Mateo 25, 10-12

Pero mientras estaban comprándolo, llegó el novio, y las que lo tenían todo a punto entraron con él a la fiesta nupcial, y luego la puerta se cerró. Más tarde llegaron las otras muchachas y se pusieron a llamar: “¡Señor, señor, ábrenos!”. º Pero él les contestó: “Les aseguro que no sé quiénes son ustedes”.
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