Efesios  2, 19-22

Así, pues, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, * edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular el mismo Cristo Jesús; en el cual todo el edificio, harmónicamente trabado, se alza hasta ser templo santo en el Señor; en el cual también vosotros sois juntamente edificados para ser morada de Dios en el Espíritu.
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