“ Así que aquel enorme dragón, es decir, la antigua serpiente, la que tiene por nombre Diablo y Satanás, la que continuamente está seduciendo al mundo entero, fue precipitado a la tierra junto con sus ángeles. º Y oí en el cielo una voz poderosa que decía: — Ya está aquí la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios; ya está aquí la soberanía de su Cristo. Ha sido reducido a la impotencia el que día y noche acusaba º a nuestros hermanos delante de nuestro Dios. º Han sido ellos quienes lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por medio del mensaje con que testificaron, sin que su amor a la vida les hiciera rehuir la muerte. ”