Salmos 52, 1-9

(1)

salmo 52 (51)

¿Cómo te jactas del mal?

Al maestro del coro. Poema de David.
(2) Cuando vino Doeg el edomita a decirle a Saúl: “David ha ido a casa de Ajimélec”. º
(3) ¿Por qué, engreído, te jactas del mal si el amor de Dios es constante º? (4) Tú maquinas maldades, tu lengua, afilada navaja, difunde calumnias. º (5) Prefieres el mal al bien, la mentira a la sinceridad. º (6) Amas la palabra que destruye y es engañosa tu lengua º. º (7) Dios te aniquilará para siempre, te expulsará, te sacará de tu tienda, te arrancará de la tierra de los vivos º. º [Pausa] (8) Y los justos lo verán asustados y empezarán a reírse de él: º (9) “Mira, esta es la persona que no hizo de Dios su fortaleza, que confió en su inmensa riqueza, que se refugió en su maldad.” º (10) Pero yo soy frondoso olivo en la morada de Dios y por siempre jamás º confío en su amor. º (11) Yo siempre te alabaré por lo que has hecho y proclamaré tu buen nombre ante los que te son fieles º. º
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