Isaías 27, 2-5
“
La viña de Yahvé.
Aquel día se dirá:
Viña deliciosa, cantadla.
Yo, Yahvé, soy su guardián.
A su tiempo la regaré.
Para que no se la castigue,
de noche y de día la guardaré.
—Ya no tengo muralla.
¿Quién me ha convertido
en espinos y abrojos?
—Yo les haré guerra y los pisotearé,
los quemaré todos a una,
o que se acojan a mi amparo,
que hagan la paz conmigo,
que conmigo hagan la paz.
”
La viña de Yahvé.
Aquel día se dirá:
Viña deliciosa, cantadla.
Yo, Yahvé, soy su guardián.
A su tiempo la regaré.
Para que no se la castigue,
de noche y de día la guardaré.
—Ya no tengo muralla.
¿Quién me ha convertido
en espinos y abrojos?
—Yo les haré guerra y los pisotearé,
los quemaré todos a una,
o que se acojan a mi amparo,
que hagan la paz conmigo,
que conmigo hagan la paz.
”