Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
58. Invectiva contra el Formalismo Religioso.
También en este fragmento parece reflejarse la situación inmediata postexílica de la comunidad judía, demasiado preocupada de formalismos rituales, mientras se pasan por alto los principios morales de justicia y del ayuno legal. No se dice nada del culto del templo.
Inutilidad del mero ayuno externo (1-4).
1 Clama a voz en cuello sin cesar, alza tu voz como trompeta y echa en cara a mi pueblo sus iniquidades, y a la casa de Jacob sus pecados. 2Día tras día me buscan y quieren saber mis caminos, como si fueran un pueblo que ama la justicia, sin apartarse del derecho de su Dios. Me piden leyes justas, y se complacen en acercarse a Dios. 3¿A qué ayunar, si tú no lo ves? ¿A qué humillar nuestras almas, si no te das por entendido? Sí, pero en el día de ayuno os vais tras vuestros negocios y oprimís a todos vuestros servidores. 4Ayunáis para mejor reñir y disputar y para herir inicuamente con el puño. No ayunéis como lo hacéis ahora, si queréis que en lo alto se oiga vuestra voz. Se invita al profeta, en su calidad de centinela, a dar la voz de alerta a su pueblo para que no se deje llevar por un formalismo religioso meramente externo (v.1). Debe declarar a la
casa de Jacob, o Israel, sus iniquidades (v.1), que a continuación va a enumerar. Quizá la predicación del profeta es con ocasión de una reunión religiosa en un día de ayuno. La práctica del
ayuno se había generalizado en la época posterior al destierro. La Ley sólo prescribía uno solemne en el día de la expiación l.
El profeta reconoce que el pueblo tiene un celo especial por lo religioso
(me buscan y quieren saber mis caminos, v.2); pero esta religiosidad no cala en lo interior, sino que es puramente formalista y aun hipócrita. La
justicia no es un mero fruto de estas prácticas externas religiosas.
Los caminos de Yahvé no son sólo la Ley externa sobre prácticas meramente culturales. El pueblo cree que las
leyes justas que pide a Yahvé son sólo los modos de cumplir estas exterioridades. Pero éstas no bastan para tener relaciones verdaderas con Dios. Más tarde dirá en qué consiste la
justicia que Dios quiere, e.d., el cumplimiento de los deberes éticos elementales para con el prójimo, principalmente para con el desvalido, acercándose con el corazón limpio y contrito a Dios. Es verdad que los israelitas se
complacen en acercarse a Dios (v.2), e.d., sienten una necesidad de cumplir ciertos ritos religiosos; pero las disposiciones internas son muy otras de las que requiere la ley de Dios.
El pueblo creía que con estas formalidades externas podía atraerse el favor divino, y así en el
ayuno veía el gran medio de tapar sus torpezas, esperando atraer la protección divina. Pero la experiencia les enseña que Dios los tiene abandonados a su suerte, y por eso, en un grito de protesta, se preguntan por el resultado de sus infructuosos ayunos:
¿A qué ayunar, si tú no lo ves? ¿A qué humillar nuestras almas, si tú no te das por entendido? (v.3). Sienten decepción al ver que con sus ayunos no consiguen que se
acelere el advenimiento de la salud para el pueblo. Dios no
ve ni se
da por entendido a sus manifestaciones religiosas externas. Es la gran tragedia del pueblo. Por eso es necesario hacer ver que es preciso acompañar estas formalidades religiosas externas
de disposiciones morales internas. La realidad es que los mismos días de ayuno los aprovechaban para sus
negocios (v.3). Quizá la concentración de gentes con motivo de los días solemnes de ayuno era la ocasión para preparar transacciones de tipo comercial. Además, parece que hacían trabajar a sus
servidores u operarios el día del ayuno. Según
Lev_16:29, estaba prohibido el trabajo el día del ayuno de la expiación. Más tarde esto se había generalizado como costumbre, aceptada para todos los días de ayuno solemne oficial del pueblo.
Es más, por carecer de las disposiciones interiores de aceptación con modestia de las leyes del Señor, el ayuno, en vez de ayudarlos a reprimir las pasiones y adquirir un espíritu de sacrificio, de penitencia, hace a las gentes irritables y malhumoradas, y de ahí las disputas y los altercados:
Ayunáis para mejor reñir y disputar (v.4) 2. Como conclusión, el profeta les dice que el modo de ayunar que tienen no es el más apto para conseguir que Dios los oiga y proteja (v.4).
El ayuno grato a Yahvé (5-9).
5¿Es acaso así el ayuno que yo escogí, el día en que el hombre se mortifica? ¿Encorvar la cabeza como un junco y acostarse con saco y ceniza? ¿A eso llamáis ayuno y día agradable a Yahvé? 6¿Sabéis qué ayuno quiero yo? dice el Señor Yahvé: Romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; 7partir tu pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante tu hermano3. 8Entonces brotará tu luz como la aurora4, y pronto germinará tu curación5 e irá delante de ti tu justicia, y detrás la gloria de Yahvé. 9Entonces llamarás y Yahvé te oirá; le invocarás, y El dirá: Heme aquí. Las manifestaciones meramente externas no son un verdadero ayuno ante el Señor. Es preciso
mortificarse (lit. doblegar el alma, v.5), e.d.,
reprimir las malas inclinaciones y dominarse para seguir fiel a los mandatos de Yahvé. Las manifestaciones externas en los días de ayuno entre los orientales eran exageradas: vestirse de saco, echar ceniza sobre la cabeza y andar con la cabeza encorvada como
un junco (v.5). Todo esto no vale sino como signo de compunción interior y propósito de buscar los caminos del Señor, expresados en el cumplimiento de los deberes morales para con el prójimo, como dirá a continuación:
romper las ataduras de la iniquidad., dejar libre al oprimido (v.6). Este es el
ayuno que desea el Señor. Con esto no quiere negarse el valor del ayuno ritual, pero el profeta destaca que sobre él están los deberes morales de caridad y justicia elemental. Los profetas son los grandes vindicadores de los derechos de los oprimidos: los huérfanos, las viudas, los desheredados, víctimas de extorsiones judiciales aparentemente justas, pero criminales en el fondo 6.
Los profetas son los representantes de los valores eminentemente éticos en el Antiguo Testamento. Jesucristo continuará y sublimará su doctrina, condenando y dando de lado al nomismo o formalismo legal surgido después del destierro, y que culminó en la secta farisaica, que había hecho de la ley del Señor una mera caricatura 7. ¿Cómo han de esperar la gracia y benevolencia de Dios los que oprimen al prójimo? En este estado de ánimo, sus ayunos son más bien provocaciones a la ira divina. Cuando Israel cumpla sus deberes de justicia y de caridad para con su prójimo, se sentirá radiante como la
aurora (v.8) al ver que ha llegado la felicidad esperada, su salvación. Ante Israel habrá surgido de repente una nueva
luz, la de su liberación espiritual, y se sentirá
curado de sus heridas tradicionales, los pecados de que antes hizo mención: extorsiones, avaricia, etc. Cuando cumpla con sus deberes morales, verá brillar delante de sí la
justicia, e.d., el producto de sus buenas obras, y a su vez será protegido en su espalda por la
gloria de Yahvé (v.8). Delante, pues, de Israel irá su conducta intachable, y detrás el premio de ella,
la manifestación gloriosa del Dios de Israel. Es una imagen parecida a la
Deu_52:12 si bien con diferente contexto y sentido.
Invitación a la mansedumbre (9b-12).
9bCuando quites de ti el yugo, el gesto amenazador y el hablar altanero8; 10cuando des de tu pan al hambriento y sacies el alma indigente, brillará tu luz en la oscuridad, y tus tinieblas serán cual mediodía. 11Yahvé será siempre tu pastor 9, y en el desierto hartará tu alma y dará vigor a tus huesos,Serás como huerto regado, como fuente de aguas que no se agotan10; 12y serán edificadas por ti las antiguas ruinas11, y alzarás los cimientos de generaciones y generaciones, y te llamarán reparador de brechas y restaurador de sendas para habitar. Es esencial para entrar en buenas relaciones el mantener espíritu de mansedumbre con los inferiores, quitando toda impresión de
yugo (v.1) u opresión sobre ellos. Por otra parte, es necesario ayudarle en las necesidades, ya que es un
alma indigente (v.10), una persona en extrema necesidad. Entonces las estrecheces del donante se convertirán en desahogo, y aparecerá su salvación como una
luz en la oscuridad, como horizonte luminoso de esperanza, ya que la beneficencia ha hecho que se perdonen sus pecados y pueda entrar de nuevo en relaciones amistosas con Yahvé; entonces su situación de desesperación actual y sus
tinieblas serán cual mediodía, ya que va a cambiar el horizonte tenebroso de enemistad con Dios por el esplendor meridiano de la amistad divina, con las consiguientes bendiciones sobre su vida.
Entonces Israel (los israelitas fieles) se sentirá seguro bajo la protección de su
pastor (v.11), y, aunque tenga que pasar por tierras desérticas, sentirá la hartura de su alma. El desierto será un vergel en virtud de la protección de Yahvé. Alude al retorno de Israel de la cautividad por el desierto inhóspito. La presencia de Dios le convertirá en feraz jardín. Es la imagen tradicional empleada por los profetas al hablar del retorno de la cautividad. La naturaleza debe asociarse a la alegría de su pueblo, que vuelve de la cautividad.12 Israel será como
huerto regado, como fuente de aguas (v.11), recuperando el
vigor de sus huesos. La tragedia del destierro había dejado casi exánime a Israel como pueblo.
Yahvé inyectará de nuevo vida, de modo que vuelva a ser de complexión robusta. Su historia volverá a mostrarse en todo su esplendor con la feracidad del
huerto regado. Israel volverá a echar los
cimientos de generaciones y generaciones (v.12), es decir, o bien restaurará los cimientos históricos de las generaciones pasadas, o hará surgir un edificio nuevo, cuya prolongación se perpetuará por generaciones. Parece mejor la primera interpretación, ya que en el contexto se le llama a Israel
reparador de brechas, aludiendo a la reedificación de las ruinas de la ciudad después del destierro. La situación de Palestina después de los años de invasión era caótica en extremo; por eso los israelitas, al retornar, además de reparar las
brechas de sus muros, tenían que reparar
las sendas para habitar (v. 12), poner las vías de comunicación entre las localidades habitables en buen uso para que la vida ciudadana discurriera normalmente.
La observancia del sábado (13-14).
13 Cuando te abstengas de pisotear el sábado 13 y de ocuparte en tus negocios en mi día santo, y llames al sábado delicioso, y venerable al (día) santo de Yahvé, y le honres no haciendo tus viajes, ni arreglando tu negocio ni hablando de él14, 14entonces te gozarás en Yahvé, y te haré remontar sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la herencia de Jacob, tu padre, pues la boca de Yahvé ha hablado. En este fragmento que muchos autores consideran independiente del anterior se urge la observancia del sábado, como antes la del verdadero ayuno,
acompañado de disposiciones morales. La profanación del día consagrado al Señor era una de las lacras habituales en Israel. Los más desaprensivos aprovechaban la concentración de gentes del sábado para hacer prosperar sus negocios materiales, lo que era
pisotear el día consagrado a Dios. En realidad, en la legislación israelita la observancia del sábado tenía un fin íntimo religioso, ya que la abstención de labores profanas debía dejar el alma libre de preocupaciones para dedicarse a Yahvé, en comunidad
festiva con El. Por eso el profeta quiere que el sábado sea llamado
delicioso (v.13), e.d., día en el que el alma religiosa encuentra su máxima felicidad por poder dedicarse de lleno a su Dios; por ello es
venerable (v.13), digno de todo respeto, pues el día es
santo de Yahvé, en cuanto que el mismo Dios lo ha santificado, descansando en el séptimo día de la creación. Por otra parte, es el día en que los israelitas debían
santificarse dedicándose a Yahvé y absteniéndose de los negocios materiales. Con ello el israelita encontrará la plena felicidad:
te gozaras en Yahvé (v.14), participando de sus bendiciones y gracias. Dios, por su parte, le premiará haciéndole
remontar sobre las alturas de la tierra (v.14), es decir, le hará salir triunfante de todos los obstáculos, caminar libremente como dueño de la tierra de promisión. Después de la cautividad, el estado de los repatriados en Palestina era muy poco satisfactorio e inestable, ya que los enemigos dominaban la mayor parte del país, que es la
herencia de Jacob, a la que Israel fiel tendrá acceso, pudiendo disfrutar de su posesión. Para dar mayor énfasis, se recuerda que es una revelación expresa de Yahvé al profeta:
pues la boca de Yahvé ha hablado; frase estereotipada en la literatura profética para indicar una comunicación divina concreta. 15