Genesis 27, 1-8

Ciclo de Jacob

(27—36)

Isaac bendice a Jacob y Esaú

Isaac era ya anciano y sus ojos se habían nublado tanto que ya no veía. Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: — ¡Hijo mío! Él respondió: — Aquí estoy. Continuó Isaac: — Como ves, ya soy un anciano y cualquier día me puedo morir. Quiero que vayas al monte con tu arco y tus flechas º y me traigas algo de caza. Después me lo guisas como a mí me gusta y me lo traes para que me lo coma, pues deseo darte mi bendición * antes de morir º. Pero Rebeca había estado escuchando lo que Isaac le decía a su hijo Esaú y, en cuanto este salió al monte a cazar algo para su padre, ella llamó a su hijo Jacob y le dijo: — Según acabo de escuchar, tu padre le ha pedido a tu hermano Esaú que cace un animal y se lo traiga para hacerle un guiso como a él le gusta, y después le dará su bendición delante del Señor º antes de morir. Así que ahora, hijo mío, haz lo que te mando.
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