Genesis 24, 16-17

La muchacha era muy bella y, además, era virgen pues no había tenido relaciones sexuales con ningún hombre. Bajó a la fuente, llenó el cántaro y ya regresaba cuando el criado de Abrahán corrió a su encuentro y le dijo: — Por favor, déjame beber un poco de agua de tu cántaro.
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