Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Encabezamiento del libro (Neh_1:1).
1
a Palabras de Nehemías, hijo de Helcías: El autor del libro ha utilizado ampliamente las memorias que escribió Nehemías, y que se reconocen por el empleo de la primera Persona (
Neh_1:1-5;
Neh_10:30b-40; 12:31-13:31). Es la única vez que el título
Palabras de (
dibre)
aparece en libros históricos; es frecuente, sin embargo, en los escritos proféticos (
Jer_1:1;
Amo_1:1) y sapienciales (Ece 11;
Pro_30:1). La traducción más fiel parece ser: Memorias de Nehemías, y no: Historia de las gestas o actos de Nehemias. La palabra
Nehemías significa Yahvé consuela y únicamentyte aparece en nuestro libro. Se añade Hijo de Helcías para distinguirlo de otros personajes que llevaron el mismo nombre (Neh 77) Nehemías no fue sacerdote, en contra del texto de la Vulgata en
2Ma_1:21 :
lussit sacerdos Nehemias, traducción errónea del texto griego original.
Malas noticias (2Ma_1:1-3).
lb En el mes de Casleu del año veinte, estando yo en Susa, en la capital, 2
llegaron de Judá Jananí y uno de mis hermanos con algunos otros. Yo les pregunté por los judíos que habían sido libertados, los restos de la cautividad y por Jerusalén. 3 Ellos me respondieron: Los restos de la cautividad están en la provincia en gran miseria y afrenta. Las murallas de Jerusalén están todavía en ruinas, y sus puertas quemadas por el fuego. Al hablar el texto del
año veinte, sin especificar el origen de este cálculo, parece que haga referencia al reinado de Artajerjes, como sugiere la lección
Deu_2:1. El rey Artajerjes Longímano sucedió a Jerjes el año 464, reinando hasta 424. Según el cómputo babilónico, que empieza el mes de Nisán de 464, el año 20 del reinado de aquel monarca corresponde a 445. El mes de Casleu es el nono del calendario, correspondiente a la mitad de los meses de noviembre-diciembre. Después del exilio se designan los meses con los nombres del calendario asiro-babilónico (
Deu_2:1; Esdr 6:15). Comparado el v.1 con 2:1, surge una dificultad cronológica. En efecto, según el texto que comentamos, llegó Jananí de Jerusalén el mes de Casleu del año veinte del reinado de Artajerjes I Longímano; por otra parte, en 2:1 se habla del primero de Nisán del mismo año. Algunos comentaristas, como Fernández, zanjan la dificultad alegando la manera diversa con que se computaba el principio del año. Sin embargo, no parece probable que un mismo autor emplee en el mismo libro diversos sistemas de computación. Por lo mismo, cabe suponer que existe una adulteración de los números: año veinte en vez de diecinueve (1:1)1 y veinte en vez de veintiuno en 2:1, o una trasposición de los meses (Casleu, 1:1; Nisán, 2:1; Schneider).
La escena tuvo lugar en la ciudadela (
hahbirah)
de Susa. Según las excavaciones practicadas por M. Dieulafoy (1884-1886) y por otros arqueólogos más modernos,
birah era la acrópolis de Susa. Al norte de la misma se encontraba un palacio con la grande sala del trono (
apadana),
rodeado de jardines. Al este estaban los departamentos reales, de sus colaboradores y del gineceo. Rodeada de recias murallas, estaba protegida en el ángulo sudoeste por una ciudadela. Hacia el año 440, un violento incendio redujo a cenizas tan suntuoso lugar1. Los reyes de Persia invernaban en Susa (
Est_1:2-5;
Est_3:15)
Por el texto no es posible determinar si Jananí era hermano carnal de Nehemías o un pariente suyo. Aunque la palabra
hermano es de significación muy vaga, aquí, empero, debe tomarse en el sentido estricto de hermano propiamente dicho o al menos de pariente, pues tal es su alcance en 7:2 (Fernández). La palabra
peleta, resto, los que se han salvado, designa a los judíos repatriados que se encontraban en Jerusalén. A este resto se le promete la participación en los beneficios de la elección (
Isa_10:20-21;
Jer_23:3). Vimos las dificultades que experimentaron los repatriados de parte de las gentes del país. A pesar del apoyo prestado por los monarcas persas, el
resto se encontraba aislado en medio de un pueblo que veía en los recién llegados a enemigos que intentaban desplazarlos. Con el dinero recogido en Babilonia pudieron poco a poco reconstruir sus casas, procurarse tierras de cultivo, proveerse de ganado mayor y menor, etc. A duras penas habíase
reedificado el templo, dejando para más tarde la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. A este lamentable estado material de los repatriados debe añadirse que ellos, al contacto con las gentes del país, dejáronse seducir, renegando de su fe yahvista. Muchos llegaron a esta situación por culpa de sus mujeres paganas. Esdras había conjurado la situación consiguiendo que los judíos despidieran a las mujeres extrañas, pero al poco tiempo volvieron a las andadas. La alusión a las murallas de Jerusalén puede referirse a su destrucción por Nabucodonosor o, lo que
es más probable, a la que siguió al recibirse la carta de Artajerjes (
Esd_4:7-23). Verdad es que no habla el texto explícitamente de que se destruyera la parte de las murallas que se había levantado, pero deja vislumbrarlo (Esdr 4:19-23). El dolor que causa a Nehemías la noticia sobre las murallas sugiere que se trata de una destrucción reciente.
Consternación y plegaria de Nehemias (1:4-11).
4
Cuando oí esto, sentéme y lloré, y estuve por muchos días desolado. Ayuné y oré ante el Dios de los cielos, 5
diciendo: Ruégote, Yahvé, Dios de los cielos, Dios grande y terrible, que guardas tu alianza y haces misericordia con los que te aman y guardan tus mandatos, 6
que esté atento tu oído y abiertos tus ojos para escuchar la oración que tu siervo te dirige ahor, día y noche, por tus siervos los hijos de Israel, confesando los pecados de Israel, nuestros pecados contra ti, porque yo y la casa de mi padre hemos pecado, 7
te hemos ofendido y no hemos guardado los mandamientos, las leyes y los preceptos que tú prescribiste a Moisés, tu siervo. 8
Acuérdate de estas palabras que tú mandaste decir a Moisés, tu siervo: Si pecareis, yo os dispersaré entre los pueblos; 9
pero si os volvéis a mí y guardáis mis mandamientos y los ponéis por obra, aunque hubiereis sido desterrados a los confines de la tierra, de allí os reuniré yo y os volveré al lugar que he elegido para hacer residir en él mi nombre. 10
Son tus siervos, son tu pueblo, que redimiste tú con tu gran poder y tu fuerte mano, 11
¡Oh Señor! que esté atento tu oído a la plegaria de tu siervo y a la de los siervos tuyos que desean temer tu nombre. Concede ahora próspero suceso a tu siervo y haz que halle yo gracia a los ojos de este hombre; pues servía yo entonces de copero al rey. La noticia que le dieron Jananí y los otros que habían llegado 2 la provincia (
medinah)
de Judá impresionó extraordinariamente a Nehemías. ¿Por qué sucedieron estas cosas en Jerusalén? Nehemías intuye inmediatamente que el pecado es el causante de tantos males, por lo cual acude a las lágrimas, al ayuno y a la oración, con el fin de aplacar al Dios ofendido (
1Sa_14:24; Esdr 8:21). Elbios de los cielos (2:5-20; 9:6-28;
Esd_1:2;
Esd_5:11-12;
Esd_6:9-10;
Esd_7:2) era un título que los persas daban a Ahura Mazda, pero que Nehemías aplica al único y verdadero Dios.
Es Yahvé grande y terrible, que no deja impune ningún pecado contra su ley (
Dan_9:4). Es celoso Yahvé del pacto de la alianza (Ex c. 19-20). En el caso de que Israel cumpla lo estipulado, le colma Dios de gracias espirituales y materiales; en caso contrario le retira su ayuda, dejándole solo ante sus enemigos. Nehemías confiesa que Israel ha pecado; él mismo se incluye entre los pecadores. Pero
la penitencia es el principio del perdón; Israel reconoce su pecado; confiesa que ha traspasado los mandamientos que Dios prescribió por medio de Moisés. La expresión que esté atento tu oído y abiertos tus ojos aparece en otros lugares bíblicos (
1Re_8:28-29;
2Re_19:16;
2Cr_6:40).
En los v.8-9 recuerda Nehemías que Dios amenazó a los pecadores, pero prometió reconciliarse con ellos
si reconocen su pecado y lo detestan. Por el pecado, Israel fue llevado cautivo entre las gentes; ahora, habiendo hecho penitencia,
le reunirá Dios de nuevo y le volverá al lugar que el mismo Dios eligio como morada suya (
1Sa_4:4;
2Sa_6:2;
Sal_80:1). La promesa que se dice fue hecha a Moisés se encuentra formulada implícitamente en varios pasajes del Pentateuco (
Lev_26:33-45;
Deu_4:25-31;
Deu_28:1-15;
Deu_30:1-5). Dios no puede desentenderse de Israel, porque, en realidad,
Israel es su pueblo predilecto (
Exo_5:1;
Exo_8:20;
Deu_32:15;
Jer_3:19;
Jer_31:20); los israelitas son siervos suyos, que redimió
con gran poder y mano fuerte (
Deu_9:29).
Al final del v.11 alude Nehemías al rey Artajerjes con las palabras este hombre. Ruega a Dios que cambie el corazón del rey en el sentido de que se le conceda autorización para levantar los muros de Jerusalén, revocando la orden contraria dada anteriormente (
Esd_4:23).
Se preguntan muchos intérpretes: ¿Es auténtica esta oración de Nehemías? Todos confiesan que su forma es estereotipada; que tiene muchas semejanzas con otras muchas (
Esd_9:6-15;
Neh_9:6-37;
Dan_94:-19;
Est_13:8-17;
Est_14:3-19; Ecl 36.1-6); que presenta un colorido deuteronómico muy marcado (
Deu_7:9-21;
Deu_9:29;
Deu_30:1-4)· Por lo mismo, piensan muchos que fue compuesta por el autor del libro. La verdad parece estar en un término medio. No cabe suponer que el cronista reprodujera textualmente una oración que Nehemías hizo en determinada ocasión; se limita a transcribir las ideas maestras de la misma.
Nehemías era copero del rey, cargo honorífico en la corte persa 2; los funcionarios reales solían ser eunucos (
Est_1:10;
Jdt_12:11)· ¿Lo era Nehemías? Se discute; para los judíos ser eunuco era una deshonra, salvo excepción (
Deu_23:2; Sal 127; en contra
Isa_56:3-5).