Eclesiástico 34, 13-15

El Señor protege a los suyos

Los que honran al Señor, conocerán larga vida pues han puesto su esperanza en quien puede salvarlos; º el que honra al Señor, por nada será amedrentado y jamás se acobardará, ya que él es su esperanza. Afortunado quien honra al Señor, pues, ¿quién si no él es su apoyo y su seguridad?
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