Salmos 89, 19-37

(20) Un día, en una visión, hablaste a tus fieles y así les dijiste: “He prestado mi apoyo a un guerrero, he enaltecido a un joven del pueblo. º (21) He encontrado a mi siervo David, con mi aceite sagrado lo he ungido º. (22) Mi mano estará con él, mi brazo le dará fuerza. (23) No podrá atormentarlo el enemigo, ni le hará sufrir el malvado. (24) Ante él destrozaré a sus rivales, golpearé a quienes lo odian. (25) Mi fidelidad y mi amor lo acompañan, con mi nombre voy a encumbrarlo. (26) Bajo su mano he puesto el mar, bajo su diestra los ríos º. (27) Él me dirá: ‘Tú eres mi padre º, mi Dios, el refugio que me salva’. (28) Haré de él mi primogénito, el mayor de los reyes de la tierra º. º (29) Mi bondad lo protegerá siempre, mi pacto con él será firme. (30) Mantendré eternamente su linaje y su trono mientras el cielo exista º. (31) Mas si abandonan sus hijos mi ley, si no caminan según mis decretos, (32) si quebrantan mis preceptos y no guardan mis mandatos, (33) castigaré con la vara su pecado y con azotes sus culpas. º (34) Pero de él no apartaré mi amor, no traicionaré mi fidelidad, (35) no romperé mi pacto, no cambiarán mis palabras º. (36) Por mi santidad juré una vez º y no mentiré a David. (37) Será eterna su descendencia, será su trono como el sol ante mí, (38) como la luna siempre firme, testigo fiel en el cielo”. º [Pausa]
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