Eclesiástico 33, 16-31

Reflexión del autor

En cuanto a mí, he vigilado hasta el final, como rebuscador tras los vendimiadores; pero con la bendición del Señor, he madrugado y, como si fuera vendimiador, he llenado el lagar. Fíjense que no me he esforzado sólo para mí, sino para todos los que buscan instrucción. Escúchenme, los que están al frente del pueblo, pongan atención quienes presiden la asamblea.

No transmitir los bienes antes de tiempo

Ni a hijo, ni a esposa, ni a hermano, ni a amigo concedas poder sobre ti mientras vivas; no hagas a otro donación de tus bienes no sea que luego te arrepientas y tengas que pedírselos de nuevo. Mientras tengas vida y arrestos no te dejes dominar por nadie, pues es preferible que tus hijos te pidan ayuda a que tú dependas de su generosidad. Mantén el control de todo cuanto hagas y dejes que se empañe tu reputación. Sólo cuando llegue el final de tus días y el momento de morir, debes repartir la herencia.

Comportamiento con los criados

Al burro dale forraje, palo y carga; al criado pan, corrección y trabajo; º oblígalo a trabajar, y podrás dormir tranquilo *, déjalo desocupado º, y buscará la libertad. Yugo y riendas doblegan la cerviz de un animal, castigos y mano dura la de un criado perezoso. Ponlo a trabajar para que no esté ocioso *, pues la ociosidad es madre º de todos los vicios. Ponlo a trabajar en aquello que le cuadre y, si no obedece, carga sus pies con cadenas. Pero no te sobrepases con nadie ni hagas algo que pueda ser injusto. Si tienes un criado, trátalo como a ti mismo pues te ha costado sangre adquirirlo º.
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