II Pedro  2, 13-17

recibiendo daño en pago del daño que causaron. Ponen su felicidad en el libertinaje a plena luz *; impuros y viciosos, se entregan a sus placeres º mientras banquetean alegremente con ustedes. Miran con ojos cargados de pasión a la mujer adúltera; están siempre hambrientos de pecado; seducen a los débiles; su corazón rebosa avaricia; ¡son unos malditos! Han abandonado el buen camino y se han extraviado, siguiendo el ejemplo de Balaán, hijo de Bosor º, que buscó una recompensa inicua. º Pero Balaán fue recriminado por su maldad: una bestia de carga, incapaz de hablar, tomó voz humana y se opuso a la insensatez del profeta. º Esos individuos son manantiales sin agua, nubes arrastradas por el huracán. Densas tinieblas los aguardan, º
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