I Samuel 15, 10-26

El Señor dirigió a Samuel este mensaje: — Me arrepiento de haber elegido rey a Saúl, pues me ha vuelto la espalda y no ha cumplido mis órdenes. Samuel se entristeció y estuvo suplicando al Señor toda la noche. Por la mañana madrugó para ir al encuentro de Saúl, pero le informaron que Saúl había ido a Carmel * para levantar un monumento º, y que luego, dando un rodeo, había bajado a Guilgal. Entonces Samuel llegó adonde estaba Saúl y este le dijo: — El Señor te bendiga. He cumplido º el encargo del Señor. Pero Samuel le preguntó: — ¿Y qué significan esos balidos que escucho y esos mugidos que estoy oyendo? Saúl le respondió: — Los han traído de Amalec. La gente ha perdonado la vida a las mejores ovejas y vacas, para ofrecerlas en sacrificio al Señor tu Dios. El resto lo hemos consagrado al exterminio. Samuel repuso: — Calla, que te voy a comunicar lo que el Señor me ha dicho esta noche. Saúl respondió: — Habla. Samuel dijo: — Aunque te consideras insignificante, eres el jefe de las tribus de Israel, pues el Señor te ha ungido como rey de Israel. º El Señor te ha enviado a esta campaña con la orden de consagrar al exterminio a esos amalecitas pecadores y de atacarlos hasta acabar con ellos. ¿Por qué te has apoderado del botín desobedeciendo la orden del Señor y haciendo lo que el Señor desaprueba? º Saúl le contestó: — Sí que he obedecido la orden del Señor. He realizado la campaña que me encomendó, he traído a Agag, rey de Amalec, y he consagrado al exterminio a los amalecitas. Y si la gente tomó como botín las ovejas y vacas, destinadas al exterminio, fue para ofrecérselas en sacrificio al Señor tu Dios en Guilgal. Samuel respondió: — ¿Acaso el Señor valora más los holocaustos y sacrificios que la obediencia a su palabra? Mira, la obediencia vale más que el sacrificio º y la docilidad más que la grasa de carneros. º En cambio, la rebeldía es como el pecado de espiritismo, y la arrogancia, como el delito de idolatría. Puesto que has rechazado la palabra del Señor, él te rechaza como rey. Entonces Saúl dijo a Samuel: — He pecado, pues he violado el mandato del Señor y tus palabras, y he obedecido a la gente por miedo. Ahora te ruego que me perdones y que me acompañes para adorar al Señor. Samuel le respondió: — No te acompañaré, pues has rechazado la palabra del Señor y el Señor te rechaza º como rey de Israel.
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