Juan  8, 34-36

— Yo les aseguro —les contestó Jesús— que todo el que comete pecado es esclavo del pecado. º Y el esclavo no forma parte de la familia de modo permanente; el hijo, por el contrario, es siempre miembro de la familia. º Por eso, si el Hijo les da la libertad, serán verdaderamente libres.
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