I Tesalonicenses 3, 1-6

Por eso, no pudiendo aguantar ya más, decidimos quedarnos solos en Atenas º º y enviarles a Timoteo, hermano nuestro y colaborador º en el anuncio del mensaje salvador de Cristo, con la misión de fortalecerlos y animarlos en la fe, para que ninguno sucumba ante esas pruebas a las que, como saben, estamos destinados. º Ya se lo anunciamos estando entre ustedes: “Es preciso que sobrevengan dificultades”. Y es lo que ha sucedido, como bien saben. Así que, no pudiendo aguantar ya más, envié [a Timoteo * ] para que me informara acerca de la fe de ustedes, no sea que los hubiera seducido el Seductor º y todo nuestro esfuerzo terminara siendo inútil. º

Alegría y acción de gracias por las buenas noticias

Pero he aquí que Timoteo acaba de regresar º de visitarlos trayendo muy buenas noticias sobre la fe y el amor que ustedes muestran. Nos asegura que conservan un buen recuerdo nuestro y que están tan deseosos de vernos como lo estamos nosotros de verlos a ustedes. º
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