Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
26. Canto Triunfal Plegaria.
Este capítulo es una mezcla de himno triunfal y súplica deprecatoria, a la vez que una acción de gracias. La nación es presentada saliendo de una época de humillación y opresión. También se ha pretendido fragmentar este poema, pero parece que hay unidad fundamental con transiciones muy apropiadas.
Canto triunfal (1-6).
1 En aquel día cantarán este cántico en la tierra de Judá: Tenemos una ciudad fuerte; por muro y antemuro nos da El la salvación, 2 Abrid las puertas, que entre un pueblo justo, que se mantiene fiel. 3 Su firme ánimo conservará la paz, porque en ti pone su confianza. 4 Confiad siempre en Yahvé, pues Yahvé es la roca eterna. 5 El destruyó a los que habitan en las alturas, derribó la ciudad soberbia. 6 La derribó hasta la tierra, la arrojó al polvo, y es hollada por pies, por los pies de los pobres y los pasos de los humildes. El profeta se traslada a la época venturosa en que tendrán cumplimiento los hechos vaticinados en 25:6-8. Entonces la ciudad no necesitará de fortificaciones, porque la
salvación, es decir, la protección de Yahvé, será la verdadera muralla y fortaleza de dicha ciudad 1; sus ciudadanos serán un
pueblo justo 2, es decir, no reinará en ella la iniquidad. Ese pueblo se mantendrá fiel y
con animo firme, es decir, no vacilará en seguir la ley de Yahvé, y por eso éste
conservara la paz 3 en sus corazones, base de la felicidad mesiánica. En cambio, Yahvé
destruyó a los que habitan en las alturas,
derribó la ciudad soberbia, que es la misma
Deu_24:10, cuya identificación no es fácil (¿Babilonia, Samaría?), pero que parece simbolizar las fuerzas que se oponen al establecimiento del reino mesiánico. De este modo Dios se ha mostrado como
roca segura de salvación contra toda inundación o invasión. Los
pies de los pobres: son los
Deu_25:4, los judíos oprimidos, que al fin se sobrepondrán a sus opresores.
Ansias de justicia (7-10).
7 La senda de los justos es recta, i derecho el camino que tú abres al justo. 8 Nosotros ciertamente te esperamos en la senda de tus juicios, ¡oh Yahvé! Tu nombre, tu memoria es el anhelo del alma. 9 Deséate mi alma por la noche, y mi espíritu te busca dentro de mí, pues cuando (aparezcan) sobre la tierra tus juicios, aprenderán justicia los habitantes del orbe. 10 Si al impío se le hace gracia, no aprende la justicia, y en la tierra de lo recto hace el mal y no ve la majestad de Dios. El tono de esta sección es muy similar al de los salmos clásicos. Dios allana, facilita la senda de los justos (v.7) para que no haya obstáculos que los hagan caer. Por eso la nación espera también la manifestación de la justicia divina
en la senda de tus juicios. La justicia de Dios se manifiesta de un modo inquebrantable y fijo como una
senda o programa de acción. Dios camina siempre por la
senda de su justicia, y, por tanto, la nación santa espera ver manifestarse su justicia y verle caminar por esta vía. El justo no piensa sino en el
nombre o manifestación gloriosa de Yahvé (
Exo_20:24) y en sus gestas o
memoria (v.8). Los justos no tenían otro anhelo sino cantar las glorias y gestas de Yahvé, y de noche y de día le buscan en su espíritu. Es el centro de sus meditaciones y reflexiones, suspirando por la manifestación de los juicios de Dios (v.9), dando una lección de justicia a los
habitantes de la tierra.. Ya es hora de que se manifieste la justicia de Dios, pues los impíos no aprenden cuando se
les hace gracia, y continúan obrando inicuamente en la
tierra de lo justo, e.d., Palestina, la tierra de Yahvé, porque en ella vivía una población que estaba vinculada por un juramento a Yahvé, y porque en ella habían vivido los patriarcas, modelo de rectitud moral.
Oración por la paz de Israel (11-14).
11Alzada está tu mano, ¡oh Yahvé! no la ven; verán, confundidos, tu celo por el pueblo, y el fuego de tus enemigos los devorará. 12 Depáranos la paz, ¡oh Yahvé! pues cuanto hacemos eres tú quien para nosotros lo hace. 13 Yahvé, Dios nuestro, otros señores, que no tú, se enseñorearon de nosotros; sólo por ti celebramos tu nombre, 14 Los muertos no revivirán, no se levantarán las sombras, porque los visitaste y destruíste y borraste todo recuerdo de ellos. Los impíos están tan ciegos que no ven la mano de Yahvé
alzada, dispuesta a descargar el castigo sobre ellos. Tantas veces ha manifestado su justicia en la historia, y, sin embargo, ellos no
ven; pero llega el momento en que tendrán que ver la mano de Dios, su
celo por el pueblo, e.d., el amor celoso que Yahvé siente por su pueblo elegido, y entonces sufrirán
el fuego de los enemigos; es decir, la cólera divina descargará como un fuego sobre los enemigos 4. El profeta suplica a Dios que les conceda la
paz, símbolo de todos los bienes y expresión de su benevolencia para con ellos. Toda la historia de Israel es la historia de las gestas de Yahvé:
cuanto hacemos, eres tú quien lo hace (v.13). Pero, a pesar de ser Yahvé el único y verdadero rey de Israel, no obstante, temporalmente han estado sometidos a otros amos, tiranos usurpadores. Pero ahora que ya no los dominan, sólo quieren que Yahvé los gobierne personalmente, y sólo a El acatarán (v.13). Y los antiguos tiranos no se levantarán del sepulcro para dominarlos de nuevo:
los muertos no revivirán, no se levantarán las sombras (v.14.). No se trata en esta afirmación de la negación de la resurrección de los muertos en general 5.
Ansiedad de los habitantes (15-18).
15 Multiplicaste al pueblo, ¡oh Yahvé! multiplicaste a tu nación, te has glorificado, ensanchaste todos los confines de la tierra. 16 En la angustia, ¡oh Yahvé! te han visitado, han derramado plegarias cuando tú los castigabas 6. 17 Como la mujer encinta, cuando llega el parto, se retuerce y grita en sus dolores, así estábamos nosotros ante ti, Yahvé. 18 Concebimos, nos retorcimos como si pariésemos viento, no dimos salvación a la tierra ni nacieron habitantes del orbe. El profeta confiesa que la multiplicación del pueblo elegido ha redundado en
gloria de Yahvé (v.16).
La nación ha aumentado mucho, extendiendo sus fronteras. Dios ha escogido el castigo como medio más apropiado para que el pueblo escogido se acercase a Dios (16). El pueblo estuvo como en dolores de parto, sufriendo; pero de nada le valdrían sus sufrimientos si Yahvé no se encargara de configurar el futuro de su pueblo (
concebimos. como si pariésemos viento, v.18). Si el pueblo ha aumentado, no es tanto por los esfuerzos propios cuanto por la intervención de Yahvé (
no dimos salvación a la tierra ni nacieron habitantes del cosmos).
Los esfuerzos del pueblo han dado por resultado un aborto:
no han nacido hombres.
Resurrección de los muertos.
19 Revivirán tus muertos, mis cadáveres se levantarán; despertad y cantad los que yacéis en el polvo, porque rocío de luces es tu rocío 7, y la tierra parirá sombras. Este versículo constituye el punto culminante en esta sección apocalíptica de Isaías, ya que aquí se habla de la resurrección de los muertos de Israel. Tus
muertos son los muertos en Israel con la fe y esperanza en Yahvé. Mis
cadáveres (lit. mi cadáver), es decir, los del pueblo elegido, suponiendo que habla Dios. El profeta acababa de mostrar los vanos esfuerzos del pueblo por hacer revivir la nación (v.18), y en contraste con ello está la acción omnipotente de Dios, que va a multiplicar los habitantes de su pueblo resucitando a los muertos. El tono es patético y sumamente conciso; por eso se cambia de persona constantemente:
despertad y cantad (v.19), y las palabras de Yahvé tienen el efecto de un
rocío nocturno, pues los muertos resucitarán como reviven las plantas secadas con el calor al recibir el frescor del rocío nocturno, que es el riego providencial de la árida Palestina. Y la tierra lanzará fuera a sus muertos (
parirá sombras, v.19). La frase
rocío de luces, si está bien traducida, jugaría con el paralelismo de
luz y
vida frecuente en la literatura sapiencial8, y entonces sería un rocío de vida,
vivificador, que cae sobre los muertos para resucitarlos.
Nos encontramos aquí con la idea de resurrección, si bien limitada a los israelitas. En Dan 12:2 tenemos un punto de vista similar: Las muchedumbres de los que duermen en el pueblo de la tierra se despertarán, unos para eterna vida, otros para eterna vergüenza y confusión.
Invitación al pueblo a esconderse (20-21).
20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tus puertas tras de ti, ocúltate por un poco, mientras pasa la cólera. 21 Porque he aquí que Yahvé va a salir de su lugar para castigar la iniquidad de los moradores de la tierra, y la tierra descubrirá su sangre, no encubrirá más sus asesinados. El profeta ve en el horizonte al juicio de Dios, que se va a manifestar, y en su amor tierno por el pueblo le invita a recogerse en su casa hasta que pase la
cólera, que será de corta duración (v.20). Dios va a salir de su
lugar, e.d., va a descender del cielo (cf.
Miq_1:3; Gen 9), para castigar sobre todo los pecados de homicidio, y la tierra descubre todos los cuerpos
asesinados que tiene en su seno para que se manifieste la justicia del juicio divino y no quede ningún homidicio sin castigo. Según
Gen_4:11, la sangre del inocente clama venganza al cielo (cf.
Eze_24:7-8). La tierra no quiere ser cómplice de estos crímenes, y por eso pone al descubierto los cadáveres de los asesinados. No hay indicación aquí de resurrección corporal, como en el v.16
. 1 Cf.
Zac_2:4-5;
Sal_125:2. El texto griego más bien toma
salvación como complemento directo; es decir, la salvación de Jerusalén está en las fortificaciones. 2 Cf.
Sal_118:19-20;
Rev_22:145. 3 La traducción de este versículo es difícil, por la extremada concisión del original hebreo. Skinner traduce: Tú guardas en constante paz una firme disposición, porque es fiel a ti. En el texto hebreo se repite dos veces paz, pero el griego suprime uno de ellos como ditografía. 4 El texto original es oscuro. La expresión celo del pueblo puede significar: celo por el pueblo o ardor del pueblo contra los enemigos, etc. 5 El texto original dice
Refaim, que nosotros traducimos por sombras. Era el nombre que se daba a los gigantes y a los habitantes de ultratumba. Cf. 14:95. 6 Esta segunda parte del versículo es sumamente oscura. Las traducciones son muy diversas. Hemos aceptado la que nos parecía mejor con el contexto. 7 La frase
rocío de luces es problemática en cuanto a la segunda palabra. En
2Re_4:39 se traduce por
hortalizas. Los LXX traducen rocío de salvación, lo que indica que leían otra palabra hebrea. 8 Cf.
Sal_36:9;
Sal_56:13;
Job_3:20;
Job_33:30;
Jua_1:4. En el Talmud se habla de un rocío guardado en el séptimo cielo que desciende sobre los huesos de los muertos, resucitándolos (cf. Skinner, o.c., 210).