Exodo 13, 3-16
“
Los Ázimos.
Y Moisés dijo al pueblo: «Recuerda este día en que salisteis de Egipto, de la esclavitud, pues con mano fuerte os sacó Yahvé de aquí; y no comáis pan fermentado. Salís hoy, en el mes de Abib. Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jivitas y de los jebuseos, que juró a tus padres darte, tierra que mana leche y miel, en este mes celebrarás el siguiente rito: Durante siete días comerás ázimos y el día séptimo será fiesta en honor de Yahvé. Durante los siete días se comerá pan ácimo y no se verá pan fermentado ni levadura en todo tu territorio. Ese día explicarás a tu hijo: “Esto es por lo que Yahvé hizo por mí cuando salí de Egipto.” Y será para ti como señal en tu brazo y como recordatorio en tu frente, para que tengas en tu boca la ley de Yahvé; porque con mano fuerte te sacó Yahvé de Egipto. Guardarás este precepto, año tras año, a su debido tiempo.»
De nuevo los primogénitos.
«Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la haya dado, consagrarás a Yahvé todo primogénito. Todo primer nacido de tu ganado, si es macho, pertenece a Yahvé. Mas todo primer nacido del asno lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus hijos. Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: “¿Qué significa esto?”, le dirás: “Con mano fuerte nos sacó Yahvé de Egipto, de la esclavitud.” Como el faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahvé mató a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del ganado. Por eso yo sacrifico a Yahvé todo primogénito macho del ganado y rescato todo primogénito de mis hijos. Esto será como señal en tu brazo y como recordatorio en tu frente; porque con mano fuerte nos sacó Yahvé de Egipto.»
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Los Ázimos.
Y Moisés dijo al pueblo: «Recuerda este día en que salisteis de Egipto, de la esclavitud, pues con mano fuerte os sacó Yahvé de aquí; y no comáis pan fermentado. Salís hoy, en el mes de Abib. Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los jivitas y de los jebuseos, que juró a tus padres darte, tierra que mana leche y miel, en este mes celebrarás el siguiente rito: Durante siete días comerás ázimos y el día séptimo será fiesta en honor de Yahvé. Durante los siete días se comerá pan ácimo y no se verá pan fermentado ni levadura en todo tu territorio. Ese día explicarás a tu hijo: “Esto es por lo que Yahvé hizo por mí cuando salí de Egipto.” Y será para ti como señal en tu brazo y como recordatorio en tu frente, para que tengas en tu boca la ley de Yahvé; porque con mano fuerte te sacó Yahvé de Egipto. Guardarás este precepto, año tras año, a su debido tiempo.»
De nuevo los primogénitos.
«Cuando Yahvé te haya introducido en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la haya dado, consagrarás a Yahvé todo primogénito. Todo primer nacido de tu ganado, si es macho, pertenece a Yahvé. Mas todo primer nacido del asno lo rescatarás con un cordero; y si no lo rescatas, lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus hijos. Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: “¿Qué significa esto?”, le dirás: “Con mano fuerte nos sacó Yahvé de Egipto, de la esclavitud.” Como el faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahvé mató a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del ganado. Por eso yo sacrifico a Yahvé todo primogénito macho del ganado y rescato todo primogénito de mis hijos. Esto será como señal en tu brazo y como recordatorio en tu frente; porque con mano fuerte nos sacó Yahvé de Egipto.»
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