Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)
Canto de victoria: ¿Quién como el Dios perdonador del remanente? El himno que concluye la tercera serie de profecías y el libro cae en cuatro estrofas relativamente iguales: La confesión fiel de Sion (8-10); la promesa de Miqueas de que todas las naciones encontrarán salvación en la Sion reconstruida (11, 12), seguida por una desolación mundial (13); su petición de que Dios de nuevo pastoree a su pueblo (14), seguida por la respuesta de Dios (15), y la reflexión de Miqueas sobre la consiguiente salvación universal (16, 17); y el himno del pueblo para celebrar la fidelidad y la gracia incomparable de Dios (18-20).
8 Jerusalén personificada ordena a su
enemiga (probablemente Nínive; ver el v. 12) que no se alegre (eso es, regocije en una victoria). Ella explica que
aunque yo habite en tinieblas (la sombría prisión de la cautividad; Isa. 42:6, 7; 49:9),
Jehovah, que se ha comprometido para siempre con Israel (ver vv. 7, 20),
será mi luz (eso es, la librará de la cautividad como de calabozo).
9 Porque su caída se debió a su pecado, no a la impotencia de Dios ni a la potencia de su enemigo, ella está lista a soportar la
ira del Señor porque es justa y solamente por un tiempo limitado. Después que haya sido pagada por completo (
cf. Isa. 40:2), Dios abogará su
causa como un abogado, no como un fiscal (6:1), porque ella no ha hecho mal contra su enemigo. Entonces Sion verá (o contemplará)
su justicia al cumplir sus obligaciones del pacto con ella.
10 Sion ora: que mi enemiga vea tu justicia, y que se cubra de vergüenza. Los ojos de Sion
la verán (o se deleitarán; el heb. es el mismo que en el v. 9).
11-13 El día, repetido tres veces para referirse al mismo período, es tanto un estado como un tiempo escogido por Dios en el futuro cercano. Es un día para que Sion reconstruya sus
muros (los de un redil, no de fortalezas;
cf. 5:11). Es también el día de ampliar sus
límites de manera que haya amplio espacio para que vengan todas las naciones (13) bajo la protección del Rey-Pastor.
12 En aquel día vendrán de todas partes de la tierra, hasta de los tradicionales enemigos de Sion,
Asiria en el norte y
Egipto en el sur (
cf. Sal. 87; Heb. 12:22).
13 Y la tierra llegará a ser una desolación. Después que los escogidos (compuestos de judíos y de gentiles) encuentren salvación dentro de Sion, entonces la desolación vendrá sobre la tierra y sus
moradores, como fruto de sus obras pecaminosas. La profecía encuentra su cumplimiento en el juicio final (2 Tes. 1:6-9; 2 Ped. 3:12; Apoc. 20:11-15).
14 Entonces Miqueas le pide a Dios:
Apacienta a tu pueblo, tanto judíos como gentiles (Hech. 15:16-18; Ef. 1:3, 4). Ese cuadro se extiende al resto del versículo: protección segura (
cayado) y provisión abundante (
apacentarán).
Tu posesión se refiere a la tierra antigua y permanente que provee subsistencia a la familia (ver 2:2;
cf. Núm. 26:56). Hoy Dios da a sus escogidos una fuente permanente de vida en Cristo (Juan 10:28). El pueblo escogido
habita solitario en libertad. La combinación de
bosque del Carmelo significa un jardín parecido a un bosque.
BasaŒn y
Galaad fueron las primeras tie rras conquistadas por Moisés con maravillas poderosas (Núm. 21:33). Basán era bien conocida por sus árboles majestuosos (Isa. 2:13; Zac. 11:2) y sus animales domésticos bien alimentados (Deut. 32:14); Galaad era famoso por sus buenos pastizales (Núm. 32:1, 26). Miqueas está pidiendo a Dios que restaure las bendiciones originales de Israel.
15 Dios promete contestar esta oración de acuerdo con su voluntad.
16, 17 Conforme Miqueas reflexiona sobre las promesas anteriores, comprende que
las naciones ...
verán las maravillas de Dios (15)
y quedarán confundidas por arriesgar su honra en dioses falsos impotentes.
Se pondrán la mano sobre la boca significa que se callarán, y
sus oídos se ensordecerán significa que pondrán oídos sordos. Cuando Dios realice estas maravillas las naciones dejarán de burlarse de Israel y pondrán oídos sordos a las vanas jactancias de otros y a sus argumentos vacíos.
17 Las naciones también renunciarán a su poder. Los reyes vencidos
lamerán el polvo como la culebra ante Jehovah. Enfrentados a su poder,
saldrán temblando desde sus encierros para adorarlo.
18 Miqueas entrelaza diestramente su nombre, El que es como Jehovah al principiar el himno del pueblo:
¿Qué Dios hay como tú ... ? Nadie se compara con el
que perdona la maldad [la culpa]
y olvida el pecado (véase 1:5). La violación que Israel hizo del pacto fue tan grande que nadie, aparte de Dios, la hubiera perdonado (
cf. 1 Tim. 1:15-17). Sin embargo, sin ese perdón el ministerio de Miqueas no habría tenido objeto. El hubiera tenido la satisfacción de desahogar su rencor, pero el pueblo se hubiera endurecido en su pecado (
cf. Sal. 130:3, 4). El ahora acumula las cualidades bondadosas de Dios:
no ha guardado para siempre su enojo ... se complace en la misericordia (dos veces)
volverá a compadecerse y
concederás la verdad (fidelidad). Dios mostró esas mismas cualidades cuando Israel pecó al hacer el becerro de oro y Moisés le pidió que mostrara su gloria (Exo. 34:6).
19 Por causa de su misericordia Dios
echará nuestros pecados en las profundidades del mar de modo que ya no amenazarán la existencia de Israel, de la misma manera en que arrojó al ejército de faraón en el mar.
20 Esas cualidades también garantizan que él
concederá la verdad (mostrará su fidelidad) al mantener su pacto que juró a sus
padres desde tiempos antiguos. Todo esto es posible por Jesucristo, quien pagó la penalidad por los pecados de su pueblo y porque es el Amén de Dios a sus promesas del pacto.
Bruce Waltke