Eclesiástico 27, 16-21

Los secretos son sagrados

Del que revela secretos ¿quién se fiará?; que se despida de encontrar un buen amigo. º Ama a tu amigo y pon en él tu confianza; pero si revelas sus secretos, perderás su amistad, pues como una persona destruye a su enemigo º, así tú habrás destruido la amistad con tu prójimo; y como pájaro que has dejado escapar de tu mano, habrás perdido un amigo que jamás recobrarás. No vayas tras él, pues estará ya lejos y, como una gacela, se ha escapado de la red. Y es que una herida se puede vendar, incluso un insulto se puede perdonar; pero revelar secretos es perder toda esperanza.
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