Eclesiástico 31, 4-7

Se afana el pobre arriesgando su vida y, cuando descansa, sigue en la miseria. Quien corre tras el oro, cargará con su culpa; quien codicia ganancias, cosechará extravíos. º Por culpa del oro se han arruinado muchos y se han acarreado su propia perdición º. Es una trampa * para los fascinados por él º, y todos los insensatos quedan atrapados en ella.
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