Deuteronomio  1, 26-33

Sin embargo, ustedes se rebelaron contra la orden del Señor su Dios, se negaron a subir, º y se pusieron a murmurar dentro de sus tiendas diciendo: “El Señor debe odiarnos; nos sacó de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos”. ¡A dónde vamos a ir! Nuestros hermanos nos han metido el miedo en el cuerpo al decirnos que la gente de allí es más fuerte y más alta que nosotros, que las ciudades son enormes y están provistas de murallas que tocan el cielo. ¡Para colmo, nos dicen que vieron anaquitas º por allí! Entonces les respondí: “No se asusten ni les tengan miedo. El Señor su Dios va delante de ustedes y combatirá por ustedes, como ya vieron que lo hizo en Egipto. º Y también has visto cómo el Señor tu Dios te conducía a lo largo de todo el camino que han recorrido por el desierto hasta llegar aquí, con el cuidado con que un padre lleva a su hijo”. A pesar de eso, ninguno de ustedes confió en el Señor su Dios, º que iba delante de ustedes para buscarles dónde acampar. De noche lo hacía en forma de fuego, para que vieran el camino a seguir, y de día los acompañaba en forma de nube. º
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