II Samuel  14, 29-33

Absalón mandó a llamar a Joab para enviarlo al rey, pero Joab no quiso acudir. Lo volvió a llamar por segunda vez y tampoco quiso. Entonces ordenó a sus criados: — Miren, Joab tiene una parcela de tierra junto a la mía que está sembrada de cebada. Vayan a prenderla fuego. Los criados de Absalón prendieron fuego a la parcela. Joab fue inmediatamente a casa de Absalón y le preguntó: — ¿Por qué tus criados han prendido fuego a mi parcela? Y Absalón le respondió: — Mira, te he mandado llamar para que vinieras y fueras a decirle al rey: “¿Para qué he vuelto de Guesur? ¡Era preferible seguir allí!”. Ahora, quiero ver al rey y, si soy culpable, que me mate. Joab fue a informar al rey. Luego el rey llamó a Absalón y, cuando este llegó ante el rey, le hizo una reverencia postrado en tierra. Entonces el rey abrazó a Absalón.
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