Daniel  10, 5-6

al alzar la vista, vi ante mí a un hombre vestido de lino º, con un cinturón de oro puro. º Su cuerpo parecía de crisólito, su cara destellaba como el relámpago, sus ojos semejaban antorchas encendidas, sus brazos y piernas brillaban como el bronce bruñido, y su voz resonaba como si hablara una multitud.
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