Ezequiel  43, 1-5


Retorno de Yahvé.
Me condujo luego hacia el pórtico, el pórtico que miraba a oriente, y entonces la gloria del Dios de Israel llegaba de la parte de oriente, con un ruido como el ruido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de su gloria. Esta visión era como la que yo había visto cuando vine para la destrucción de la ciudad, y también como lo que había visto junto al río Quebar. Entonces caí rostro en tierra.
La gloria de Yahvé entró en el templo por el pórtico que mira a oriente. El espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y he aquí que la gloria de Yahvé llenaba el templo.
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