Genesis 30, 1-3

Cuando Raquel vio que no podía dar hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: — Dame hijos, porque si no, me muero. Pero Jacob se enojó mucho con ella y le dijo: — ¿Crees acaso que soy Dios? Es él quien te ha impedido tener hijos. Ella replicó: — Aquí tienes a mi criada Bilhá. Acuéstate con ella y que dé a luz en mis rodillas º. Así, por medio de ella, también yo podré formar una familia.
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