Salmos 102, 1-11

(1)

salmo 102 (101)

No me lleves en mitad de mi vida

Oración de un afligido que desfallece y desahoga su pesar ante el Señor.
(2) Señor, escucha mi ruego, que mi grito llegue a ti. (3) No me ocultes tu rostro cuando estoy angustiado; acerca hacia mí tu oído, respóndeme pronto si te llamo. º (4) Pues mi vida se desvanece como el humo º, mis huesos arden como una hoguera; º (5) mi corazón se seca como hierba segada º, hasta de comer mi pan me olvido. (6) De tanto gritar sollozando tengo los huesos pegados a la piel. º (7) Me parezco al pelícano del yermo, soy como el búho de las ruinas º. (8) No puedo dormir, aquí estoy como ave solitaria en un tejado. (9) Sin cesar mis enemigos me injurian, furiosos contra mí me maldicen. (10) En vez de pan me alimento de polvo, mezclo la bebida con mi llanto º (11) a causa de tu enojo y de tu cólera, pues tú me alzaste y me abatiste luego º. (12) Es mi vida como sombra que declina, como la hierba me voy marchitando. º
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