Numeros  11, 31-34

Las codornices

El Señor levantó un viento º que trajo bandadas de codornices desde la región marítima, y las arrojó junto al campamento, aleteando a un metro del suelo en un radio de una jornada de camino. El pueblo se dedicó a recoger codornices todo aquel día, toda la noche y todo el día siguiente. El que menos codornices recogió, lo hizo en una gran cantidad º y las tendieron alrededor del campamento. Aún tenían la carne entre los dientes, sin acabar de masticarla, cuando la cólera del Señor estalló contra el pueblo y lo hirió el Señor con una terrible plaga. El lugar se llamó Kibrot-Hatavá º, por cuanto allí fueron sepultados los culpables de glotonería.
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