Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Salmo 148 (Vg 147): Alabanza Cósmica a Yahvé.
E n este himno lírico se cantan las grandezas de Yahvé, proclamadas por todos los componentes del cosmos: la naturaleza inanimada y los vivientes. El mundo orgánico e inorgánico, el irracional y el racional, juntamente con el espiritual angélico, son invitados a entonar un cántico de alabanza al Creador. El salmista asocia a su pueblo jubiloso Israel toda la naturaleza para glorificar al Todopoderoso, que ha otorgado a su heredad los más grandes favores de la historia. El ser humano es la obra cumbre de la creación,
e Israel el pueblo elegido al servicio de la humanidad, en cuanto que ha sido escogido como sacerdocio real y nación santa1 para transmitir los
designios salvadores de Dios en la historia. Bajo este aspecto, Israel se halla, en el plan divino, en el mismo centro de la revelación y del acontecer histórico de la humanidad. El salmista, consciente de los destinos excepcionales de su pueblo, presenta a Israel
dentro del círculo de intereses del mundo y del cosmos 2.
Toda la creación debe aclamar a Dios.
1
¡Aleluya! Alabad a Yahvé desde los cielos, alabadle en las alturas. 2
Alabadle vosotros sus ángeles todos, alabadle vosotros todos sus ejércitos. 3
Alabadle, sol y luna; alabadle, todas las lucientes estrellas. 4
Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas de sobre los cielos. 5
Alaben el nombre de Yahvé, porque a su orden fueron creados, 6
e hizo que perduren por los siglos; pusoles estatutos que no traspasarán. 7
Alabad a Yahvé desde la tierra los cetáceos y todos los abismos; 8
el fuego, el granizo, la nieve, la niebla, el viento tempestuoso, que ejecuta sus mandatos; 9
los montes y todos los collados; los árboles frutales y los cedros todos; 10
las fieras y todos los ganados; los reptiles y las aladas aves; 11
los reyes de la tierra y los pueblos todos, los príncipes y todos los jueces de la tierra, 12
los mancebos y las doncellas, los ancianos y los niños, 13
alaben el nombre de Yahvé, porque sólo su nombre es sublime; su magnificencia sobrepasa a los cielos y la tierra. 14
El ha elevado el poder de su pueblo 3
. Alábenle todos sus devotos 4
, los hijos de Israel, el pueblo que está allegado a El. ¡Aleluya! Los ojos del salmista se alzan primero hacia los cielos e invita a los seres angélicos a entonar un himno de alabanza al Creador; ellos constituyen el
ejército de guardia del Altísimo5, su escolta de honor. Después se dirige al mundo sideral, estrechamente unido, según la mentalidad popular antigua, a las esferas donde mora la divinidad y sus mensajeros los ángeles. Siguiendo el relato del Génesis, el hagiógrafo menciona primero a las dos lumbreras mayores
sol y
luna y después las
estrellas. En la cúspide del techo del firmamento están los
cielos de los cielos, los cielos por excelencia, donde mora la divinidad como en su palacio propio 6. Sobre el firmamento están los grandes depósitos de
aguas que Dios reserva para las catástrofes diluviales 7. También ellas deben manifestar las alabanzas al Soberano del cosmos. Todas las criaturas tienen sus leyes, y todas subsisten por su voluntad 8. Los mundos siderales
perduran misteriosamente merced a las leyes de gravedad y de atracción, en un equilibrio maravilloso
que refleja el poder y la sabiduría divina 9.
Desde los cielos pasa el salmista a las profundidades del mar, donde están los monstruos marinos 10; después enumera los fenómenos atmosféricos, para terminar invitando a los animales y a los hombres todos a tomar parte en esta maravillosa orquestación del universo. Especialmente
Israel, como nación predilecta de Yahvé, debe manifestar su agradecimiento por haberlo encumbrado en el
poder sobre todas las naciones. Particularmente sus
devotos o piadosos deben ser conscientes de la elección divina de la heredad de Yahvé. Israel es el pueblo
allegado a su Dios n, por ser un
reino sacerdotal y una nación santa12. Estas relaciones de intimidad con Yahvé, aunque parece fueron interrumpidas durante el exilio, han vuelto a intensificarse
después de la restauración de la nación 13.
1
Exo_19:6. 2 Véase la segunda parte del libro de Isaías (c.40-66);
Rom_8:193. Este salmo parece una ampliación del
Sal_145:10. El v.14 se asemeja a
Sal_149:5.9. 3 Lit.: el
cuerno de su pueblo. 4 Lit.: alabanza para todos sus piadosos, para el pueblo de Israel. 5
Ejércitos o milicias celestes pueden ser los seres angélicos o los astros (cf.
Job_38:7;
Sal_103:21;
1Re_22:19;
Neh_9:6). 6 Cf.
Sal_68:33;
Deu_10:14;
1Re_8:27;
2Cr_2:6;
Neh_9:6;
Eco_16:18. 7 Cf.
Gen_1:6-7;
Sal_104:3. 8 Cf.
Eco_43:26; Gol 1:17. 9 Cf.
Jer_31:35-36;
Jer_33:25. 10 Cf.
Gen_1:21. 11 Cf.
Deu_4:7;
Sal_145:18. 12 Cf.
Exo_19:6. 13 Cf.
Sal_65:4;
Jer_30:2.1;
Num_16:5. Este verso aparece citado literalmente en Eclo