciones prep. pauli(-)nas, expresa un aspecto de la relación del cris(-)tiano con Cristo, aparece muy a menudo con palabras que denotan «fe» o «bautismo» y con(-)nota el movimiento de incorporación por el cual se nace a la vida «en Cristo» (-> Teología paulina, 82:119).
bautizados en su muerte: El rito de la iniciación cristiana introduce al ser humano en la unión con Cristo que sufre y muere.
La frase de Pablo es audaz; quiere des(-)tacar que el cristiano no se identifica mera(-)mente con el «Cristo que muere» que obtuvo la victoria sobre el pecado, sino que es intro(-)ducido en ese acto mismo por el cual se obtu(-)vo dicha victoria. De ahí que el cristiano esté «muerto al pecado» (6,11), asociado con Cris(-)to precisamente en el momento en que éste lle(-)gó a ser formalmente Salvador.
64 4.
sepultados con él en la muerte: El ri(-)to bautismal representa simbólicamente la muerte, sepultura y resurrección de Cristo; el convertido desciende al interior de la pila bau(-)tismal, es cubierto con sus aguas y emerge a una vida nueva. En ese acto se pasa por la ex(-)periencia de morir al pecado, ser sepultado y resucitar, como Cristo. Pablo utiliza uno de sus vbs. compuestos favoritos,
synthaptein, formado con el prefijo
syn-, «con» («co-sepultados»). Como resultado de todo ello, el cris(-)tiano vive en unión con Cristo resucitado, unión que encontrará su término cuando un día el cristiano «esté con Cristo» en la gloria
syn Christd; -> Teología paulina, 82:120).
por medio de la gloria del Padre: La actividad de la resurrección se atribuye al Padre (véase el co(-)mentario a 4,24) y específicamente a su
doxa, «gloria». Igual que en el AT (Ex 15,7.11; 16,7.10), los milagros del éxodo se atribuyeron a la
kábód de Yahvé (véase el comentario a
3,23), lo mismo pasa también con la resurrec(-)ción de Jesús (véase Fitzmyer,
TAG 202-17). De hecho, la
doxa del Padre brilla en el rostro de Cristo resucitado (2 Cor 4,6) y le confiere un «poder» (Rom 1,4) «que da vida» (1 Cor 15,45). Este transforma al cristiano (2 Cor 3,18), que es glorificado junto con Cristo (Rom 8,17).
también nosotros vivamos una vida nueva: Lit., «caminemos en novedad de vida». El bautis(-)mo produce una identificación del cristiano con Cristo glorificado, posibilitando que aquél viva en realidad con la vida de Cristo mismo (Gál 2,20); esto conlleva una «nueva creación» (? Teología paulina, 82:79). «Caminar» es otra de las expresiones favoritas de Pablo, présta(-)mo tomado del AT (2 Re 20,3; Prov 8,20), para referirse a la conducta ética consciente del cristiano. Éste, identificado con Cristo por medio del bautismo, queda capacitado para llevar una nueva vida consciente que no puede conocer el pecado.
6 55.
pues: Los w. 5-8 afirman del cristia(-)no bautizado lo que Pablo dirá de Cristo mis(-)mo en los w. 9-10. Así, éstos proporcionan la base cristológica de la verdad expuesta acerca de la vida cristiana,
hemos crecido (en unión) con (él): el pron. «él» se sobreentiende como complemento lógico de
symphytoi, «crecidos
junto con» -como una rama joven injertada en un árbol crece junto con él y es alimentada por él-. Esta audaz imagen expresa la comunica(-)ción de la vida de Cristo al cristiano,
por me(-)dio de una muerte como la suya: Lit., «por una semejanza de su muerte», dat. instrumental. El bautismo (6,3) es el medio por el cual los cristianos crecen junto con Cristo, quien mu(-)rió y resucitó de una vez para siempre. Algu(-)nos comentaristas (Kasemann, Kuss, Lietzmann, Sanday-Headlam, Wilckens) entienden que el dat.
tó homoiómati depende directa(-)mente de
symphytoi y traducen «si hemos sido conformados con la imagen de su muerte...», es decir, hemos llegado hasta la unión con el rito de una semejanza de muerte. Gramatical(-)mente, esta interpretación es posible; pero, ¿cómo crece uno junto con una imagen o una semejanza? Normalmente, para Pablo el cris(-)tiano está unido con Cristo mismo (o su «cuer(-)po»), no con una imagen del acontecimiento de la salvación (cf. F. A. Morgan,
ETL 59 [1983] 267-302).
también mediante una resu(-)rrección como la suya: Lit., «también lo estare(-)mos entonces (crecidos junto con él) median(-)te (una semejanza de) la resurrección». Puesto que el contexto describe la experiencia presen(-)te del cristiano, el tiempo fut. es probable(-)mente lógico, y expresa una consecuencia de la primera parte del versículo, pues el bautis(-)mo identifica a la persona, no sólo con el acto de morir de Cristo, sino también con su resu(-)citar. Pero el fut. también puede hacer refe(-)rencia a una participación en el destino esca(-)tológico. 6.
el yo que fuimos en otro tiempo: Lit., «el hombre viejo», el yo sometido a la do(-)minación del pecado y expuesto a la ira divina, en cuanto opuesto al «hombre nuevo», que vi(-)ve en unión con Cristo y está por él liberado del pecado y de cualquier consideración de és(-)te.
fue crucificado con él: Véanse Gál 2,20; 5,24; 6,14.
para acabar con nuestro yo pecador: Lit., «con el cuerpo de pecado». Ésta expre(-)sión no denota simplemente la parte material del ser humano, en cuanto opuesto al alma, si(-)no la totalidad del ser terreno, dominado por una propensión al pecado (como muestra el resto del versículo).
En 7,24 Pablo hablará de un «cuerpo de muerte» (cf. Col 1,22). En todos los casos, el gen. expresa el elemento que do(-)mina al ser humano terreno, natural (-> Teolo(-)gía paulina, 82:102).
para que dejáramos de ser esclavos del pecado: Ésta es la verdadera res(-)puesta a la objeción puesta en 6,1. La destruc(-)ción del «yo» pecador por medio del bautismo y la incorporación a Cristo significa liberación de la esclavitud respecto al pecado. De ahí que la actitud personal no se pueda centrar ya en el pecado.
6 67.
el que ha muerto ha sido absuelto del pecado: Dos son las explicaciones habituales del difícil vb.
dedikaiótai. Entendido en senti(-)do forense, significaría que, desde el punto de vista de la ley, una persona muerta está exi(-)mida o absuelta, pues el pecado ya no tiene ninguna demanda ni acusación contra él. Po(-)siblemente, Pablo se esté haciendo eco así de una noción judía: la muerte de una persona culpable pone fin a todo litigio (véase Str-B 3.232; cf. K. G. Kuhn,
ZNW 30 [1931] 305; G. Schrenk,
TDNT 2.218). La otra explicación in(-)tenta interpretar el vb. sin connotaciones fo(-)renses (así Lyonnet,
Romains 89; Cranfield,
Romans 310-11): quien ha muerto ha perdido el medio mismo de pecar, «el cuerpo de peca(-)do», de manera que está liberado definitiva(-)mente del pecado. En cualquiera de los dos ca(-)sos, se ha seguido un cambio de situación; en el bautismo-muerte se ha rematado la vieja condición y ha empezado una nueva. 8.
muer(-)to con Cristo: Es decir, mediante el bautismo.
creemos: La nueva vida del cristiano no puede ser objeto de una percepción sensible ni de una conciencia inmediata; se percibe sólo con los ojos de la fe, como señal de la cual se ha ex(-)perimentado el bautismo,
también viviremos con él: Pablo piensa principalmente en la fu(-)tura forma definitiva de la nueva vida
syn Christó, «con Cristo» (-> Teología paulina, 82:120). Sin embargo, el cristiano disfruta ya de una participación en esa vida, como indica 6,4 (2 Cor 4,10-11). 9.
ya no muere más: La re(-)surrección de Cristo ha llevado al cristiano a la esfera de la «gloria», tras haberlo liberado ya de la esfera del pecado y la muerte. Aunque Cristo vino en la semejanza de una carne pe(-)cadora (8,3), quebrantó el dominio del pecado con su propia muerte y resurrección. Esta vic(-)toria es el fundamento de la liberación del cristiano bautizado. Pues Cristo fue resucita(-)do de entre los muertos, no simplemente para hacer pública su buena noticia ni para confir(-)mar su carácter mesiánico, sino para introdu(-)cir a los seres humanos en una nueva modali(-)dad de vida y darles un nuevo principio de actividad vital, el Espíritu,
la muerte ya no tie(-)ne señorío sobre él: Es decir, puesto que él mis(-)mo ha llegado a ser
Kyrios en la resurrección (Flp 2,9-11), es él, y no el
Thanatos personifi(-)cado, quien impera. 10.
murió al pecado de una vez para siempre: Su muerte fue un acon(-)tecimiento único, que no se ha de repetir nun(-)ca
(ephapax), pues por medio de él entró en la esfera definitiva de su gloria como
Kyrios. Con ello murió al pecado, «aunque no conoció pe(-)cado» (2 Cor 5,21). Esta es la base cristológica de la respuesta que Pablo da en 6,6 al objetor imaginario de 6,1.
vive para Dios: Desde la re(-)surrección, Cristo disfruta de una nueva rela(-)ción con el Padre, en la cual introduce tam(-)bién a los que son bautizados (Gál 2,19). 11.
consideraos muertos al pecado: Conclusión del razonamiento de Pablo. Expresa su opinión sobre el problema de la unificación de la vida cristiana. Ontológicamente unido con Cristo mediante el bautismo, el cristiano debe ahon(-)dar continuamente su fe para llegar a ser psicológicamente consciente de esa unión,
en Cristo Jesús: El párrafo termina con esta signi(-)ficativa expresión de unión, descripción breve de la opinión de Pablo sobre la relación del cristiano con el
Kyrios resucitado. «En Cris(-)to», el cristiano es incorporado al cuerpo de Cristo mediante el Espíritu santo y de ese modo tiene parte en su vitalidad (véase E. Schweizer,
NTS 14 [1967-68] 1-14).
67 12-23. Exhortación basada en la ante(-)rior exposición doctrinal sobre el bautismo y sus efectos. ¿Refleja un sermón pronunciado con anterioridad en una liturgia bautismal?
12.
que el pecado no reine sobre vuestro cuerpo mortal: Aunque el cristiano ha sido bautizado y liberado del pecado, esta libertad todavía no es definitiva. El cristiano aún puede ser tenta(-)do y puede sucumbir a la seducción del peca(-)do. (El concilio de Trento, siguiendo a Agustín, explicó «pecado» en este caso como concupis(-)cencia [DS 1515]; sin embargo, como señala Lagrange [
Romains 153], aunque ésa tal vez sea una transposición teológica exacta, es una precisión que todavía no se encuentra en el texto.) Para Pablo,
hamartia es esa fuerza ac(-)tiva personificada que entró en la historia humana con Adán, reinó sobre los seres hu(-)manos hasta la venida de Jesús y pretende continuar reinando.
También puede engatusar al cristiano,
de manera que os haga obedecer sus apetencias: Es decir, las apetencias del cuerpo. Esta es la lectura preferible, pero en P46 (el texto más antiguo de Rom), D, G, Ireneo y Tertuliano, el texto es más bien «obedecer(-)le», esto es, al pecado. Esto tal vez fuera más lógico en el contexto, pero la variante no cam(-)bia mucho el sentido.
13.
como instrumentos del mal: O, «como armas de iniquidad». La ex(-)presión es un tropo militar, como indica tam(-)bién la segunda parte del versículo. Las «ar(-)mas de rectitud» aluden al AT (Is 11,5; 59,17). Se supone que los cristianos son instrumentos al servicio de Dios, no en pro del mal. El con(-)traste entre «iniquidad» y «rectitud» se en(-)cuentra también en la LQ (1QS 3,20-21); pero allí
sedeq, «rectitud», está íntimamente vincu(-)lada con la observancia de la ley, mientras que para Pablo ha asumido todas las connotacio(-)nes de la «nueva» vida cristiana. 14.
el pecado ya no debe tener señorío sobre vosotros: Ya que está relacionado con la muerte. El tiempo fut. expresa una prohibición categórica (BDF 362).
no bajo la ley, sino bajo la gracia: La ley no está nunca lejos del pensamiento de Pablo; en este caso la vincula momentáneamente con el pecado. En el cap. 7 desarrollará ampliamen(-)te esta relación. La nueva condición cristiana se puede llamar «rectitud», pero no está aso(-)ciada con la ley; más bien es el efecto del favor benevolente de Dios (véase 3,24).
68 15. La pregunta de 6,1 se repite y se re(-)chaza de nuevo con vehemencia. 16.
esclavos: El tropo militar de 6,13 cede el paso a otro to(-)mado de la institución social de la esclavitud, que se adapta mejor a la noción de ley. Pero lo que subyace tras la comparación de Pablo no es tanto la «esclavitud» como tal, cuanto un servicio. Insiste en la libertad del cristiano res(-)pecto a la ley (Gál 5,1); sin embargo, nunca la concibe como libertinaje, como libertad para pecar (Gál 5,13). Es más bien un servicio a Cristo al que ahora está dedicado el cristiano. Ha habido un cambio de
kyrioi, y, mediante el bautismo, el cristiano se ha convertido en «el esclavo de Cristo» (véase el comentario a Rom 1,1; cf. 1 Cor 6,11). 17.
habéis obedecido al mo(-)delo de doctrina al que fuisteis entregados: Esta parte del v. 17 y el v. 18 se consideran a veces una glosa no paulina, pero su autenticidad paulina se mantiene a menudo con firmeza (véase Cranfield,
Romans 323). La dificultad estriba en que la oración es elíptica en el texto gr.; en la versión aquí utilizada se toma en el sentido de
hypehousate... to typó didachés eis hon paredothéte. La palabra crucial es
typos, que básicamente significa la «impresión visi(-)ble» (de un trazo o un troquel), «marca», «co(-)pia», «imagen». Pero también se usaba para designar una «presentación concisa y tersa» de algún tema (Platón,
Rep. 414a.491c). Solía ir emparejada con
didaché, «enseñanza», y al pa(-)recer Pablo la utiliza en este último sentido. Parece hacer referencia con ello a un sucinto resumen bautismal de fe al que el convertido fue entregado voluntariamente después de que éste renunció a toda esclavitud respecto al pe(-)cado. En este caso, el vb. «entregados» haría referencia, no a la transmisión de doctrina tra(-)dicional (cf. 1 Cor 11,23; 15,3), sino al traspaso de esclavos de un amo a otro, sin connotación peyorativa (cf. 1 Cor 5,5; Rom 1,24). Se aludi(-)ría así a una costumbre del mundo helenístico según la cual el traspaso de esclavos a menudo se llevaba a cabo con el consentimiento de és(-)tos (véanse J. Kürzinger,
Bib 39 [1958] 156-76; F.W. Beare,
NTS 5 [1958-59] 206-10, donde se indican otras interpretaciones menos proba(-)bles). 18.
liberados del pecado: Este versículo explícita la idea contenida en los versículos precedentes, y hasta en el capítulo entero. Por primera vez en Rom habla Pablo de la libertad cristiana, que a partir de este momento se con(-)vierte en una noción operativa (6,20.22; 7,3; 8,2.21; -> Teología paulina, 82:76). En realidad, ha estado hablando de cierta forma de libertad cristiana desde 5,12. 19.
en términos humanos conocidos: Pablo se disculpa por usar un tropo derivado de una institución social para expre(-)sar una realidad cristiana, pero quiere asegu(-)rarse de que cuanto diga de la libertad cristia(-)na no es malinterpretado. No es libertinaje, sino servicio a Cristo motivado por el amor, procedente «del corazón»,
impureza e iniqui(-)dad: Éstos tal vez parezcan vicios típicamente paganos (véase Gál 2,15), pero los esenios de Qumrán rechazaban eso mismo en sus miem(-)bros (1QS 3,5; 4,10.23-24).
santificación: Re(-)sultado final de la consagración a Dios en Cris(-)to Jesús (? Teología paulina, 82:77).
69 20.
libres respecto a la rectitud: En este versículo y los siguientes, un juego de palabras con el término «libertad» subraya que el ser hu(-)mano puede ser engañado por lo que se consi(-)dera libertad.
Los vv. 20-23 hacen hincapié en la incompatibilidad de dos modos de vivir.
21.
¿qué fruto sacasteis entonces?: La puntuación de este versículo es objeto de discusión. Se po(-)dría traducir: «¿Qué fruto sacasteis, pues, de las cosas de las que ahora os avergonzáis?». El sen(-)tido, sin embargo, se ve poco afectado en cual(-)quiera de los dos casos. La afirmación impor(-)tante es que tales cosas acaban traduciéndose en muerte -no sólo muerte física, sino también muerte espiritual-.
22.
vuestro fruto es la santi(-)ficación: Ser esclavo de Dios supone una entre(-)ga a él que trae consigo un abandono de lo pro(-)fano y del apego al pecado. Dicha entrega no le aparta a uno de este mundo, pero le hace vivir en él como alguien dedicado a Dios. La meta de esta entrega es la «vida eterna», una participa(-)ción en la esfera de la divinidad como tal (véan(-)se los comentarios a 2,7; 5,21). Aunque en cier(-)to sentido ya ha comenzado, su «final» todavía está por llegar. 23.
el salario del pecado es la muerte: Pablo vuelve a un tropo militar y utili(-)za
opsónion, «ración (de dinero)» pagada a un soldado. Subyacente tras ella está la idea de un pago repetido de manera regular. Cuanto más sirve uno al pecado, más paga en forma de muer(-)te se gana. Éste «salario» se paga con muerte a quienes sirven al pecado (véanse H. Heidland,
TDNT 5.592; C. C. Caragounis,
NovT 16 [1974] 35-57).
el don gratuito de Dios: En contraste con el «salario del pecado» que se adeuda (4,4), la «vida eterna en Cristo Jesús nuestro Señor» es dada de gracia por Dios mismo al cristiano. No hay ningún
quid pro quo, y la gracia de Dios acaba produciendo una asimilación del cristia(-)no a Dios mismo (2 Cor 3,18).
en Cristo Jesús: Fórmula conclusiva (-> 50 supra).
(Byrne, B. «Living out the Righteousness oí God: The Contribution of Rom 6:1-8:13 to an Understanding of Pauls Ethical Presuppositions»,
CBQ 43 [1981] 557-81. Dunn, J. D. G., «Salvation Proclaimed: VI. Romans 6:1-11: Dead and Alive»,
ExpTini 93 [1981-82] 259-64. Schlier, H., «Die Taufe nach dem 6. Kapitel des Romerbriefes»,
Die Zeit der Kirche [Friburgo de Brisgovia '1972] 47-56. Tannehill, R. C.,
Dying and Rising with Christ [BZNW 32, Ber(-)lín 1967] 7-43. Wagner, G.,
Pauline Baptism and the Pagan Mysteries [Edimburgo 1967]. Wedderburn, A. J. M., «Hellenistic Christian Traditions in Romans 6?»,
NTS 29 [1983] 337-55.)